A Luis Riveros le gusta que lo llamen "rector", aunque ya no ostente el cargo que tuvo desde 1998 al 2006 en la Universidad de Chile. Cree que debería adoptarse esa costumbre honorífica que existe en otras universidades del mundo, como en Harvard.

Pero también quiere mantener otro título: el de presidente de la Gran Logia Masónica de Chile.

Este sábado compite con Sebastián Jans Pérez, un temuquense de 61 años que durante más de veinte ha trabajado en una empresa australiana con presencia en Chile, y paralelamente se ha dedicado al estudio filosófico. En mayo publicará su libro "Temas del Laicismo Chileno", en sistema digital.

A Luis Riveros también le interesa la tecnología. Está pensando en abrir una cuenta en Twitter. Pero esto es sólo un dato anecdótico, porque lo que hoy lo ocupa es la elección del sábado, cuando en las 229 logias a lo largo del país voten unas 1.900 personas de las alrededor de 14 mil que componen la población de masones en Chile. Van a las urnas solamente los que son o fueron jefes de logias.

A los 66 años, el hombre de la corbata humita cree que ha logrado "mucho" en su periodo a la cabeza de los masones, especialmente en lo que se refiere a visibilidad. Menciona la participación de autoridades, desde el Presidente de la República hacia abajo, en la conmemoración de los 150 años de la Gran Logia; y que "hemos congregado a los parlamentarios que pertenecen a la masonería".

Informa que 15 diputados componen hoy la bancada masónica.

-¿Y cuántos masones hay en el nuevo Gobierno?

-Hay varios, a distintos niveles, pero nosotros no usamos la influencia en el sentido de las (malas) prácticas políticas.

-Pero quieren influir en la vida nacional.

-No es, obviamente, un secreto el que nosotros estamos preocupados de la necesidad de un cambio constitucional. Creemos que el país necesita modelar su institucionalidad, que eso requerirá un debate y, para nuestro gusto, debe estar dentro de todas las normativas que pueden ser enriquecidas con la participación ciudadana.

-¿Está de acuerdo con una asamblea constituyente?

-A mí me parece que una asamblea constituyente puede derivar sus resultados al Parlamento, que es quien finalmente debe elaborar el nuevo cuerpo constitucional. Es muy importante combinar participación con respeto a la institucionalidad vigente. Queremos cambiarla, pero no transgredirla. Yo creo que hay que hablar de un cambio (en vez de modificaciones específicas) porque hay que sustituir varias lógicas. Hay un poder presidencial exagerado.

-¿Cambiar el régimen presidencial por uno parlamentario?

-No, yo creo que hay que ordenarlo de manera distinta. Yo buscaría un mayor balance entre el Parlamento y los derechos del Presidente. Pero eso también requiere mirar el tipo de quórum que actualmente se requieren para cerrar medidas. El país tiene que funcionar de acuerdo a la lógica de hoy. La gente aspira a tener participación directa en los procesos legislativos.

-Algunos defensores de la actual Constitución destacan la importancia que ésta consagra al derecho a la vida. ¿Está de acuerdo?

-Bueno, yo creo que eso es algo que nadie puede objetar.

-La Gran Logia también cambió su Constitución, que redactó Jaime Campos, ex integrante del gabinete de Ricardo Lagos.

-Sí, la modernizamos, fue aprobada por las logias y ahora viene el momento de implementarla. Hay que reflejarla en los reglamentos internos.

-¿Cuál es su compromiso para los próximos 4 años?

-Creo que tenemos que seguir mejorando en términos de docencia, meterle tecnología a todo lo que es la organización interna que nos permita una interacción mucho más ágil Queremos una docencia con sistemas de chat, videoconferencias, y que para los miembros de la Gran Logia esta sea una actividad que se pueda realizar por la vía electrónica.