Vecinos, turistas y comerciantes se acusan mutuamente por el lamentable estado en que se encuentra el lugar.
Tienen propietario... pero parece terreno de nadie.
Las dunas de Concón -declaradas Santuario de la Naturaleza en 1993- viven hoy una triste realidad.
Durante estos días de verano son decenas las familias que visitan el lugar, cuya fama como campo dunar es sólo superada por el mítico Valle de la Luna, en el desierto de Atacama. Los turistas, sin embargo, se encuentran con un panorama lamentable: las arenas están contaminadas con basura. Botellas, latas, vidrios, papeles y plástico tienen hoy manchado el recinto, cuya belleza, en todo caso, aún no desaparece.
El santuario, además, arrastra hasta hoy la polémica que se generó el año 2011, cuando los vecinos del sector y grupos ambientalistas se coordinaron para oponerse al cerco que pretendía instalar la empresa inmobiliaria Reconsa, dueña del terreno. A esta pugna hoy se suman los comerciantes que, de manera informal, alquilan tablas de sandboard ... las mismas con que los visitantes más jóvenes han ido horadando la zona oeste de las dunas.
La lucha de los vecinos llegó a tribunales. En julio del 2012 la Corte Suprema declaró ilegal la intención de la inmobiliaria de instalar un cerco, por tratarse de un santuario. Razón suficiente, además, para que cualquier persona pudiera entrar al lugar. En enero de 2013, finalmente -y cuando la empresa quiso impedir la ampliación del santuario decretada por el Consejo de Ministros-, su recurso fue rechazado.
"La Segunda" visitó las dunas esta semana. Junto con verificar el lamentable estado de conservación que muestra una parte del campo -que posee en total 30,1 hectáreas de extensión-, pudimos constatar que, de manera soterrada, la preocupación de los lugareños sólo ha crecido... pues la libertad que se otorgó judicialmente para acceder al lugar ha permitido que automóviles 4x4 y motocicletas utilicen las arenas como lugar para carreras y piruetas. ¿El resultado? Un mayor daño al santuario.
"He vivido acá toda mi vida, y veo cada verano que la gente que viene se mete, hace lo que quiere. Hay parejas que incluso tienen sexo a vista y paciencia de todos. Se está transformando en una inmoralidad tremenda", acusa un vecino de Bosques de Montemar, quien prefiere no entregar su nombre.
Otros, sin embargo, van más allá. Laura González denuncia que "mientras los niños con sus tablas vienen a derrumbar toda la arena, y no cuidan nada, los jóvenes se juntan a tomar y los viejos a pasear. Siempre dejan todo sucio. No les importa lo que pase con nosotros. Esto va a terminar destruido, igual que en todos lados".
Lo anterior lo confirma Enrique Aros , presidente de la Asociación de Protección Ambiental de Concón (APAC): "Esto ya no da para más. El lugar está completamente sucio. ¡Alguien tiene que hacerse responsable! No sé si los dueños o la municipalidad, pero deben impedir el acceso a la gente".
-¿Se puede revertir el daño ya causado?
-Las dunas se van dañando más y más. Es un proceso irreversible. Este lugar está lleno de fósiles y debería estar siendo estudiado por científicos. Sin embargo, vienen familias enteras a divertirse. Esto es un lugar de preservación y no de diversión, aunque les duela a los turistas.
Parados sobre las arenas de la duna, sus visitantes se defienden. Según ellos, el lugar es de las pocas diversiones que se pueden disfrutar en esa comuna, aunque algunos reconocen que el daño es excesivo.
"¿Qué culpa tengo yo de este problema ambiental? Las dunas no están delimitadas. Son de todos. Desde que vengo con mi familia, no ha pasado nada y a la duna yo la veo igual", plantea, desafiante, el santiaguino Diego Cruz.
Jorge Zamorano, turista de Concepción, se atreve a criticar a los vecinos del sector por su "falta de iniciativa":
-Las dunas es lo único interesante que tiene la ciudad. Vengo a hacer sandboard con mis hijos. El lugar siempre tiene basura. Si ellos creen que es tan importante cuidar la duna, deberían limpiarla.
En lo que hay consenso es que existe un problema real. ¿Propuestas de soluciones? "Tal vez si alguien pusiera contenedores o señalética, podría bajar la cantidad de daños", apunta Cruz.
Por $1.000 se puede arrendar una tabla de sandboard para deslizarse sobre las tostadas arenas de la duna. El alquiler contempla también un trozo de vela, para encerar su superficie y bajar más rápido por la pendiente. Junto a los furgones que se estacionan al lado del camino para ofrecer el servicio, proliferan también los vendedores de caramelos, helados y bebidas. Tras la polémica del año 2011, los comerciantes alegan que perdieron sus permisos para trabajar.
-¿Y trabajan sin autorización?
-La municipalidad no nos quiere. Antes teníamos permiso... ahora no. Pero de esto vivimos durante el verano. No hay diversión más sana y segura que venir acá. Sabemos que las dunas se dañan, pero es mínimo. No vamos a arruinar este sitio por que jueguen un grupo de personas durante un rato.
Otro de los vendedores -quien también opta por el anonimato- asegura que ellos intentan a veces reparar el daño que provocan sus clientes, pero que en "temporada alta" es casi imposible: "Es un montón de personas que viene todos los días. No podemos controlarlos a todos. Hacemos lo que podemos".
Desde la municipalidad, cuyo alcalde, Oscar Sumonte, se encuentra de vacaciones, aseguran que están diseñando un plan para frenar el daño y regular las visitas (ver recuadro). "La Segunda" se contactó con Reconsa. Desde sus oficinas centrales en Santiago se nos informó que quien podía referirse al tema también se encuentra en sus días de descanso.
El Seremi de Medio Ambiente, Gonzalo Le Dantec, admite que es complicado frenar el daño que se le provoca al lugar, debido a que se trata de una propiedad privada: "La municipalidad ha tomado algunas medidas para evitar que la gente ingrese en vehículos, pero hay asuntos normativos que hacen dificil la fiscalización".
Sin embargo, la autoridad indica que se está desarrollando un plan que permitirá a los turistas visitar debidamente las dunas, protegiendo el campo dunar: "Este plan que estamos coordinando con el municipio y los dueños del terreno tiene proyectado un sendero turístico, estacionamientos y sitios especiales para investigación y protección total".
Le Dantec estima que el proyecto debió estar listo para el inicio del verano, pero que debido al paro municipal del año pasado se retrasó. Se estima comenzar a implementarlo en abril.
