Cinco tarotistas diferentes, en cinco puntos distintos de Santiago. Las mismas preguntas para cada uno. Sus pronósticos quedaron registrados... y los citamos de manera textual. Un reportaje testimonial sobre una experiencia 100% paranormal.
Clientela no les falta. Se instalan con una mesita y un par de pisos, un mantel de estampados esotéricos... y una varilla de incienso, para darle un aroma místico al servicio.
Durante los últimos años han proliferado en Santiago los tarotistas callejeros, sobre todo en el centro de la ciudad y en algunos puntos de Providencia. Curiosos por conocer lo que dicen las cartas, son cientos los transeúntes (desde dueñas de casa a ejecutivos) que se toman hasta media hora para hacer preguntas sobre su destino... confiando en que el intérprete de los naipes es un noble conocedor de esta disciplina.
Cuando se trata de venta de comida callejera, es la Seremi de Salud la encargada de fiscalizar su higiene. Los kioscos de diarios y revistas deben tener permiso municipal, y dar garantía por los productos que ofrecen. La pregunta, entonces, cae de cajón: ¿quién vela por la seriedad de los tarotistas de la calle?, ¿y si se trata de charlatanes?, ¿cómo poder estar seguros de que se trata de personas que dominan el oficio de la cartomancia?
"La Segunda" hizo un inédito experimento. Visitamos a cinco tarotistas callejeros durante la tarde del lunes recién pasado. Con los planetas alineados de la misma forma, les hicimos a cada uno las mismas preguntas: amor, dinero y salud. La siguiente es la crónica, en primera persona, de un sorpredente encuentro con el arte de la adivinación.
Siempre me definí como escéptica y arquitecta de mi propio destino. O por lo menos eso creía.
Bastó que me dijeran que el 2014 era el año de "renovación total" para Acuario, mi signo zodiacal, y que los astros estarían a mi favor, para tentarme por comprar velas de colores, talismanes y un libro con filosofías de otras latitudes. Esta semana, como coronación a mi interés por lo desconocido, me leí el tarot para entender algunos aspectos de mi vida pasada, presente y futura.
¿El resultado? Luego de tantas predicciones, quedé con más dudas... y menos dinero. El valor de las lecturas fluctúa -según el barrio y el tiempo- entre los $3.000 y los $6.000. Raquel, la primera tarotista, me ofreció como "yapa" un regalo psicomágico: me pidió que escribiera un deseo en un papel y que hiciera un dibujo con las consonantes de cada palabra: "Quémalo", me dijo. Y añadió: "Tu anhelo se hace humo y el universo lo devuelve materializado".
Al verme fumar, María, otra adivina, me reveló algunos "secretos de la naturaleza" para atenuar los efectos del tabaco en mis pulmones. "Come manzanas Fuji y dos cebollines diarios", fueron sus instrucciones.
Sentada frente a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Raquel me ordenó que tomara con ambas manos la baraja "para que se impregnen con tu energía... Concéntrate". Le hice caso. "Aparece una persona parecida a ti, es como un espejo", es lo primero que dice. Le cuento entonces que soy casada.
-¿Estás bien con tu pareja?
-Sí.
-Hoy no tienen problemas, pero pronto los tendrán. Van a tener que unir sus fuerzas para sortear esta dificultad.
Una predicción coincidente con lo que me dijo María , quien lleva años en calle Bandera, entre Compañía y Huérfanos. Las cartas le dicen que estoy peleada con mi marido. "No es cierto", le respondo. Pero ella sigue: "Hasta abril la relación se ve bien, pero a partir de mayo aparece una ex que busca una segunda oportunidad (...) Ella es quien lo busca, no tu esposo".
-¡¿Y qué va a pasar?!
-Tu pareja va a tener dudas, dolor y arrepentimiento por alejarse de ti, pero tú vas a tener un cambio brusco y no te va a importar que se vaya, porque 'a rey muerto, rey puesto'.
Como si fuera poco, Hugo -quien a diario se instala en Tenderini, a un costado del Teatro Municipal- me explicó que la Luna es una carta "complicada" que indica "inestabilidad emocional". También me apareció la Rueda de la fortuna, la Templanza y el Loco, lo que habla de "inmadurez". En concreto, dijo pausadamente, "con tu pareja están forzando la relación, es mejor dejarla ir. Están en crisis".
Segura de que mi relación amorosa atraviesa por un excelente momento, le pregunté lo mismo a Cristián, en Ricardo Lyon con Nueva Providencia. La primera carta fue la Torre. "Veo cierto agotamiento o una situación que no se ha solucionado con tu esposo. No aparece una pronta separación... pero el avance de esta historia no se ve fácil. Tu pareja no esta dando lo mejor de él".
El último de mis tarotistas, Carlos , me dijo que las cartas representan que mis emociones "están en estado de incertidumbre". Interpretando los naipes en Morandé con la Alameda, junto al acceso al BancoEstado, me indicó que debo "ordenar" mi relación "para no vivir momentos de amor y rechazo". Su última advertencia no dejó espacio a interpretaciones: "Lo más probable que ustedes se separen".
Comprenderán que esa noche -y por si las moscas- la conversación con Gustavo, mi marido, fue larga y profunda (y al cierre de esta edición continúo enamorada y felizmente casada).
Las coincidencias también se hicieron presentes cuando pregunté por mi situación laboral y el dinero. Estos fueron los pronósticos de cada uno:
"No veo ningún problema económico ni laboral durante los próximos meses" (Raquel).
"Entre marzo y abril se te presenta un nuevo proyecto laboral. Aún no sabes de qué se trata, pero te favorece radicalmente. A pesar de que este cambio significará un alejamiento físico con tu esposo" (María).
"El 9 de copas predice que dentro del primer semestre tendrás un nuevo proyecto en el que tendrás éxito" (Cristián).
"La carta del Mago dice que estás bien evaluada y la Emperatriz asegura que te mantendrás en tu pega" (Hugo).
"Las cartas dicen que tendrás estabilidad laboral y que, por ahora, no se vislumbra ninguna dificultad" (Carlos).
Finalmente, las cartas también se pusieron de acuerdo -aunque con menor nitidez- para hablarme sobre mi salud. María me preguntó si acaso yo había sufrido de cáncer. "Gracias a Dios, no", le respondí.
-Debes estar tranquila, sin miedo, porque ya sanaste.
Cristián, por su parte, me aseguró que mi cuerpo podría estar "un poco alterado" por algunas preocupaciones de orden material y emocional: "Esta carta muestra que tu cabeza está siendo acribillada por muchas espadas, y el Papa alude a tu pareja: sólo tendrás tensión mental, donde el principal responsable será tu marido".
¿Qué me dijo Hugo? Que "el Diablo es una carta que nos habla de exámenes médicos (...) Pero estas posibles dificultades responden sólo a malos hábitos alimentarios. Debes buscar solución en la medicina alternativa".
Carlos fue breve: "No tendrás ninguna enfermedad grave, pero podrían surgir tensión y estrés". Calcado a lo que me pronosticó Raquel: no se vislumbran enfermedades importantes para este año... "sólo tensión".
Una tensión que, como por arte de magia, ya comenzó a tomarme parte del cuello y la espalda. No es para menos, sobre todo cuando cinco tarotistas te han pintado un mismo panorama, auspicioso en lo económico, pero oscuro para el corazón.
