Acompañamos a terreno al ex alcalde de Peñalolén y ex candidato presidencial. Al parecer, fue combinando esos dos roles que obtuvo el sello que busca darle a su gestión.
"Le pido disculpas a nombre del Estado. Aquí la injusticia clama al Cielo".
El intendente de la región Metropolitana, Claudio Benjamín Orrego Larraín, le responde a un dirigenta vecinal de Montenegro.
Leslie Calderón se enteró de que la autoridad estaba de visita en la comuna y partió volando a plantearle algunas cosas: Respetuosamente le expone un sinnúmero de quejas, entre ellas los malos olores que -durante gran parte del año- emanan desde la chanchería de «Porkland», el relleno sanitario de KDM y una planta de tratamiento de lodos de Aguas Andinas: "Hay gente que ya no da más".
Con su camisa arremangada, y escoltado por el alcalde de Tiltil, Nelson Orellana , Orrego la escucha con atención.
El reloj marca el mediodía y la máxima autoridad metropolitana está de pie, a todo sol, en el denominado "triángulo de las Bermudas" de la pestilencia, rodeado por relaves mineros y una chanchería. Desde lo alto de un puente en que se detiene con su comitiva, Orrego observa el panorama de una comuna que define como "ejemplo de desigualdad".
Estrena así, en terreno, el que será su estilo de trabajo, "outdoor", cercano a la gente y ejecutivo, muy en la onda que forjó durante los 8 años en que fue alcalde de Peñalolén. "La Segunda" lo acompaña, dos pasos más atrás, para registrar este nuevo sello con que él promete abordar todas las problemáticas que se le presenten durante su gestión.
Orrego está abrumado por lo que ve: "La realidad y el testimonio de los afectados siempre superan con creces los reportes técnicos. Sabía que aquí había problemas, pero escucharlos directamente... o sea: Si estaba indignado antes, ¡olvídate la rabia con la que me voy!".
Leslie le cuenta que los casi 850 habitantes del sector, que antes se abastecían con agua de pozo, hoy dependen del camión aljibe que les manda el municipio cada mañana. ¿La razón? Las napas se tornaron color café con leche cuando comenzó a funcionar el relleno sanitario.
De los 18 mil habitantes de la comuna, apunta el alcalde Orellana, 14 mil carecen de agua potable o alcantarillado. Y los que poseen electricidad reclaman que la cuenta es más cara que en otras comunas. "Yo tengo que pagar $40.000 mensual", relata la dirigenta vecinal.
Apenas comienza la visita del intendente y Orellana ya le plantea uno de sus anhelos: Que KDM (propietaria del relleno sanitario) les venda a precio rebajado la energía que produce... "Podemos abastecer a toda la comuna con 1,5 megawatts. KDM genera 14".
El mayor problema, en todo caso, lo representa la hediondez de la chanchería Porkland. El alcalde le pasa a Orrego una carpeta con el historial de faltas de «Porkland». En el equipo de cuatro seremis que acompaña al intendente están la titular de Medio Ambiente, Grace Hardy ; de Agricultura, Fabiola Freire ; de Salud, Carlos Aranda , y el de Transportes, Matías Salazar. Hardy recuerda que en febrero la empresa fue multada por la Superintendencia de Medio Ambiente debido a dos infracciones graves, por las que debía pagar alrededor de $138 millones.
"Lo que hicieron ahora para ganar tiempo fue ingresar un proyecto alternativo de manejo de biosólidos, que desde hace dos años se está tramitando. El 30 de mayo ingresarán al sistema de impacto ambiental una corrección a su propuesta, pero nuestra intención es que en estos casos tan graves haya una solución pronta, que el titular modifique su sistema o si no va a tener que cerrar", adelanta Hardy.
Pero Orrego va más allá. Carraspea, rasca la cabeza y anuncia que hablará personalmente con el superintendente "para decirle que aquí hay una comunidad que lleva cinco años junto a una empresa que, de modo sistemático, incumple una resolución de impacto ambiental. Aquí el tema no son las multas. Si en una semana no veo algún gesto de la empresa, voy a pedir la clausura". Sube la voz para hacerse escuchar entre el estruendo de los camiones que pasan por la Ruta 5 Norte.
El intendente se abraza con la dirigenta vecinal y le dice que espera tenerle novedades pronto.
La canchería, según hace notar el alcalde, tiene entre 15 mil y 20 mil cerdos y está sólo al 25% de su capacidad. "Puede crecer", asegura Orellana. Pero los tiltileños ya tienen suficiente. Este verano recién pasado, cuando en Montenegro celebraron los 107 años de la comuna, dos tercios del cóctel quedó intacto porque los malos olores impedían probar bocado. Las moscas no dejaban hablar tranquilo a los oradores del evento.
Asombrado, el intendente vuelve a levantar la voz: "Esto no tiene nada que ver con la cantidad de personas que vive aquí. Aunque fuera una sola, ningún santiaguino se merece vivir entre ratones porque algún empresario inescrupuloso fue incapaz de hacer las cosas como corresponde o porque la autoridad no fue capaz de fiscalizar oportunamente". Y a renglón seguido añade: "Hago un mea culpa . La vecina me dice que está cansada de mesas de trabajo. Lo tomo con un tremendo sentido de autocrítica. ¿Qué estamos esperando?, ¿que la gente se tome la carretera y paralice el acceso?, ¿esa es la señal que queremos dar?, ¿que si no hay tomas de carreteras, el Estado y los empresarios no somos capaces de resolver un problema? ¡No! En Tiltil todavía estamos a tiempo de hacer las cosas bien".
De todos modos -y ya menos ofuscado-, Orrego distingue entre Porkland (a la que bautizó como "un mal vecino"), de Aguas Andinas y KDM: "No los pongo en la misma categoría. Han tenido algunos problemas, pero tenemos que hacernos cargo de un pueblo que, por diversas razones, es el más afectado. Este debería ser el lugar con la mejor escuela, la mejor posta y la cuenta de luz más barata. Y esto a través de un plan de compensaciones para Montenegro y también para Tiltil".
Alguien bromea con la idea de que a Orrego "todavía le queda algo de candidato presidencial".
Es en la entrada del Parque Manuel Rodríguez donde el alcalde le tiene preparado a Orrego un desayuno al aire libre. Sobre la mesa hay pan amasado, queso de cabra, aceitunas y jugo de tuna, productos típicos de la zona. Es en ese contexto que el intendente conoce el principal sueño que tienen en Tiltil: Que el tren proyectado por EFE desde Santiago a Batuco se extienda 8,5 kilómetros más hacia el norte, "al menos hasta Polpaico".
Mientras se prepara un sándwich, Orrego demuestra un amplio conocimiento de la materia. "El plan de interconectividad significa, en el mediano y largo plazo, que cuando discutamos sobre el tren podamos hacer que llegue hasta Tiltil. Ya hablé con el director de Ferrocarriles del Estado... y voy a hablar de nuevo con él. Debemos avanzar en el diseño 'de detalle' de ese tren de acercamiento, que es una solución definitiva. No es caro. No hay que hacer cosas subterráneas. No tiene que expropiar demasiado. Se necesita simplemente la voluntad política", dice.
Justo donde están reunidos, de hecho, pasó recién un tren de KDM rumbo al relleno sanitario, con los residuos provenientes de Santiago.
En lo inmediato, y tal como se quejan los concejales y algunos vecinos que conforman este improvisado "cabildo abierto", existe otro problema, el de los buses que viajan a Santiago. "Se supone que salen cada 20 minutos", acusan los residentes, "pero la realidad es que la empresa junta tres máquinas en una misma salida y, como consecuencia, algunos viajeros tenemos que esperar hasta una hora y media para el siguiente despacho".
Es el seremi de Transportes el que responde esta vez, y anuncia que se reunirán con los responsables para analizar la frecuencia de los viajes, sobre todo en las horas punta. Como medida de largo plazo, añade, estudiarán un sistema que permita interconectar las otras localidades de la comuna con la estación a la que llegará el tren de acercamiento.
"¿Cuando fue la última vez que ustedes vieron aquí a un intendente y cuatro seremis?", les pregunta Orrego a los concejales. "Tengo una misión de parte de la Presidenta Bachelet y la voy a cumplir", anuncia, justo antes de montarse en una de las cinco camionetas 4x4 que componen su comitiva. Enfilan hacia Lampa, a gran velocidad.
