Claudio Elórtegui enfatiza que los nueve planteles privados del Consejo de Rectores "tenemos una legítima preocupación en torno al trato que debemos recibir de parte del Estado".
"Lo que hemos criticado es el doble discurso", dice el rector.
"La postura de las universidades del G9 (planteles privados del Consejo de Rectores) no es contra las universidades estatales ni es contra el ministro Nicolás Eyzaguirre, sino que es una expresión clara de la legítima preocupación de los rectores de estos nueve planteles en torno al trato que debemos recibir de parte del Estado".
Con esas palabras, el rector de la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), Claudio Elórtegui, abordó el polémico "quiebre de confianzas" que existe entre las máximas autoridades del Consejo de Rectores (organismo que agrupa a los 25 planteles tradicionales) y que hace dos semanas salió a la luz pública por el trato preferente que los planteles estatales exigen al Gobierno.
Dicho Consejo está formado por 16 casas de estudios estatales y 9 privadas con aporte estatal: Todas las Católicas además de las universidades Austral, de Concepción y Federico Santa María.
-¿Cómo están las relaciones entre las universidades estatales y el G9?
-No ha habido nuevos desarrollos luego de lo que ocurrió en la última sesión del Consejo, así la que situación es bastante similar.
-Todos hablaron de restablecer confianzas y ya han pasado dos semanas...
-El restablecer confianzas es un proceso que requiere voluntades de todas las partes y evidentemente no es una cosa instantánea. Aunque claro, debemos abordar estos temas.
El rector -quien además es vicepresidente del G9- explica que el tema no sólo ha generado preocupación entre los rectores, "también en las comunidades académicas que nosotros representamos. Lo que aspiramos es a que el gobierno de la Presidenta Bachelet al menos mantenga la política de Estado en relación al trato que se les ha dado a las universidades públicas no estatales del Consejo de Rectores, porque esas políticas se han ido construyendo durante más de 60 años durante gobiernos de distintas orientaciones políticas e ideológicas".
Por ello, dice, el G9 está a la espera de una reunión que pidieron con el ministro Eyzaguirre para abordar estas dudas.
Aclara que "para nosotros el Consejo de Rectores ha sido y sigue siendo un elemento fundamental en el desarrollo de la educación superior chilena. Lo que hemos criticado es la doble agenda y el doble discurso de las universidades estatales, pero creemos que el Consejo debe seguir sirviendo como vehículo de encuentro para el bien del país".