Su primer éxito fue sobre las tablas, como parte del elenco de "La negra Ester" que dirigió Andrés Pérez, pero hoy su nombre se relaciona más con el cine y la TV, donde ha tenido aciertos como guionista y director en series como "Los 80" y películas como "Sexo con amor", y también por trabajos como el polémico video clip para la canción "Hey, Hey, Hey" de Los Tres. Se sabe un personaje público, pero traza una nítida línea entre eso y su vida privada.
Dicen que la tele suma kilos a quienes enfrentan las cámaras y Boris Quercia Martinic (47) lo confirma. Delgado, casi frágil, su pelo completamente blanco contrasta con el aire juvenil de este hombre más bajo que alto, con mirada de niño, carácter dulce y risa fácil, que acaba de regresar de unas vacaciones en el sur con las tres hijas de su primer matrimonio.
"Estar con ellas me llena de energía y me pone contento", confidencia. Pero de inmediato agrega, "no hablaremos de ellas en esta entrevista. No les gusta, ni me agrada exponerlas a espacios públicos que no eligieron compartir".
Como director de cine, Quercia marcó un hito en la taquilla nacional y se cubrió de premios en 2003 con la película "Sexo con Amor", su segundo largometraje. Una vez más, el éxito pillaba de sorpresa a quien desde sus primeros filmes es también guionista y actor.
El primer éxito le había llegado tempranamente con el rol de Roberto Parra en la obra "La Negra Ester", con la cual conoció una forma de actuar y dirigir que -asegura- marcó su vida profesional y personal hasta hoy. Todo gracias a la compañía Gran Circo Teatro, dirigida por el legendario Andrés Pérez, a la que ingresó a los 23 años, terminada la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.
En dirección de cine, en cambio, "soy autodidacta -cuenta-. Aprendí el oficio mientras armaba historias que quería contar. Mi primer largometraje se llamó 'LSD' (Lucha Social Digital) y fue la primera película hecha en Chile con cámara digital. Filmamos con una camarita que compré en algún viaje, la edité en un computador y se estrenó el 2000 en el Festival de Cine de Valdivia. Después vino 'Sexo con Amor', un batatazo de público y crítica que jamás esperé".
En "LSD" hizo su primera aparición en cine Benjamín Vicuña, y "Sexo con Amor" marcó un hito en el imaginario erótico nacional con la famosa escena de la lavadora.
"La idea la tomé de una revista italiana -explica Quercia-, donde contaban que, entre las fantasías sexuales favoritas en ese país, estaba hacer el amor sobre la lavadora mientras la máquina centrifuga la ropa. Sólo pusimos imágenes a esa fantasía", comenta sonriendo.
Los años de la Utopía
Con siete premios Altazor a cuestas y reconocimientos internacionales en el mundo del cine, la exitosa serie "Los 80", que dirigió desde el 2008 al 2012, marca el punto más alto de su carrera televisiva. En 2010 lanzó su primera novela, "Santiago Quiñones, tira", que este año será editada en Francia y cuya segunda entrega prepara -confiesa- hace más tiempo del que le gustaría.
Aunque la actual serie "El hombre de tu vida", donde desempeña el rol protagónico, enfrenta un rating esquivo, el nombre de Boris Quercia aparece habitualmente asociado a proyectos exitosos y rentables.
"Mirando en perspectiva mi carrera, cada vez valoro más la oportunidad de haber vivido, siendo muy joven, esa utopía que fue el Gran Circo Teatro. En medio de la dictadura creamos un mundo aparte, dedicado a cambiar el mundo a fuerza de trabajo, disciplina y voluntad", relata.
La compañía fue constituida en 1988 por Andrés Pérez para convertir en obra teatral Las Décimas de La Negra Ester, escritas por Roberto Parra. La dirección de Pérez hizo escuela en una generación de actores y marcó profundamente a Quercia, que hasta entonces se dedicaba al teatro callejero.
"Hacíamos montajes con mucha parafernalia, muñecos gigantes, zancos, todo muy físico, creado para asombrar -recuerda-. Con Andrés aprendí a acercarme a mis personajes y al público desde la emoción pura, a corazón abierto, sintiendo para hacer sentir, escuchando para que me escucharan. Eso está presente en lo que hago hasta hoy y creo fue una de las claves de Los 80. Conectamos con la emoción de una época que está viva en la memoria de la gente".
Boris tiene una hermana y es el tercero entre cinco hermanos que constituyen la tercera generación de una familia descendiente de abuelos agricultores croatas e italianos, que llegaron a Chile huyendo de las guerras que asolaron Europa el siglo pasado. Hijos de una profesora de Castellano y un ingeniero agrónomo, todos crecieron jugando a representar obras de teatro, incentivados hacia el humor y la creatividad por padres que "estuvieron 50 años casados y se quisieron mucho toda la vida".
Benito Quercia, su padre, representó al muy querible Don Faride, el comerciante que estimuló a Juan Herrera a convertirse en empresario en "Los 80".
"Mi viejo hizo un personaje dulce, generoso, paciente... bueno, como era él nomás", dice el actor, con voz emocionada. Su madre no se quedó atrás y tomó parte en la campaña publicitaria de una empresa telefónica. "Llegué de un viaje -relata su hijo- y en todo el camino desde el aeropuerto a la casa había grandes carteles con una foto de mi mamá vestida de novia, promoviendo no sé qué".
El que su padre -fallecido en noviembre pasado- siguiera los pasos del hijo actor desde una pequeña participación en la película "El Desquite" hasta el papel en la serie que lo hizo popular en todo Chile, y que su madre se involucre en el quehacer creativo, implica para Boris una opción de ambos por permitirse ser felices en cada momento de su vida.
Conoció a Carmen Gloria Sota, la madre de sus hijas, en la compañía Gran Circo Teatro, a la que ingresó a los 23 años, terminada la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile.
Las hijas mayores, hoy de 24 y 22 años, conocieron la vida trashumante de esa compañía teatral, que recorrió el país a bordo de una micro y parte del mundo llevando en gira sus obras. La hija menor, de 16 años, está terminando la enseñanza media, mientras sus hermanas estudiaron Medicina, la mayor, y Gastronomía la segunda.
En 2005, ya separado, conoció a la actriz María Luisa (Malú) Mayol (33), quien adquirió notoriedad como personaje cómico en programas de farándula y por la cual Quercia confesó a una revista sentir "más que amor, una adicción".
-¿Cómo concilias tu privacidad con la exposición pública que exige la farándula?
-La farándula es un juego del espectáculo y uno coquetea con él, porque es parte del oficio. Debo estar cerca de todo el periodismo para llegar al público masivo que me interesa.
-Dicen que una vez abiertas las puertas de tu privacidad, ya no las puedes volver a cerrar.
-Entro al juego, pero pongo límites. No acepto reportajes en mi casa, no respondo preguntas sobre aspectos que no quiero compartir. Los periodistas han sido muy respetuosos y yo me hago responsable de los márgenes de privacidad que abro a la mirada pública.
-¿Cuesta sostener una relación con una persona 14 años menor?
-En cosas como juntarse con amigos o carretear, muchas veces el más prendido soy yo. Y resulta, sobre todo, porque nos queremos mucho y hacemos todo lo posible por hacernos la vida agradable. Somos buenos amigos y yo creo que eso tiene mucho que ver con que llevemos ocho años juntos.
-¿Planean tener hijos?
-(Se le ilumina la mirada) Me encantaría. Tengo una conexión con los niños, me gustan, me emocionan, me entretienen y les caigo bien. Encantado tendría un hijo con la Malú.
