"Vi los lugares secretos del Vaticano".

Aún no ha pasado un mes desde que presentó sus cartas al Papa Francisco y la nueva embajadora de Chile ante la Santa Sede, Mónica Jiménez (63), ya visitó sitios que pocos han visto en la sede Papal.

Es que tuvo «un santo en la corte».

"Uno de los tres sacristanes del Papa es el chileno Pablo Gómez, un agustino de Concepción. El me visitó y me invitó a conocer la Capilla Sixtina, la Capilla Paulina y la Sacristía del Papa, donde están todos los ornamentos y los vasos sagrados. Fue una visita muy interesante porque no había turistas, muy pocos han hecho ese mismo recorrido", dijo.

El 17 de junio, la última ministra de Educación del primer gobierno de Bachelet se presentó oficialmente ante el alguna vez cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio y pese a la seriedad de la reunión, las cosas discurrieron de modo inesperado. "Es un Papa muy cercano, uno se siente en confianza con él. Se perdió toda la etiqueta. Fue muy emocionante. Además, tenemos amigos en común, como Fernando Montes. Ambos fueron provinciales de la Compañía de Jesús al mismo tiempo, en Chile y Argentina", dijo.

La reunión duró 30 minutos y, según recordó Jiménez, "una de las primeras frases del Papa fue para la Presidenta. 'Le tengo mucha confianza y admiración. Ella no es populista, es valiente y responsable en sus decisiones. Dele mis saludos y mis bendiciones', dijo. Aproveché de contarle que ella también lo admiraba y coincidía con la dimensión social de su pontificado".

- ¿El Papa le preguntó sobre la despenalización del aborto?

- No, no hablamos de eso, pero hay una comisión especial encargada en el Vaticano de los temas de la familia. Y no hay que preguntar demasiado. La Santa Sede siempre ha sido partidaria de la vida. No creo que nos vayamos a encontrar con alguna sorpresa. No es un tema que yo haya trabajado, pero la Santa Sede respeta la autonomía de los pueblos. La Santa Sede no se va meter en las decisiones que tome Chile, ni en la legislación que haga.

- ¿Le produce algún dilema representar a Chile en esto?

- Hasta donde yo entiendo, la propuesta que se está presentando ahora ya existía en Chile antes del gobierno militar. Por tanto, no estamos haciendo nada nuevo, sino volver a una legislación que existía. Y la otra cosa que creo, personalmente, es que uno no puede penalizar a una mujer que ha cometido un aborto, porque ella ya está sufriendo demasiado con la decisión que tomó. Castigarla, penalizarla, me parece que no es humano.

Francisco es el tercer Papa que Jiménez conoce en persona. En 1959 estuvo con Juan XXIII y en los 80, como parte de la Comisión Pontificia Justicia y Paz se reunió al menos en seis ocasiones con Juan Pablo II.

"Es maravilloso lo que me ha pasado", dijo al recordar la impresión que tuvo cuando el subsecretario de Relaciones Exteriores, Edgardo Riveros, la llamó primero para preguntarle por esta posibilidad de ser embajadora. Luego se sumarían los contactos del canciller Heraldo Muñoz y finalmente de la Presidenta.

- ¿Cuáles son los lineamientos que va a resaltar en su gestión?

- Las relaciones entre Chile y la Santa Sede son excelentes. Es muy difícil que estén mejor. Todos nuestros embajadores han hecho un trabajo extraordinario. Lo único que tengo que hacer es continuar esa misión. Lo más importante es estar activo y participando en los encuentros que se hagan sobre distintos temas. Por ejemplo, este viernes y sábado participaré en el Consejo Pontificio Justicia y Paz, sobre economía inclusiva. Ahora es verano en Italia y la actividad disminuye mucho, pero voy a estar atenta para llevar la voz de Chile y dar a conocer lo que estamos haciendo en el país.

- ¿El Vaticano invitará a la Presidenta?

- Un tema que le interesa mucho al Papa es la trata de personas, porque lo considera uno de los atropellos más grandes contra la humanidad. En el fondo es la comercialización fundamentalmente de mujeres en todo el mundo, mujeres a las que prostituyen por razones económicas. El lo considera una esclavitud moderna y está personalmente interesado en el tema. Se me informó que tendría mucho interés en que la Presidenta Bachelet venga en mayo a inaugurar un seminario.

- ¿Qué hay que hacer para que eso fructifique?

-Tenemos que hacer las gestiones ante la Presidenta para ver si tiene la posibilidad de estar aquí ese mes. No sé si será posible, pero es muy interesante que la Santa Sede piense en ella justamente por ser Presidenta y haber estado en ONU Mujer. Me pareció un gesto de confianza y de deferencia extraordinarios. La Presidenta tomará su decisión, porque tiene otras invitaciones, pero me sentí muy contenta de ser portadora de esa noticia.

La nueva embajadora también le mandó una carta personal a Francisco. "La leyó y la encontró 'refrescante' y 'diferente', según me comentó. Ahí le conté cuáles son los grandes pilares de las reformas que está impulsando la Nueva Mayoría. El Santo Padre está bien informado y escuchó con atención sobre la reforma tributaria, la reforma de la educación y las reformas políticas. El conoce mucho Chile", indicó.

- ¿Dijo algo de visitar Chile?

- El tiene claro que cuando vaya a Argentina, también va a ir a Chile y Uruguay. Aunque no se sabe la fecha todavía, en los círculos diplomáticos se comenta que eso va a ser aproximadamente en julio de 2016.

- ¿Usted ha tenido otras actividades fuera del Vaticano?

-De todo un poco. Con el embajador Fernando Ayala (Italia) fui a ver a los chilenos que están en el país. Fue en un encuentro que organizó la comunidad nacional para juntar recursos por el incendio en Valparaíso. También estuve en la eucarística que la comunidad de chilenos católicos celebra una vez al mes en la iglesia Santa María della Pace. Fui muy bien recibida.

 "Culaquier cambio tiene que ser consensuado"Reforma educacional

- Como ex ministra de Educación, ¿qué le parece la evolución del debate de esta reforma?

- No podemos perder los objetivos. El objetivo de la Presidenta es mayor inclusión social. Los instrumentos serán todos revisables. Y así como se llegó a un maravilloso acuerdo en la reforma tributaria, espero que al mismo acuerdo se llegue en la reforma a la educación. Estoy convencida que cualquier cambio tiene que ser consensuado. No puede ser impuesto. Los instrumentos no son fáciles, son complejos... no sé, que me perdone el ministro de Hacienda, pero me parecen más complejos que los de la reforma tributaria. Tiene que haber un largo debate. Para eso está el Parlamento, donde están representadas todas las posturas. Así se hacen las leyes. Es muy sano que haya debate.