El 52% está por eliminar lucro en colegios con fondos públicos y 55% que no se debe cobrar aporte del apoderado además de subvención estatal, mientras 64% respalda que sus hijos vayan a un colegio que seleccione alumnos con buenas notas y conductas.
Las modificaciones en Educación son uno de los tres ejes programáticos de la administración Bachelet, junto con la reforma tributaria y el impulso a una nueva Constitución. El lunes, la Mandataria anunció un proyecto de ley que pone fin al lucro en la educación escolar -sumándose a la norma que ya rige en la universitaria-, el término gradual del copago en los establecimientos particulares subvencionados y el fin de la selección para el ingreso de alumnos.
Para iniciativas posteriores quedaron temas relacionados con educación superior, estatuto docente y desmunicipalización, entre otros asuntos.
Los puntos centrales del debate formaron parte de las preguntas realizadas por La Segunda-UDD en un sondeo telefónico, realizado el 21 y 22 de mayo a 849 personas, de 66 comunas del país. El estudio tiene un margen de error de 3,4% para un nivel de confianza del 95%
Del total de encuestados, el 85% dijo que tiene o ha tenido hijos escolares. De este porcentaje, el 39% dice que sus hijos han asistido a establecimientos municipales, el 27% a particulares subvencionados con platas del Estado más aporte en dinero del apoderado, el 22% a particulares subvencionados sólo con platas del Estado y el 12% a particulares pagados.
En cuanto a los principales ejes de la reforma, las opiniones están divididas. En estos temas fueron consultados quienes forman parte del 85% que dijo tener o haber tenido hijos escolares.
Sobre el fin al lucro, 52% está de acuerdo con eliminarlo en colegios con fondos públicos, versus el 37% que opina que los dueños de dichos establecimientos pueden recibir una retribución justa.
Sobre el copago, el 55% señala que no se debe cobrar aporte del apoderado además de la subvención del Estado, mientras el 41% indica que está de acuerdo con pagar de su bolsillo un aporte para mejorar la educación de sus hijos.
Donde se registra un rechazo es en cuanto a la selección para el ingreso de alumnos. El 64% dice que respalda que sus hijos vayan a un colegio que seleccione alumnos con buenas notas y conductas, mientras 27% señalan lo contrario.
El rechazo a la selección incluso es apoyado por la submuestras de los padres que tienen o han tenido hijos en establecimientos municipales: 56% versus 34%.
Además, ante la pregunta de si la selección por notas y conducta es discriminadora, el 57% dice que no y el 41% asegura que sí. Mientras que, en cuanto a los colegios particulares pagados, el 55% sostiene que no debe prohibirse la selección por notas y conducta, versus el 41% que indica lo contrario.
Más allá de los ejes específicos, en términos generales el 45% no cree que las medidas anunciadas por el Gobierno logren mejorar la educación, versus el 37% que sí las respalda.
Consultados -en una pregunta abierta- sobre qué falta en las medidas del Ejecutivo, el 32% menciona "profesores mejores preparados", 11% "preocupación por la clase media", 6% "concretar medidas", 5% "mejor remuneración profesores".
Durante la semana y después de los anuncios de Bachelet, varios parlamentarios -tanto oficialistas como de oposición- dijeron que, además de los temas planteados por el Gobierno para el debate, se necesitaba conocer iniciativas relacionadas directamente con la calidad de la educación.
Consultados directamente por qué aspecto se relaciona mayormente con una mejor educación, la mayoría de los encuestados -ya no sólo de la submuestra que dijo tener o haber tenido hijos escolares- señaló que "tener buenos profesores en los colegios" (82%), "mejorar las salas de clases con tecnología y comodidad" (79%), "modernizar las materias que pasan en el colegio" (76%), "que los colegios municipales pasen al Ministerio de Educación" (57%), "eliminar el lucro de los dueños" (54%) y "aumentar la subvención del Estado por alumno" (52%), entre otros conceptos.
Además, el 60% dice que la principal preocupación del Estado y el destino de las platas de la reforma tributaria deberían estar en todo el sistema escolar, incluyendo particulares subvencionados. Luego, el 18% menciona a la educación preescolar, el 8% a la educación universitaria, el 7% dice que "sólo en las escuelas y liceos municipales" y el 4% en la educación técnica y profesional.
De todos los encuestados, consultados sobre si pudieran elegir donde educar a sus hijos, el 39% señala establecimiento particular subvencionado, el 32% particular pagado y el 29% municipales.
El inicio del debate sobre la reforma educacional se produce, de acuerdo con el sondeo La Segunda-UDD, en medio de una baja en la aprobación del gobierno de Bachelet.
Según el sondeo realizado en abril, la gestión de la administración de Bachelet alcanzó 56%, mientras el rechazo fue de 26%. En el estudio realizado ahora, en tanto, el respaldo al Ejecutivo bajó cuatro puntos, a 52%, mientras que la desaprobación creció en igual proporción, pasando a 30%.
Esta tendencia ha provocado inquietud en el oficialismo, donde la han atribuido en días anteriores al desgaste provocado por la discusión sobre la reforma tributaria. Además del hecho de que el ajuste impositivo ha perdido respaldo ciudadano -lo que se ha visto reflejado en otras encuestas de opinión publicadas en días anteriores-, en La Moneda y el Ministerio de Hacienda han resentido los cuestionamientos lanzados no sólo desde la oposición, sino que también por parte de ex jefes de las finanzas de anteriores gobiernos de la Concertación, como Manuel Marfán, Eduardo Aninat y Alejandro Foxley.
Así, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aparece en el actual sondeo con 55% de aprobación y 34% de rechazo, que aumentó en 6%. En cuanto al titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, tiene 71% de apoyo y 29% de rechazo.
En cuanto a los ministros políticos, Rodrigo Peñailillo (Interior) tiene 79% de apoyo y 21% de rechazo; Ximena Rincón (Segpres) registra 74% de apoyo y 26% de desaprobación, y Alvaro Elizalde (Segegob) tiene 67% de apoyo y 25% de rechazo.
