La semana pasada, el Centro de Padres del Colegio Apoquindo contrató oficialmente a un abogado para que los represente ante el proceso que está viviendo la comunidad escolar con la venta del establecimiento a la sociedad propietaria del Mayflower. El martes "La Segunda" reveló que la escritura de compra-venta fue firmada ante notario el pasado 6 de marzo, sin que se hubiera comunicado la situación a los directamente afectados.

El vicepresidente del Centro de Padres, Gabriel Rinon , indicó que contrataron al abogado Absalón Valencia con dos claras líneas de trabajo. Una de ellas es "investigar qué irregularidades puede haber en la transacción, porque no olvidemos que la propiedad del colegio fue pasando por distintas sociedades, y también hay temas pendientes por la resolución que encontró culpables de abuso a dos auxiliares. Pensamos que es posible pensar en una marcha atrás a la venta".

La otra preocupación es "exigir que nos den a conocer si es que existe algún contrato fuera de la escritura de venta donde se detallen las condiciones reales en que queda la comunidad escolar: si está asegurado que van a tomar a todos los alumnos, si les van a hacer algún examen de admisión, si van a cobrar cuota de incorporación o si se la van a devolver a alguien que decida no seguir porque le cambiaron el proyecto académico. Son preocupaciones muy válidas, porque si uno se guía por lo publicado ayer por ustedes, el 24 de diciembre el colegio se tiene que entregar vacío".

Este camino legal iniciado como Centro de Padres, aclara Rinon, no invalida lo que están realizando paralelamente tres apoderados con el respaldo del abogado Ciro Colombara.

 

El sacerdote "empresario"

 

La escritura de venta fue firmada por el sacerdote Sebastián Navarrete, María Eugenia Gandarillas y Horacio Aránguiz, representando a la sociedad Colegio Apoquindo Femenino Ltda.

-¿Alguno de los miembros de la sociedad ha ido al colegio a explicar a los padres la venta?

-Para nada. En este momento Gandarillas no está disponible para atender a nadie. El padre Navarrete tampoco viene al colegio, no contesta correos ni nada. La última vez que estuvo aquí fue el lunes de la semana pasada, cuando les dijo a los profesores que a partir de diciembre están todos despedidos. Hay una persona que se autonombró gerente de la fundación, que no pertenece al colegio, no está en la plantilla de sueldos ni tiene contrato. Simplemente factura honorarios. Se trata de José Manuel Retamal Bustos, que es el gestor inmobiliario de esta operación, y que está enviando comunicados a los padres donde no dice ni asegura nada.

-En la escritura el padre Navarrete figura como empresario...

-Nos parece que finalmente dijo la verdad en algo. Y rastreando información, uno después se da cuenta de que no es la única empresa que tiene. Aparte posee una cantidad impresionante de propiedades, a su nombre y de la sociedad. A nivel comunidad, diría que estaba muy interesado en vender el colegio para recibir su parte.

-¿Cómo llegó él a la sociedad propietaria?

-Es capellán de la FACh. Ingresó a mediados de los '90, cuando el colegio necesitó un capellán, porque el anterior había fallecido. De a poco fue metiéndose en la sociedad y en todo.

-La escritura señala que parte del dinero pagado irá para cubrir deudas del colegio.

-La situación financiera del establecimiento es mala. Desde hace muchos años tuvo una deficitaria administración por el lado de la fundación, sumado a que cuando los Legionarios entraron en 2010 no hicieron mucho para revertirlo, e incluso lo incrementaron al aumentar tremendamente el costo del colegio. Sólo en el masculino había seis o siete sicólogos, y el director y subdirector tenían sueldos increíbles. Además, saliendo los Legionarios en diciembre de 2013, se dedicaron a tratar de llevar a los alumnos a sus colegios, con condiciones especiales, proceso de admisión fuera de plazo y demases. Retamal a fines del año pasado aseguró que el colegio seguía, mientras ya tenían casi cerradas las gestiones. El engaño fue por todos lados.