La idea es que puedan asociarse, postular a fondos municipales y competirles "de tú a tú" a los malls, para recuperar clientela.
Tienen un encanto especial, un ambiente con olor a historia. Entrar a las galerías del centro de Santiago es como retroceder en el tiempo.
Es por esto que la alcaldesa Carolina Tohá decidió implementar un plan para ir en su rescate, lograr que más gente las visite y puedan hacerle mejor competencia a los malls .
Nuestra capital puede jactarse de poseer la mayor red de pasajes urbanos de todo el mundo: juntos suman más de 5 kilómetros.
Preocupados por el "estancamiento comercial" que están viviendo actualmente, en la Dirección de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Santiago -en conjunto con la Universidad Diego Portales- están impulsando un programa para que las galerías se establezcan como asociaciones y puedan así postular a fondos que les permitan mejorar el servicio que ofrecen al público.
Según Tohá, "muchas galerías tiene un valor arquitectónico y patrimonial gigantesco... y en general están bastante bien mantenidas. Pero han tenido muy poca promoción". Y como se trata de un comercio que es muy típico de Santiago, la idea de la jefa comunal es que "la gente pueda considerar a las galerías como una real opción a la hora de vitrinear y comprar (...) El público espera que le otorguen un servicio de calidad, con señalética, seguridad y baños, que son las típicas cosas por las cuales hoy muchas personas tienden a preferir los malls ".
"Hoy no es posible que realicen grandes cambios o proyectos, porque los locales funcionan de manera separada, velan cada uno por sus intereses. Si se asocian, en cambio, pueden aspirar a más. Eso es lo que buscamos fomentar", apunta Tohá.
Una iniciativa que aplaude Elida Balocchi , administradora de la Galería del Angel (Huérfanos 786): "Creo que se trata de una excelente noticia que, de concretarse, contribuiría al mejoramiento de las tradicionales galerías, revitalizando todo el sector". En caso de poder acceder a nuevos recursos, añade, "no me cabe duda de que serían destinados al remozamiento de nuestra galería, una de las con mayor movimiento de Santiago".
Según Balocchi, "es lamentable observar el deterioro que hoy presentan otrora hermosas galerías, históricas. Esta situación se debe, en gran parte, al endémico problema de falta de recursos de las comunidades (...) Espero que todos los edificios que albergan galerías recibamos mayor información por parte de la municipalidad para poder sumarnos a este proyecto".
En paralelo, y como ganador de un proyecto Fondart, el sociólogo Tomás Rojas se encuentra trabajando en otro proyecto que beneficiará a las galerías. "Mi trabajo apunta a ser un aporte a la valoración patrimonial de las galerías y pasajes comerciales de Santiago Centro, a través de una investigación sobre sus usos". Así, Rojas elaboró un catálogo con las 26 galerías del centro y en mayo montará una exposición en el Palacio Consistorial, a lo que se sumará la creación de una "ruta patrimonial" que permitirá conocer toda la red de corredores.
Según Rojas, si la iniciativa del municipio "sólo se refiere la posible asociatividad de las galerías, creo que mucho aporte no puede hacer".
La primera de todasLa aparición de las galerías en Santiago se remonta a 1850, cuando se inauguró la entonces "Galería Bulnes" (actual pasaje Matte). El auge de estos espacios comerciales, sin embargo, llegó a principios de los '30, gracias al impulso del arquitecto austríaco Karl Brunner, autor del Barrio Cívico, quien promovió normativas que permitieron el desarrollo de "pasajes abiertos" que conectaran las calles.
La mayoría de estas construcciones poseen 8 pisos y se dividen en un cuerpo inferior para el comercio, un espacio intermedio para oficinas, y uno superior para viviendas y terrazas.
La tradicional Galería Imperio está hoy en proceso de remodelación.
La Crillón es considerada como la más "distinguida" de las galerías.