Organización presentó un extenso informe. Pone a la figura del profesor en el centro de las políticas gubernamentales.
El documento -de más de 400 páginas- entrega cuatro claves estratégicas para atraer y retener a los mejores docentes, mejorar su capacitación, distribuirlos de forma más equitativa y ofrecerles incentivos (mejores sueldos) y perspectivas de carreras atractivas.
Según el documento, para resolver la crisis del aprendizaje todos los niños deben tener maestros capacitados, con dedicación suficiente, que sepan descubrir y prestar apoyo a los que tienen dificultades de aprendizaje, y que estén apoyados a su vez por sistemas educativos bien administrados.
¿Cómo? El texto dice que los encargados de la formulación de políticas en educación deben aumentar significativamente el número de docentes y brindarles todas las oportunidades necesarias para que dediquen su motivación, su energía, sus conocimientos y las competencias adquiridas durante su formación a conseguir el máximo rendimiento de los niños.
"Es indispensable que los gobiernos velen porque los niños tengan maestros más capaces y más cualificados posibles. Esto supone conseguir un correcto equilibrio de buenos candidatos, prepararlos mediante una formación docente inicial amplia, y prestarles apoyo a lo largo de su carrera a través de la formación permanente y la necesaria orientación", apunta el documento.
Y añade: "Para esto hay que imponer los requisitos de ingresos adecuados, quienes optan por esta profesión deben recibir una buena formación, tienen que haber finalizado al menos unos estudios secundarios de calidad suficiente y apropiados, de tal modo que posean un sólido conocimientos de las materias que van a enseñar así como la capacidad de adquirir las competencias necesarias para hacerlo.
"Contratar profesores provenientes de grupos insuficientemente representados para que trabajen en sus propias comunidades es una forma de garantizar que los niños tengan docentes conocedores de su cultura e idioma", cita.
La Unesco asegura asimismo que la formación docente inicial debe ir "más allá" de la teoría de la enseñanza e incluir práctica en el aula: "En la etapa inicial hay que sentar las bases de una formación permanente que refuerce las competencias y los conocimientos de los docentes. La formación en el servicio es especialmente importante para los maestros con formación insuficiente o nula".
"Una manera de calibrar los conocimientos de los educadores consiste en examinar los resultados que obtienen en las pruebas que se rinden sus alumnos. En los países con ingresos bajos, los docentes cuando comienzan a ejercer, no suelen conocer a fondo las asignaturas básicas pues su propia educación ha sido deficiente".
Los docentes son renuentes a trabajar en zonas rurales, remotas, peligrosas y pobres. La Unesco plantea que a menos que se garantice la distribución equitativa del personal docente, los niños que ya se encuentran en una condición desfavorecida fracasarán en su aprendizaje debido a la superpoblación de las clases y la alta rotación de los educadores.
Para subsanar esto, se indica que los gobiernos deben idear estrategias para que los maestros estén distribuidos con igualdad.
"Los sueldos constituyen una consideración fundamental para atraer a los mejores candidatos y conservar a los mejores docentes (...) Los gobiernos deben pagar sueldos competitivos para atraer a los mejores docentes porque el nivel de salario influye en la enseñanza".