"La Segunda" recorrió las zonas donde también se registran los más altos niveles de temor en la población, a nivel nacional, según los índices de «Paz Ciudadana». ¿Qué tiene así a sus habitantes? Balaceras diurnas y niños traficantes son el pan de cada día. Hablan el alcalde, dirigentes vecinales y Carabineros.
El lunes recién pasado La Granja tuvo su propio terremoto.
Ese día se publicó un estudio de la fundación «Paz Ciudadana» que situaba a la comuna en el primer lugar de una lista de victimización y temor en la población. Según el sondeo, en casi la mitad de sus hogares (48,9%) alguien fue víctima de un robo o intento de robo durante el 2013. El 18,2% de los granjinos aseguraron vivir con "alto temor"... muy por sobre el promedio nacional de 12,5%.
La primera reacción de las autoridades locales y los vecinos fue alegar contra la "estigmatización", la misma que por años han debido sufrir otras comunas, como La Pintana. Reclaman con fuerza que en La Granja la mayoría de sus 130 mil habitantes son gente de esfuerzo. Pero a la larga, y en voz baja, admiten que hoy la situación "es compleja".
"Es cierto que la gente está atemorizada, como cualquiera. Sobre todo cuando ves la cantidad de armas en las poblaciones. Hay delincuentes con pistolas automáticas. ¿Quiénes las proveen?", se pregunta el alcalde Felipe Delpin (DC). Y añade: "La gente siente las balaceras, se escuchan de día y de noche. Eso es real. Pero son los Carabineros y el Ministerio del Interior los llamados a proteger y dar seguridad a la comunidad, a ellos corresponde velar porque esta situación no siga creciendo".
Reconoce que a pesar de que se ha logrado encarcelar a bandas completas "su espacio lo ocupan otros, inmediatamente". Por eso Delpin les pide a las policías que realicen un trabajo más permanente, "investigando e infiltrándose en estos grupos".
De noche, las esquinas de la población Yungay -una de las más "brígidas", según sus vecinos- se pueblan de pequeños puestos de venta de comida rápida, a los que llegan padres de la mano de sus hijos. Nada fuera de lo común... salvo que, tal como le ocurrió a Rosa Valenzuela , se desate una balacera entre dos bandas rivales. "Disparaban de una esquina a otra", recuerda ella, quien nació hace 37 años en la comuna y hace tres preside la junta de vecinos de esa población.
Su diagnóstico no puede ser más negro: "Los niños de 12 o 13 años que antes jugaban en el parque Brasil... ahora los tenemos traficando en las esquinas (...) No sólo consumen: como no son imputables hasta los 14, los traficantes los usan como 'soldados'. Estamos perdiendo a los niños, porque no tenemos ningún apoyo de programas del Gobierno para sacarlos de la droga".
Fue hace más de una década, de hecho, que el Ejecutivo intervino La Granja con una inversión de $300 millones. "La única vez que vimos a los carabineros fue cuando vino la tele", apunta Rosa. Con los niños de la Yungay hoy sólo trabaja una ONG (ver recuadro).
El concejal Sergio Robles (PC) vive en la misma población "desde que era una toma" y se llamaba Villa Lenin, en 1971. "La avenida principal se llamaba 'Nuevo Moscú' y las manzanas eran 'módulos' ", recuerda. Tras el Golpe de 1973 se cambiaron esos nombres... y poco después se construyeron los blocks de tres pisos que hoy ya suman casi 40 años, como evidencian sus deteriorados techos.
Aunque trabajan en una mesa barrial, Robles extraña los años cuando los vecinos eran más unidos, por ejemplo, a través del deporte y ocupaban los espacios públicos: "Aquí faltan recursos del Gobierno central para atender las demandas (...) El parque Brasil, la mayor área verde de la comuna, necesita una intervención. Hay campos deportivos, una pista atlética, pero no se les saca provecho por falta de dinero".
A la hora de sacar cuentas, el alcalde Delpin tiene claras las cifras: "El presupuesto de La Granja es de $12 mil millones. Las Condes tiene $200 mil millones".
-¿Qué opina sobre el anuncio del nuevo Gobierno? Darán un mayor protagonismo a los alcaldes en materias de seguridad ciudadana.
-A mí me encantaría tener los equipos de seguridad que tienen Las Condes o Vitacura, pero no tengo recursos para eso. Si el Estado aporta, es la única forma de mejorar nuestros programas.
La inseguridad en La Granja, en todo caso, es similar en otras zonas. La población San Gregorio, en el corazón de la comuna, es tristemente famosa por legendarios reyes del hampa, ambos asesinados, como René "El Lauchón" Morales o "El Indio Juan" Mujica.
En el último tiempo la San Gregorio ha sido una de las más favorecidas con el programa estatal de mejoramiento de barrios, con nuevas áreas verdes, veredas y una cancha de pasto sintético. El municipio gastó $300 millones en 40 plazas en toda la comuna y la semana pasada inauguró un skate park . Ahora invertirá otros $400 millones en mejorar once canchas más. Delpin ve en el deporte una alternativa contra la droga: "Durante mi campaña un joven me dijo: 'No puede ser que la única entretención que tengamos sea fumar marihuana' ".
En la zona sur, en tanto, está la emblemática población Lago Chungará. Eliana Carrasco , nacida en La Granja, vive en el barrio desde que los blocks se inauguraron. A dos décadas, cuenta que muchos vecinos "criaron a sus hijos y se fueron, arrendándoles o vendiendo sus casas a gente que trafica y delinque".
Hoy, asegura, hay "al menos dos edificios completos que están enteros arrendados por estos bichos. Y no podemos hacer nada".
Eliana, en todo caso, responsabiliza del problema a factores más profundos. "Vivimos en departamentos de 46 metros cuadrados, cuando el mínimo es 54. Eso ha generado muchas ampliaciones irregulares que no sólo afean el barrio, sino que también lo hacen más peligroso". Entre los blocks , cuenta, no es raro que se oculten y reúnan delincuentes de otros sectores.
Hoy Carrasco trabaja en un proyecto de "condominios sociales" para su población: con subsidios reparan daños en techos y escaleras. Más tarde quieren cerrar los condominios y tener control sobre los arrendatarios. "Queremos limpiar", resume.
El alcalde Delpin se queja también de la baja dotación policial y su poca presencia en las calles: "Habiendo motos, nunca las vemos, los vecinos se quejan que llaman y nadie llega".
"Con 60 carabineros, ¿podemos hacer algo", cuestiona. Y a renglón seguido asegura que las cifras de la propia policía no coinciden con los delitos que a él más le relatan los vecinos, como robos con fuerza o intimidación: "Quizá la gente no confía porque teme que no se guarde el secreto de sus identidades".
Mientras Eliana Carrasco reclama que "derechamente la policía no hace nada", Rosa Valenzuela se atreve a ir más allá en su cuestionamiento: "Si llamo al Plan Cuadrante, a los 20 minutos el traficante ya sabe que lo denuncié, entonces ¿a quién recurres?". La dirigente de la población Yungay asegura que "hoy tenemos un problema grave con las policías, porque algunos se relacionan con los mismos delincuentes (...) Yo veo que llegan los furgones, sube el carabinero al departamento, saca su parte y se va".
Aunque años atrás trabajaron unidos, los cambios de dotación "han empeorado el panorama (...) Hoy las confianzas están totalmente rotas".
La principal unidad policial de la comuna, la 13ª Comisaría, hizo noticia hace un mes cuando desde su interior se robaron una caja fuerte con $12 millones. Un caso que todavía se sigue investigando y puso en tela de juicio el desempeño de la policía uniformada en el sector.
El prefecto de Carabineros de la zona sur, coronel Renato Avello , respondió las inquietudes de los vecinos de La Granja, asegurando que la institución trabaja "en base a la confianza" entre la institución y los granjinos.
Según el coronel, "la cantidad de denuncias ha aumentado. En el primer trimestre de este 2014 hay un alza de 11% en la cantidad de denuncias (comparado con el mismo periodo de 2013). Antes había una cifra negra porque la gente veía situaciones y no tenía el conducto, no sabía o simplemente no se atrevía a denunciar".
En cuanto a la dotación de personal para La Granja y la tardanza en algunos procedimientos, Avello aseguró que, "si bien uno siempre quisiera tener más personal que el que se destina, siempre se hacen los esfuerzos para controlar las necesidades del sector (...) No es que el Plan Cuadrante no funcione, es que en ocasiones hay varios procedimientos en curso". Sobre las identidades de los denunciantes, aseguró que se mantienen en reserva y sólo se conocen a nivel interno: "Hay veces que entre familias que tienen problemas se hacen denuncias solamente para perjudicarse. La más común es que la familia X vende droga, y cuando se hacen las diligencias no se encuentra nada".
-Dirigentes de la población Yungay acusan que hay carabineros que tienen nexos con delincuentes...
-En Carabineros tenemos un departamento de asuntos internos que verifica cuando hay una denuncia sobre un funcionario que podría estar cometiendo una irregularidad. Eso se investiga e inmediatamente; si se tienen los antecedentes, se pone en conocimiento de los tribunales y se adoptan las medidas administrativas en forma enérgica y rápida.
El coronel Avello agregó que su llamado a esos vecinos de La Granja es a "ir a la prefectura sur, donde estoy yo. Que vengan con los antecedentes, nosotros podemos analizarlos, buscar más datos con organismos especializados y proceder. No digo que no pueda ocurrir, pero si ocurre, lo ideal es que la gente haga una denuncia seria para poderlo corregir".
