El arquero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera.
El 11 de marzo la Fiscalía cerró la indagatoria iniciada luego que la madrugada del 17 de septiembre del 2012 el futbolista fuera sorprendido conduciendo en estado de ebriedad por personal de Carabineros en el balneario de Maitencillo.
Según los antecedentes, mientras personal policial se encontraba realizando controles preventivos en las afueras de las ramadas del sector, transeúntes alertaron de la presencia de Herrera y que este se retiraba conduciendo en estado de ebriedad.
Los efectivos fiscalizaron el móvil conducido por el portero, constatando la información. Además lo sorprendieron usando un duplicado de su licencia, que a la fecha, se encontraba suspendida por dos años y en posesión del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago. La razón es que se encontraba abierta una causa anterior en contra del también seleccionado nacional, por su responsabilidad en el atropello y muerte de la joven Macarena Cassasús en enero del 2009. En ese caso, en junio del año pasado el Tercer Tribunal Oral en lo Penal determinó que era autor de cuasidelito de homicidio y lo condenó a una pena remitida y a una primera suspensión de su licencia de conducir por dos años.
En el caso de Maitencillo, tras su detención y al ser examinado el alcotest indicó que Herrera mantenía 1,06 gramos por mil de alcohol en la sangre, índices que más tarde fueron ratificados por la alcoholemia, que horas más tarde registró 0,81 gramos por mil de alcohol en la sangre.
Con estos antecedentes, el pasado 25 de octubre fue formalizado por conducción de vehículo con licencia obtenida en contravención a la ley. Sin embargo, la Fiscalía de Quintero decidió no perseverar en esa segunda arista, luego que la investigación no permitiera reunir antecedentes suficientes para fundar una acusación al respecto.
