Cinco liceos de excelencia que no seleccionan, en el último Simce, superaron al emblemático plantel. ¿Cómo? Les inyectaron $3 mil millones y se enfocaron en el aula.
Bastaron poco más de $3 mil millones para que 5 liceos municipales -que no seleccionan- se empinaran por sobre los 314 puntos que logró en el último Simce el Instituto Nacional, el mismo plantel que sirvió de inspiración al ex Presidente Piñera para crear la red de 60 Liceos Bicentenario que atienden a 40 mil alumnos.
"Uno se pregunta entonces ¿para qué gastar US$ 2 mil millones en comprar colegios subvencionados, si con sólo parte de esa plata se podría ampliar la cantidad de estos liceos?", dice el ex coordinador de la red, Jorge Ruiz de Viñaspre.
Asegura que 31 de los 60 ya están sacando más de 300 puntos en el Simce, que en 8° básico en los últimos 3 años han aumentado 44 puntos promedio y que la mayoría ha mejorado sus rendimientos.
"Es un modelo relativamente probado, que genera cambios en 2 o 3 años, lo que es muy rápido", agrega.
El programa total (para los 60 establecimientos), dice, contempló $23 mil millones de aporte para infraestructura y equipamiento, pero no hubo cambios en la subvención que recibían.
¿Qué provocó la mejora entonces?
A su juicio, el compromiso fue fundamental. Primero de los sostenedores y directivos. Luego a los apoderados y alumnos. "Hoy la calidad debe ser el foco y los liceos Bicentenario han demostrado que cuando los colegios tienen el apoyo que necesitan, cuando están comprometidos, pueden avanzar muy rápido".
Y agrega que "es un modelo replicable, pero no para todos los colegios de Chile, porque no todos quieren ser de alta exigencia académica", advierte.
Recuerda que postularon más de 200 liceos y quedaron seleccionados sólo 60. "Es decir, ya sabemos que otros 140 están motivados para ser de excelencia. Perfectamente se podría trabajar con ellos".
Además recibieron apoyo técnico desde el Ministerio de Educación en Lenguaje y Matemática, desde el diseño curricular, avances del programa de estudios, guías de trabajo y asesorías a docentes. "Hubo mucho foco en cómo enfrentar los no aprendizajes de los niños", explica.
El alcalde de Puente Alto, Germán Codina (RN), agrega que "nosotros lo logramos con el liceo San Pedro. Pero para eso fue básico trabajar todos mancomunadamente y siempre en la misma línea. Demostramos que desde el mundo municipal se pueden tener estos resultados".
El mérito de los Bicentenario radica además en que más de la mitad de su matrícula son alumnos vulnerables (de los quintiles más pobres del país). Pero es mayor aún cuando no seleccionan a sus alumnos y se hacen cargo, usando diversas estrategias, de los déficit de entrada de los estudiantes (ver nota en Págs. 4 y 6).
Precisamente eso busca el Ministerio de Educación en el futuro, "por lo que tenemos un programa piloto al que hemos invitado a todos los Bicentenario para mantener sus niveles de alto rendimiento sin selección y nosotros los apoyaremos técnicamente para atender a la diversidad de estudiantes que tenemos en el país", dijo el jefe de Educación General del Mineduc, Gonzalo Muñoz.
-En vez de comprar colegios, ¿por que no replicar estos liceos?
-Algunos de los elementos que se han utilizado aquí son replicables, pero no todas las familias buscan este tipo de proyectos. Es cierto que logran un muy buen rendimiento en el Simce y la PSU, pero de alguna manera eso es esperable porque el apoyo que se les entrega es para mejorar eso, con foco en Lenguaje y Matemática.
Agrega que ya han mirado algunas prácticas que se han aplicado en ellos para usarlas en otros planteles. "De hecho, en el período anterior no hubo conexión entre estos liceos y el resto de los colegios de educación media. La idea es mantenerles el apoyo técnico y aprender de lo que hacen, para llevar algunas de sus prácticas a los otros establecimientos, buscando un trabajo colaborativo. Queremos llevar a cabo la transferencia de experiencia".
Pero advierte que no todos los Bicentenario son modelos de exportación, porque hay varios que aún no están totalmente terminados y en algunos casos "se comprometieron fondos que no estaban garantizados".
Cuesta arriba: con clases en containers, hacinados, con patio de tierra, sin duchas y con alumnos que en 7° básico no sabían separar sílabas ni multiplicar.
Así partió el Liceo Bicentenario de Puente Alto en 2011 -año de su creación- luego que el municipio matriculara al primer grupo de alumnos considerando sólo la motivación de los estudiantes y sus familias. "Como era un liceo de excelencia, esperábamos encontrar alumnos de alto rendimiento, pero tenían un promedio de notas de 4,8, otros eran repitentes y había varios expulsados por disciplina", recuerda el director Alejandro Hidalgo.
Dice que mientras avanzaban con los planes curriculares, en paralelo trabajaron la disciplina de los alumnos.
-Les cambiamos la cultura escolar con medidas tan simples como pararnos en la puerta de entrada y saludarlos uno por uno en la mañana, mirándoles la cara, tratándolos con amabilidad, llamándolos por su nombre.
Eso generó una costumbre nueva, un buen clima.
Además, cuenta, la profesora de Lenguaje comenzó a quedarse después de clases para trabajar con los alumnos en fonética y dicción: "Muchos no pronunciaban bien".
A los dos meses, recuerda, debieron detener el curriculum escolar y retornar a niveles más básicos: "Habían niños que no sabían multiplicar, no manejaban las reglas de acentuación o cómo separar sílabas. Ahí decidimos hacer una nivelación fuerte con todos los cursos".
Fueron $1.000 millones los que se invirtieron en el proyecto: $800 millones para infraestructura y $200 millones para equipamiento, recursos que se ya se gastaron en su totalidad.
El director es parte de un equipo directivo y pedagógico muy joven. Son poco más de 20 docentes, todos coordinados por otra profesional que impulsa el rol del profesor en el aula. "Aquí ponemos el foco en los alumnos y en lo que ocurre dentro de la sala de clases. Independiente de la infraestructura, nuestro foco es el aprendizaje de los niños y la gestión pedagógica", dice Hidalgo.
Y agrega que por eso "a los profesores se les reconoce como los expertos en su área, ellos no viene a ejecutar un programa, vienen a tomar decisiones de qué hacer para mejorar los aprendizajes de sus alumnos, vienen a orientar al equipo directivo".
Asegura: "Todos sabemos que el objetivo es que los niños aprendan y si no lo hacen, es responsabilidad de todos. Nadie se tira la pelota, todos nos hacemos responsables".
Y eso incluye a los padres, porque las reuniones de apoderados también tienen una mirada pedagógica: se les hace una síntesis académica del rendimiento del curso y se les entregan tareas sencillas para apoyar y supervisar a los alumnos en la casa.
FICHA
Matrícula: 447
Vulnerabilidad: 60%
Promedio PSU: 651
Promedio Simce: 344
"Tuvimos que convencer a alumnos, profesores y apoderados que podíamos mejorar mucho, que si nos proponíamos buenos resultados, los íbamos a lograr".
Así describe el director del Liceo Bicentenario Isidora Ramos (de Lebu), Carlos Rebolledo, el cambio de switch que hizo el plantel cuando se convirtió (en 2011) en Liceo de Excelencia Bicentenario.
"Este liceo es muy tradicional en la provincia, se creó hace 133 años y es el único en la comuna: en Lebu no hay establecimientos subvencionados ni menos pagados. Por lo tanto, nuestra responsabilidad es mayor aún", explica.
Si bien en 2005 habían recibido una infraestructura nueva, "teníamos falencias importantes como la falta de espacios deportivos, laboratorios muy básicos y una biblioteca muy reducida".
Pero gracias al nuevo proyecto se le inyectaron $410 millones ($250 millones para infraestructura y $260 millones para equipamiento) que permitieron superar esos problemas. "Estamos finiquitando esos recursos y está todo funcionando bien para nuestros alumnos, aunque la subvención sigue siendo la misma", explica Rebolledo.
-¿Qué los motivó a postular para ser Liceo Bicentenario?
-El terremoto de 2010, porque nuestra comuna quedó muy afectada. La actividad económica aquí se deterioraba cada vez más, el continente subió cerca de 3 metros y el río se secó, así que no se pudo hacer más pesca. Ahí decidimos que teníamos que darles una muy buena educación a nuestros jóvenes y apostamos por este proyecto.
Cuenta que "el empeño de todos es fundamental, nos creímos el cuento y aquí estamos, entre los mejores. Sabíamos que nos iba a ir bien, pero nunca pensamos llegar a este nivel".
Pero aclara el director que el trabajo fue mancomunado.
"Hubo un trabajo muy fuerte para aumentar las expectativas de todos, de convencer a los estudiantes que tenían la capacidad para tener mejores resultados, a los apoderados que podían colaborar más en la educación de sus hijos y a los profesores que eran capaces de lograr los aprendizajes de sus estudiantes porque ellos eran de calidad. Y nosotros nos convencimos que, pese a ser un colegio público, podíamos mejorar la educación que entregábamos", explica.
Dice que se trabajó de manera muy prolija en mejorar las prácticas pedagógicas y por lo mismo se incorporaron a un proyecto de la Universidad del Bío Bío de capacitación de profesores.
"En esto nos han ayudado mucho desde la secretaría técnica de los Liceos Bicentenario, nos entregaron material de apoyo y guías para Lenguaje y Matemáticas, nos asesoran muy de cerca para cambiar el foco hacia el aprendizaje de los estudiantes. Ahora eso es lo más importante: lo que pasa o no pasa dentro de la sala de clases. El foco es lograr que los estudiantes aprendan", dice.
FICHA
Matrícula: 935
Vulnerabilidad: 67%
Promedio PSU: 494
Promedio Simce: 324
"Aquí los 45 minutos de clases son 45 minutos de clases". Esa es una de las características que tiene el Liceo Bicentenario de Niñas de Maipú, dice su directora, Laura Castañeda.
El plantel, que nació como un proyecto completamente nuevo en 2011, aún está construyéndose. Ya se han levantado dos de los tres pabellones cuya inversión supera los $1.000 millones sólo en infraestructura, para tener "laboratorios, salas de idioma, gimnasio, una biblioteca grande y salas de clases multiuso. A fines de año estará todo listo", explica.
-¿Qué elemento han marcado la diferencia para lograr los resultados académicos que tienen?
-Que las clases aquí son efectivas. Los 45 minutos de clases, son 45 minutos de clases que están muy bien pensadas en todas sus etapas, con objetivos claros en busca del aprendizaje de las alumnas. Eso marca una diferencia.
Además, dice, los instrumentos de evaluación y las guías se trabajan de manera muy rigurosa tanto entre profesores como con las alumnas.
Y lo otro fundamental, explica la directora, "es el compromiso que hace la familia y la motivación del alumno".
Cuenta que cuando se postula al colegio, a los futuros apoderados se les hace una reunión en la que les detallan el proyecto educativo, el reglamento interno y el nivel de exigencia que tendrán las niñas: "Ahí se les dice clarito qué se espera de las alumnas y de ellos como apoderados, se les cuenta que enero las alumnas de 7° básico parten con inducción y nivelación, y que la familia debe hacer un compromiso para trabajar en conjunto con nosotros. Algunos lo encuentran muy exigente y se retiran, y otros dicen que es lo que quieren para sus hijas".
FICHA
Matrícula: 648
Vulnerabilidad: 21%
Promedio PSU: Aún no rinde
Promedio Simce: 319
Convivencia, compromiso y profesores.
Esas son las tres claves que a juicio de la directora del Instituto Bicentenario José Miguel Carrera, Gianella Pellizzari, les han permitido estar entre quienes logran mejores resultados.
Nacieron en 2010 en un edificio prestado y con muebles ajenos, pero a los 6 meses se convirtieron en Liceo Bicentenario, recibiendo más de $280 millones para infraestructura y equipamiento.
Su directora explica que el liceo tiene "características bien especiales". Por ejemplo, que el equipo directivo lo forman sólo dos personas (la directora y el jefe técnico) y que sus profesores "son todos seleccionados en función de su vocación y bastante jóvenes, con un promedio de 35 años. Esto nos da mucho dinamismo, calidad docente y cercanía con los estudiantes, que ven a los profesores casi como partners", explica.
Pero además, dice, en el liceo no existe la inspectoría general: "Aquí trabajamos sobre la base de compromisos, de la familia, del alumno con la directora y de los profesores".
Eso, asegura, "ha sido muy relevante porque incide directamente en un buen clima de convivencia interna, donde se fomenta el respeto y la responsabilidad. Hemos comprobado cómo un buen clima ayuda mucho al aprendizaje".
-¿Cuál es el sello de este liceo?
-Su equipo pedagógico y el trabajo colaborativo con ellos y entre ellos. Si un docente falta, alguien del equipo directivo asume esas horas para garantizar que al alumno no le falte el profesor. Cada maestro hace un seguimiento de sus alumnos y tiene dos horas adicionales sólo para planificación.
FICHA
Matrícula: 332
Vulnerabilidad: 60%
Promedio PSU: 585
Promedio Simce: 317
"Rigurosidad, motivación y compromiso". Esa es la tríada que a juicio del director del Liceo Bicentenario Enrique Ballacey (de Lebu), Luis Gallardo, les permite lograr buenos resultados de aprendizaje de sus alumnos.
Si bien son un colegio antiguo (127 años), en 2012 partieron como plantel de excelencia académica, lo que les significó una inyección de $321 millones ($249 millones para equipamiento y $82 millones para infraestructura).
"Es estratégica la rigurosidad en cómo se hacen las clases, en utilizar de la mejor manera el tiempo, en usar efectivamente el material de apoyo. Es fundamental detectar a los chicos que se están quedando atrás y apoyarlos para nivelarlos", dice.
Agrega que eso, sumado a la motivación de todos hacia el alumno, marca una diferencia. "Y para eso necesitamos el compromiso fuerte de los profesores y de la familia. Si un niño se atrasa y no aprende, es responsabilidad de todos. Los alumnos deben creer en sus capacidades y en eso son fundamentales los padres y los profesores".
Y ejemplifica diciendo que "la semana pasada detectamos 18 niños que se estaban quedando atrás en algunos contenidos. Así que citamos a sus apoderados y a los niños a una charla para reencantarlos, para decirles que ellos podían y que esos resultados eran mejorables".
Luego explicó que "a los padres no les podemos decir que hagan de profesor en la casa, porque no es su rol, pero sí que supervisen que lleven los materiales, que hagan las guías o que estudien para una prueba. Buscamos motivación en los niños, no obligación".
FICHA
Matrícula: 737
Vulnerabilidad: 58%
Promedio PSU: 512
Promedio Simce: 314
