Una patente por el día tuvieron que sacar los apoderados del segundo medio del Colegio San Francisco de Asís, de Las Condes, para poder vender almuerzos en su stand durante las olimpiadas familiares que se realizaron en el establecimiento. La medida fue preventiva ante la visita de fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos (SII) que, desde hace un tiempo, han estado revisando la entrega de boletas y posible evasión tributaria en este tipo de actividades.

Días antes de la visita al San Francisco de Asís, los fiscalizadores llegaron a la kermés que realizó el Colegio Everest, donde se notificó una infracción por cobrar entrada y vender algunos productos comestibles -queques elaborados en las casas de las alumnas, entre ellos- sin entregar boleta.

La situación fue descrita de la siguiente forma en el SII: "Efectivamente se realizó una actividad de presencia fiscalizadora en el lugar y se notificó a varios contribuyentes que no habían realizado el trámite simplificado con la finalidad de que concurrieran a la dirección regional para realizar la solicitud de tasación respectiva". Esto implica que el interesado debe calcular el monto de los ingresos afectos a IVA para pagar por lo recaudado al mes siguiente.

En el organismo aseguran que la práctica se enmarca en el contexto legal "de cautelar el interés fiscal, verificar y en lo posible facilitar el cumplimiento tributario de los contribuyentes".

Y se produce justo cuando diversos sectores han manifestado su preocupación por las nuevas atribuciones que se pretende entregar al servicio. De hecho, aunque La Segunda consultó en muchos colegios su experiencia en el tema kermeses y el SII, en casi todos se negaron a entregar declaraciones.

La encargada de admisión y promoción del Colegio Everest, Isabel Ovalle , indicó escuetamente que "las providencias se toman siempre antes del día del evento, dejando todo reglamentado tal como el SII lo solicitó y se cumplió con las recomendaciones que se nos sugirieron el día del evento".

El caso del Everest fue comentado entre la comunidad educativa del San Francisco de Asís, quienes se asesoraron por el abogado del colegio antes de realzar la olimpiada familiar.

"Se trató de una actividad a beneficio del viaje de estudios de 2° medio, en la que un papá del curso organizador solicitó permiso provisorio ante SII para desarrollar la actividad, y pagó un impuesto calculado por el servicio. Se cumplió con la normativa vigente de exhibir el formulario del impuesto pagado y de informar que se trataba de una actividad organizada por los papás y se completó un libro de ventas autorizado por el SII", explicó María Cecilia Agrela, representante del centro de padres del Colegio San Francisco de Asís .

"En el ojo del huracán"

María Beatriz Brito , apoderada y también parte del centro de padres del Colegio San Francisco de Asís, aseguró que es primera vez que escucha de este tipo de fiscalizaciones: "Sé que las ferias de Navidad se han controlado porque son personas externas que vienen a vender, pero nunca he visto algo similar cuando el evento es de la misma comunidad. Me parece que es un tema nuevo, porque en general estos eventos son para recaudar fondos en beneficio de los alumnos, para el viaje de estudios, por ejemplo. Es ayudarse entre las mismas familias".

Agrega: "Cada colegio tiene sus propios matices para invertir los recursos que se ganan, pero nunca es para lucrar a favor del mismo colegio o un papá (...) Es que ahora a los colegios particulares los van a tener en el ojo del huracán. Hay que decir las cosas como son, porque estos eventos se hacen en todos lados. En cuántos colegios de Chile los alumnos juntan dinero. Imagínate si a los scouts los fiscalizan cuando venden empanadas afuera de las misas en La Pintana y en Las Condes, los fiscalizadores se volverían locos".