El martes en la noche, cinco mil ciclistas en caravana colmaron la paciencia de quienes regresaban a sus casas, en vehículo. En Las Condes y Providencia se generaron enormes tacos. Las redes sociales ardieron.
En la foto se ve el paso de la caravana por la Plaza Perú (Las Condes).
Foto @RAS_SILVA
Bocinazos y tuits.
Esas fueron las dos principales formas que eligieron los automovilistas para reclamar por los enormes tacos que la noche de este martes se formaron en las comunas de Las Condes y Providencia, sobre todo en el sector de Carlos Antúnez, entre Antonio Varas y Tobalaba.
La razón de la congestión era una sola: como ya es tradición -y bajo la consigna "Somos caleta y andamos en bicicleta"- ayer se desarrolló una nueva manifestación sobre ruedas de la agrupación «Ciclistas Furiosos» (la realizan por diferentes circuitos los primeros martes de cada mes). La convocatoria reunió a más de 5 mil personas en la Plaza Italia, a las 20:00 horas.
Uno de los automovilistas que quedó atrapado fue Francisco (33), un profesional que vive y trabaja en Providencia, y que soltó el volante para estampar su indignación en Twitter: "Ciclistas, lo hacen pésimo. ¿Qué pasa si voy a la clínica o si tengo un hijo enfermo? Así no, señores", escribió.
Ya más tranquilo, esta mañana contó a "La Segunda" que "tenía un importante compromiso en mi departamento y suponía que a las 20:30 no tendría problemas de atochamiento en el traslado desde mi oficina hasta mi domicilio. Demoré 60 minutos en un tramo que, a esa hora, no debería tomarme más de 10. Cientos de autos estaban completamente atascados. Tuve que excusarme con mis invitados".
Aclarando que "no puedo estar más de acuerdo con el uso masivo de las bicicletas", por tratarse de "un medio de transporte limpio y que implica actividad física", Francisco cree que cicletadas como la de ayer "son una mala idea para masificar el uso de la bici. Genera un efecto contrario en la ciudadanía, convirtiendo injustamente a los ciclistas en los malos de la película".
"Los ciclistas tienen todo el derecho a manifestarse, pero su libertad para ejercer ese derecho debería llegar hasta el punto en que comienzan a vulnerarse los derechos de terceros. Y eso es lo que pasó ayer. Mal no por los ciclistas, sino por los organizadores", apuntó.
Como él, fueron numerosos los twitteros que reclamaron por la "prepotencia" de los ciclistas. Tal fue el caso del urbanista Iván Poduje , quien en las redes sociales fue enfático: "Fanaticada de las bicicletas le hacen flaco favor a este importante medio de transporte, con sus actitudes individualistas e intolerantes". Hoy aseguró que existe "una demanda creciente por el uso de la bicicleta como medio de transporte, lo que me parece positivo (...) Pero la falta de infraestructura hace que muchos ciclistas estén usando espacios destinados a peatones".
"Lo que vi ayer en la marcha fue algo muy masivo y tranquilo, pero también había algunos ciclistas que insultaban a los automovilistas con intolerancia... Eso no me parece. Hay una actitud que hay que cuidar, de respeto por el espacio público", añadió.
El twittero Sebastián Lehuedé (@s_lehuede) aseguró que la cicletada tenía "al menos 4 kilómetros (...) 15 o más minutos de espera para automovilistas y pasajeros de transporte público". "La relación autos, bicis y peatones está adoptando ribetes de guerra", añadió @LaMarceCubi. Sebastián Gray , presidente del Colegio de Arquitectos, celebró "la manifestación mensual de los ciclistas. Si no lo vinieran haciendo desde hace 15 años, hoy no tendríamos unas pocas ciclovías".
Los ciclistas se movilizaron de manera pacífica, siempre por la calle, tocando las campanitas de sus vehículos... pero sin respetar las luces rojas de los semáforos, los discos Pare ni los Ceda el paso. El flujo era continuo.
Felipe Araos , dirigente del movimiento "Ciclistas Furiosos" -uno de los organizadores de la manifestación- explicó esta mañana que "llevamos haciendo la cicletada hace más de 18 años, empezamos con seis personas. El peak lo tuvimos en agosto de 2012, cuando hicimos la cicletada número 200 y juntamos cerca de 9 mil bicicletas".
-¿Qué es lo que piden?
-Partimos con un grito de guerra, que era para pedir ciclovías. Con los años fue variando y nos dimos cuenta de que hay que ir un paso más allá con las demandas. Es una protesta, es una fiesta, es una celebración para reivindicar el uso de la bici. Queremos que haya educación vial en los colegios, que se reduzcan las velocidades de las calles, mejoras en las ciclovías y que la bicicleta sea considerada un vehículo intermodal más del sistema".
