Les tocó investigar casos de alto impacto, especialmente de Derechos Humanos, en la década de los 90.

El destino los volvió a juntar en Concepción, pero en veredas opuestas, investigando la desaparición del estudiante universitario Jorge Matute Johns desde una discoteca penquista en 1999, indagación que se prolongó con los años.

Los contactamos a ambos, a raíz del giro que tomó el caso Matute, que volvió a fojas cero al inhabilitarse el ministro Jaime Solís, quien es el presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción.

El ex comisario Jorge Barraza llegó a indagar la desaparición de Matute Johns contactado por las familias de los jóvenes que estuvieron procesados por obstruir la justicia. Y el hoy ex comisario Héctor Arenas fue enviado como investigador “estrella” por el entonces director de Investigaciones, Nelson Mery.

Hoy, Barraza dice que no tiene opinión respecto de la inhabilitación del ministro Solís. Sólo afirma estar seguro de “lo que ocurrió nomás; que el homicidio fue cometido en el interior de La Cucaracha (la discoteca) ese mismo día”. Exactamente lo contrario a la conclusión que llegó su ex colega, Arenas, quien tiene la certeza de que el crimen comenzó afuera de la discoteca y que después, esa misma madrugada, fueron a lanzar el cuerpo al río Biobío “desde el puente, pero quedó enredado en un árbol que es un boldo. Y con el tiempo cedió la cabeza, que fue lo que en 2004 encontró un trabajador en el lecho del río. Luego los policías buscaron hacia arriba y hallaron el resto del cuerpo enredado en el boldo”. El arbusto tiene características cicatrizantes y a ello, según, Arenas, obedecería que el cuerpo pudo permanecer allí casi cinco años.

Un caso espeluznante que, a juicio de Barraza, “era muy simple pero investigaron mal”; y que, en opinión de Arenas, pudo ser resuelto si no hubiera sido por el encubrimiento que ha operado.

 En lo que sí coinciden es que se trató de una “típica pelea de curados en torno a una discoteca” donde no hubo premeditación para matar.

Según Barraza, uno de los guardias de la discoteca lo mató a golpes, por andar pintando el mono. “A la chica que andaba con Matute le dice alguien que tenga cuidado con su amigo, porque anda pintando el mono y le van a pegar. Ese detalle revelador es absolutamente vital y clave. Aquí hay un buen samaritano que le avisa a la niña, pero ese chico nunca fue identificado porque fue mal hecha la investigación. Arenas montó un show con los jóvenes, que no tiene ningún peso”.

Arenas niega esa tesis señalando que investigaron una supuesta mancha de sangre en el subterráneo pero era pintura. Apuesta a que uno de los jóvenes cuyos padres contrataron a Barraza golpeó a Matute hasta quitarle la vida, y posteriormente partieron en un jeep negro a arrojar el cadáver.

Los dos policías utilizaron, entre otras, la declaración del ahora yerno del ministro Jaime Solís, que estuvo esa noche en “La Cucaracha”.