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Furor por las cámaras «GoPro»: Hoy hasta las usan las madres para "monitorear" a sus hijos

De la mano de deportistas extremos, saltaron a la de usuarios comunes y corrientes. Y es que sirven, literalmente, para todo. Son sumergibles e instalables en insólitas ubicaciones.  

por:  Miguel Ortiz A., La Segunda
viernes, 28 de febrero de 2014
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Hasta hace muy poco las usaban sólo los deportistas extremos, para registrar sus hazañas: piruetas en skate, saltos en paracaídas, descensos en la nieve, "surfeos" en el mar.

Pero las cámaras «GoPro», al menos en Chile, ya comenzaron a masificarse.

Carolina Rodríguez (34) se compró una hace tres semanas. ¿Para qué? La usa como monitor de audio y video para controlar a Daniel, su hijo recién nacido, mientras duerme. "La conecto al iPhone y puedo ver en tiempo real lo que está pasando en su pieza. Es mucho mejor que los parlantes, que sólo te permiten escuchar si se pone a llorar o si está respirando".

Y es que la gracia de estas cámaras deportivas es, precisamente, su versatilidad.

Algunos modelos tienen incorporado un sistema wifi que permite maniobrarlas a distancia con el celular. Otras -como la "HERO3+"- viene con un control remoto.

Más barata por internet


El surfista Juan Manuel Jaramillo (26) tiene su «GoPro» ajustada en la punta de la tabla. Con ella monta las olas y graba sus destrezas. En su iPad edita los videos y los sube a su cuenta en Instagram o se los envía a sus auspiciadores, para que los pongan en la web. El "Manu", como le dicen sus amigos, cuenta que "mucha gente, al ver los videos, se ha motivado a practicar el surf por primera vez (...) Poder ver lo que ve un surfista cuando está dentro de una ola es asombroso, dan ganas de dejar de verlo en una pantalla y vivirlo en carne propia".

"En las clases que doy en Punta de Lobos (Pichilemu) les muestro los videos a los alumnos. Me sirve para que vean las posturas, dónde van los pies, y para que le pierdan el miedo a las caídas", apunta.

Tanta maravilla, en todo caso, tiene su precio... aunque se trate de un aparato tan pequeño. La más sencilla vale $179.000 en el mercado chileno, aunque se pueden encargar por internet a US$ 199 (unos $111.000). Con ella se pueden grabar videos de calidad profesional (hasta 1080p30) y fotografías de 5MP, a tres fotogramas por segundo. Es, además, sumergible hasta 40 metros de profundidad. La más cara vale $309.000 (US$ 399 en internet), es un 20% más pequeña y liviana, posee un sistema "SuperView" -modo de video que captura la perspectiva de un gran angular- y la batería dura un 30% más.

Además de la aplicación para smartphones (gratis en la App Store), las «GoPro» poseen una serie de accesorios que facilitan su uso. Ejemplos: existen correas, arnés y soportes con ventosa para instalar la camarita en cualquier parte del cuerpo, el casco, la bicicleta, la moto o cualquier vehículo.

Rodrigo Casasempere, brandmanager de «GoPro» en Chile, cuenta que las cámaras "hoy son también usadas por empresas mineras, Carabineros, las Fuerzas Armadas, los Bomberos, algunos médicos para grabar operaciones... etcétera. Tengo incluso el reporte de un cliente que la compró como cámara de seguridad para su oficina".

¿Policías corruptos?


"En países como Rusia o algunos estados de Norteamérica, donde hay policías corruptos, hay personas que la ponen en el auto para registrar sus viajes y grabar las conversaciones en caso de ser detenidos en el camino. Luego el material les sirve como prueba, por si tienen accidentes o les sacan un parte", cuenta Ernesto, vendedor de tecnología en una multitienda donde las «GoPro» están agotadas.

Un buen competidor de este tipo de dispositivos lo representa «Sony», con su " Action Cam ". Por $199.990 se consigue un modelo HDR-AS15, con video full-HD, un lente Carl Zeiss gran angular, wifi y 5 modos de grabación (incluido un "ultra lento" o la opción de 120 fotogramas por segundo).

Y cuando las " selfies " ya se han convertido en tendencia, las minicámaras de foto son furor. Bien lo sabe Rosario Amenábar (29), quien acaba de llegar de su luna de miel por quince países de Europa y Asia: "Antes de partir le regalé a mi marido una de estas camaritas porque como íbamos a viajar solos, no íbamos a tener quién no sacara las fotos. Entonces pusimos la «GoPro» en la punta de un bastón, y eso nos permitió salir juntos en todas las fotos".

"Es mucho más fácil y entretenido que las otras cámaras, porque es súper portátil (...) Incluso, si quieres, la puede usar como cámara oculta", añade Rosario.

Una "pista" para Schumacher


Además de diversión, las cámaras «GoPro» han demostrado ser muy útiles para otros intereses.

El ex piloto Michael Schumacher (45) llevaba una en su casco el día en que sufrió el accidente en la nieve que hoy lo mantiene en estado de coma. Las imágenes capturadas por el dispositivo fueron analizadas por los investigadores del incidente para conseguir evidencias sobre las circunstancias de la caída.

El fácil uso de estas cámaras quedó demostrado ayer, cuando un pequeño mono le "robó" su «GoPro» a un visitante de un templo Bali en Estados Unidos. El animal tomó fotografías... y hasta sonrió para un simpático autorretrato.

 
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