Educación
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Cinco ex ministros de Educación enjuician el rumbo de la reforma de Eyzaguirre

A las críticas políticas se suman las movilizaciones de estudiantes, docentes y padres y apoderados.  

por:  Jéssica Henríquez D.La Segunda
viernes, 27 de junio de 2014

Que ya salió del diseño para entrar a la etapa de la negociación, que ahora necesita aliados para avanzar, que no puede hacer todo al mismo tiempo... ¡que lo dejen respirar!

De esa manera el propio ministro Nicolás Eyzaguirre describió hace pocos días el momento que está viviendo a cargo de uno de los ministerios históricamente más complejos del gobierno, más aún liderando la mayor reforma de las últimas décadas en el área.

La titánica tarea -hasta ahora- se ha traducido en el proyecto de fin al lucro, copago y selección en colegios públicos, el que reforma la educación parvularia y un tercero (no considerado en el programa de la Presidenta Bachelet) de interventor de universidades en situación de crisis.

Para el segundo semestre se prometió Superintendencia de Educación Superior, nuevo modelo de financiamiento de universidades, un sistema de acreditación más exigente, gratuidad universitaria, desmunicipalización y nueva carrera profesional docente.

Todos, temas que sacan roncha.

Las críticas llueven, tanto por el contenido de las propuestas como por la forma en que se están haciendo.

Estudiantes, profesores y hasta apoderados han salido a marchar a las calles. Y tanto desde la oposición como de la Nueva Mayoría se han levantado críticas.

La Segunda le preguntó a cinco ex ministros de Educación cómo ven la reforma y el rumbo que ha tomado.

Carolina Schmidt (Indep. de la Alianza), Sergio Bitar (PPD), Ernesto Schiefelbein (DC), Mariana Aylwin (DC) y Jaoquín Lavín (UDI) -en mayor o menor medida- sufrieron los embates del movimiento estudiantil y la protesta callejera.

Conocen el funcionamiento de la cartera por dentro, saben perfectamente las dificultades para echar andar una reforma de esta magnitud y, con la experiencia de haber pasado por ese ministerio, no se restaron en contar sus preocupaciones.

Carolina Schmidt (abril 2013 a marzo 2014):

"Podemos terminar peor que como estamos"

Asegura estar "muy preocupada" por el rumbo de la reforma. Carolina Schmidt (Ind) es tajante a la hora de decir que "la estrategia que tiene el gobierno es equivocada porque priorizó imponer un eslogan sobre la búsqueda de consensos, priorizó cambios que creyó que podría aprobar rápido, priorizó meterse en el tema de la propiedad, la administración de los colegios y la compra de fierros en vez de hincarle el diente al tema de la calidad".

Y aunque reconoce buenas intenciones, "porque todos queremos más equidad y más calidad", dice que "la reforma tal como está planteada está más basada en ideologías que en resultados comprobados que permitan mejorar. Y podría aumentar los niveles de segregación en vez de bajarlos. Las propuestas se tienen que discutir profundamente y consensuarlas, no imponerlas porque podríamos terminar peor que como estamos".

Respecto del ritmo de cambios, asegura que "es imposible abarcar todo. Por eso creo que habría que avanzar en la búsqueda de consensos en temas relevantes que han comprobado tener resultados positivos, en experiencias acotadas antes de implementarlo en todo el país. En vez de partir por cosas que no han resultado y que no logran consenso, se debe avanzar en aquellas que sí tienen consenso: mejorar lo que pasa dentro de la sala de clases, profesores, el qué y cómo se enseña".

Reconoce que "el ministro está en un cargo altamente complejo y sometido a una presión muy grande. Por eso creo que es importante que ponga prioridades y el cómo se establecen esas prioridades, porque no se puede hacer todo junto. Hay que avanzar más en consensos que vayan al corazón de la calidad para mejorar lo que está funcionando mal y no desarmar lo que está funcionando mejor".

Sergio Bitar (marzo 2003 a mayo 2005)

"No es lo mismo saber hacia dónde va, de cómo va"

"La experiencia señala que hay que tener una estrategia de avance, un ritmo y una secuencia de los cambios en función de los apoyos políticos que permitan abrir caminos y no cerrar caminos", dice el ex ministro PPD a la hora de hablar de la reforma.

Por eso se pregunta si fue lo más adecuado haber mandado en un solo proyecto que reuniera fin al lucro, selección y copago. "La decisión ya se tomó, pero cuando se mandan tres proyectos juntos uno no multiplica por tres los apoyos... multiplica por tres los adversarios", dice.

Y agrega: "Esos proyectos hay que sacarlos rápido, conversando y flexibilizando si es necesario, para dar espacio a lo que viene".

Dice que si bien "un ingrediente político importante es tener lo votos en el Congreso para aprobarlos, hay otro donde hay que poner más atención aún y que son los padres y apoderados. Ellos deben sentirse defendidos y no atacados. Hay una regla de oro: el ministro debe ser como un médico, garantizar mejoría. Y las familias deben percibir al ministro preocupado de la educación de sus niños".

A su juicio, "el tema de la compra de infraestructura solo confunde y genera la percepción que está en riesgo la propiedad de los colegios, lo que no es así. Pero en política, la percepción construye realidad. Hay que mejorar la política comunicacional y en eso el ministro no puede estar solo, hay que ayudarlo".

Luego reflexiona: "No es lo mismo saber hacia dónde uno va, de cómo va. Por lo tanto, los resultados de la reforma dependen mucho de la gestión del cambio para hacerla viable. Esto mucho más difícil que la reforma tributaria y los procesos se despliegan progresivamente, no sirve hacer todo al mismo tiempo, eso podría derrumbar la reforma. La premura y la ansiedad pueden ser la peor medicina".

Joaquín Lavín (marzo 2010 a julio 2011)

"Cambiar todo simultáneamente, sólo te puede empantanar"

"Quienes hemos estado en el Mineduc sabemos que es una cartera muy difícil, que está sujeto a todo tipo de presiones, especialmente de la calle", dice el ex ministro Joaquín Lavín (UDI).

A su juicio, "hay que ir poniéndose metas más relevantes de corto plazo e irlas cumpliendo rápidamente, más que cambiar todo de una sola vez. Hablan de desmunicipalizar, cambiar el sistema subvencionado, la educación superior, los profesores... son demasiadas prioridades y cuando hay muchas prioridades, al final las cosas se trancan porque los proyectos no se hacen bien pensados".

Por ejemplo, dice, "¿qué hay sobre la educación municipal? Lo más relevante de los últimos años han sido los Liceos Bicentenario, o la beca Vocación de Profesor para mejorar el ingreso de los futuros docentes. Plantear cambiar todo a la vez, simultáneamente, sólo te puede empantanar. Y es lo que ya está pasando".

-¿Cuál cree que es el mayor problema?

-Que no está suficientemente claro lo que se quiere lograr, que está primando la ideología sobre la sala de clases. Hablamos de reformas que no están bien pensadas ni probadas, es un experimento en aras de una ideología y eso ya lo están notando incluso partidarios del gobierno.

Y lo otro, señala, es que "es urgente volver a la política de los consensos porque aunque tengan mayoría en el Congreso, no hay que olvidar que la educación debe ser una política de Estado, no del gobierno de turno.

Las grandes reformas son consensuadas, no impuestas.

Una de las cosas que le sorprende, admite el ex ministro, "es que han salido a marchar a las calles padres y apoderados, además de estudiantes y profesores, lo que revela que se partió al revés en esta reforma. Se debió haber partido por la educación pública municipal y no por el lucro".

Ernesto Schiefelbein (marzo 1994 a septiembre 1994)

"Sin suficiente consenso, habrá problemas para implementarla"

Para el Premio Nacional de Educación, Ernesto Schiefelbein, "una reforma en Educación sin suficiente consenso tendrá problemas para ser implementada, especialmente si hubiera un próximo gobierno con una visión diferente".

Y explica: "En la inauguración del año académico de los programas de doctorados, Fernando Monckeberg comentó el proceso que se siguió para reducir y eliminar la desnutrición en Chile. Hubo una cantidad inmensa de investigaciones y pruebas, que en la medida que eran comprobadas permitía avanzar más en los cambios. Cuando los procesos de reforma son complicados, el ideal es ir logrando pequeños consensos, hacer experiencias parciales y ver el impacto, para seguir avanzando más. No se puede hacer todo al mismo tiempo".

Agrega que "los grandes proyectos en Educación por definición requieren de acuerdos nacionales, porque se ejecutan en varios gobiernos. Por ello es fundamental lograr consensos, que no es lo mismo que tener votos de mayoría en el Congreso para aprobar las leyes".

-Pero hoy hay más disensos que consensos, todos reclaman por uno cosa u otra...

-Si hay disensos, hay que trabajar más en saber por qué y lograr los consensos necesarios. Eso toma tiempo y requiere trabajar con todos los actores interesados.

-Pero gran parte de los actores hoy están reclamando...

-Eso es porque tiene dudas, están en contra o porque desconocen la reforma. Hay que trabajar con ellos, presentárselas y demostrarles cuán beneficiosos pueden ser los cambios.

-¿Qué opina del fin al lucro y el copago?

-Es un proyecto en el que no se han expuesto claramente los antecedentes que los justifican, faltan datos precisos, porque los que hay son afirmaciones de quienes justifican el proyecto.

Mariana Aylwin (marzo 2000 a marzo 2003)

"Si logra una reforma de esta magnitud... me rindo a sus pies"

"Sinceramente, si el ministro logra sacar adelante una reforma de esta magnitud, abordando todos los frentes anunciados -educación inicial, escolar, superior, profesores, institucionalidad y en temas tan complejos como lucro y carrera docente-, me rindo a sus pies".

Así de tajante es la ex ministra Mariana Aylwin (DC), quien afirma: "Creo que es imposible y tampoco creo que sea bueno".

A su juicio, las grandes reformas "no se diseñan en pocos meses, si no en tiempos largos, con mucha consulta, con muchos estudios de por medio y mucho consenso".

Admite que uno de los temas que más le preocupan es la radicalidad del cambio. "¿Por qué tan estructural? Así, es muy difícil lograr un acuerdo en la sociedad chilena que sustente este cambio y lo respalde a largo plazo. Y en Educación se requieren respaldos para que los cambios funcionen".

-¿Hay un problema de estrategia?

Creo que ha sido una estrategia muy equivocada, porque desde el proyecto inicial (lucro, copago y selección) se generaron efectos no deseados. ¡No puedo creer que no haya previsto, pero da la impresión de que así es, que iba a generar una resistencia importante de los padres de clase media que hacen un esfuerzo económico de educar a sus hijos en colegios subvencionados!

Agrega: "No digo que no se ponga fin al lucro, pero se podría hacer de otra manera".

Lo mas complejo, dice, "es que esta reforma debería tener contentos a los padres, pero están en la vereda de enfrente... los profesores deberían estar felices, pero llaman a paro... los estudiantes, y así sucesivamente".

Aylwin explica: "Cuando muchas personas que hemos estado en esto por años, yo llevo 40 años en ámbito de la Educación, advertimos antes y dijimos ojo que esto va a tener efectos no deseados... no se escuchó .Y cuando uno lo dice después, acusan que uno está atornillando al revés".

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