En riesgo vital internado en el hospital San José permanecía hasta el cierre de esta edición un chofer y dirigente sindical del Transantiago, que esta mañana intentó quemarse a lo bonzo en las instalaciones de la empresa RedBus.

Marco Antonio Cuadra Saldías, de 48 años, casado y padre de dos hijos, llegó hasta uno de los principales terminales de la compañía, ubicado en avenida El Salto, Huechuraba, pasadas las 6 de la mañana. Aunque había sido desvinculado el lunes pasado, ingresó vistiendo el uniforme de los trabajadores para inmediatamente después rociarse combustible y prenderse fuego en medio del patio, mientras intentaba llegar a las oficinas. Con extintores fue auxiliado por sus propios compañeros, quienes lo trasladaron con graves lesiones al hospital.

Luis Moya, tesorero del sindicato 2 de la empresa, del que Cuadra era presidente, relató que "nos dijeron que estábamos despedidos y desaforados como dirigentes el lunes pasado, pero cuando fuimos a la Inspección del Trabajo, nos dijeron que había sólo un pedido de desafuero".

Norman Beisson, secretario del mismo sindicato, agregó que están próximos a una negociación colectiva. "Lo que la empresa quiere es llegar a un convenio colectivo y no negociar, y para eso hay dirigentes que somos una piedra de tope (...). Aunque la empresa tiene seguros, nos obligan a pagar los choques, hay problemas de cambios de horarios, no respeto de los descansos, de descuentos injustificados, etc.".

Uno de los whattsapp que envió el chofer.

Trabajadores indicaron que el viernes último Cuadra y otros dirigentes esperaron por horas al gerente de recursos humanos, ya que querían aclarar su situación debido a las informaciones contradictorias entre la empresa y la Dirección del Trabajo, pero nada pasó.

Desde ese mismo día, Marco Antonio Cuadra comenzó a enviar mensajes a varios de sus colegas diciéndoles que se iba a quemar. Beisson relató que en uno le señalaba "ya no sé qué hacer hermano, ayúdame". "Imagínese cómo estoy ahora", expresó el trabajador.

Luis Trejo, dirigente de otros de los sindicatos de Redbus, también recibió whatssapp sobre su intención de morir. "Yo pensé que estaba bebido o que era una broma de mal gusto, nunca otra cosa". Agregó que "nos encontrábamos todos los días, porque íbamos a dejar constancia a Carabineros de que nos presentábamos a trabajar, pero la empresa no nos permitía hacerlo".

En el hospital donde Cuadra permanece internado, un hermano, sumamente afectado, dijo que "sabíamos que tenía problemas en el trabajo". No quiso responder si su familiar estaba con alguna clase de tratamiento psiquiátrico, "porque se puede malentender lo que diga".

En el terminal los trabajadores aseguraron que "hace dos semanas se ahorcó Walter Carrasco, otro dirigente sindical de la empresa que estaba con depresión. Hay muchos que estamos con medicamentos. La presión es muy grande".