Rodrigo Peñailillo en Interior, Nicolás Eyzaguirre en Educación, Heraldo Muñoz en RR.EE. y Máximo Pacheco en Energía fueron parte de los anuncios realizados ayer por Bachelet. La conformación del nuevo equipo ministerial estuvo marcada por cambios de última hora, tensiones con la DC y personeros que declinaron ofertas para asumir una cartera.
Con un retraso de 18 minutos, la Presidenta Michelle Bachelet inició la ceremonia donde presentó al gabinete que la acompañará en su segundo período.
Antes de ingresar al salón, Bachelet se paseaba en el lobby del Hotel Plaza San Francisco -donde realizó el acto- y más de una vez se arregló el traje de dos piezas con que llegó al lugar, luego de haber pasado toda la mañana llamando por teléfono a sus nuevos secretarios de Estado.
Y es que la Mandataria electa se vio obligada a hacer cambios de última hora, tras una queja formal de la DC -que informada de las designaciones- se quejó por lo que consideró no estar bien representada en el gobierno. Ello provocó que sólo unas horas antes de que se concretara el anuncio Bachelet resolviera nombrar en el ministerio Secretaría General de la Presidencia a la senadora Ximena Rincón (DC), lo que generó sorpresa en la decé porque la parlamentaria no responde a la mesa ni a la disidencia de la tienda, pero calmó la ansiedad ante la perspectiva de quedarse fuera del comité político.
Sin embargo, ese no fue el único ajuste de última hora realizado por la líder de la Nueva Mayoría. El jueves en la tarde y cuando en los partidos esperaban que se concretara el anuncio, Bachelet le pidió a su más estrecho colaborador, Rodrigo Peñailillo (PPD), que asumiera el ministerio del Interior porque -según trascendió- le dijo que necesitaba a una persona de su entera confianza.
La llegada de Peñailillo a Interior y la designación de varios personeros que mantienen con ella una estrecha amistad, como los PPD Nicolás Eyzaguirre (Educación) y Heraldo Muñoz (Cancillería), y los PS Alberto Arenas (Hacienda) y Máximo Pacheco (Energía) fueron vistas en los partidos como una demostración de fuerza de la Presidenta electa, en cuanto a que el gabinete en su gran mayoría es "bacheletista" y no responde directamente a intereses de las colectividades.
Esto porque más allá de la militancia política que estos nuevos ministros, no participan activamente en sus partidos ni tienen vínculos estrechos con los distintos «lotes» internos. Por el contrario, son más identificados con el "bacheletismo" puro.
Además, estos personeros harán frente a algunas de las tareas más relevantes en el programa de la nueva administración, como es el caso de Eyzaguirre y la reforma educacional; Arenas y los ajustes tributarios; Peñailillo en empujar una nueva Constitución y Heraldo Muñoz en implementar el complejo fallo de La Haya.
Así, la ex mandataria abordó ayer un punto que es sensible al interior de la Nueva Mayoría: las altas expectativas ante las reformas que ha anunciado. "Es hora de trabajar, trabajar y trabajar (...) La gente está esperando mucho de nosotros".
El perfil más independiente se repite en designaciones como el PPD Andrés Gómez Lobos (Transporte) y el decé Luis Felipe Céspedes (Economía), quienes no hacen vida partidaria y tienen un perfil más bien técnico. A ello se suma el grupo de figuras que buscó la propia Bachelet como Javiera Blanco (Trabajo) y las independientes Natalia Riffo (Deporte) y Claudia Barattine (Consejo de la Cultura y las Artes).
Esto, pese a que de todas maneras incorporó a algunos dirigentes con trayectoria política y vida partidaria activa, aunque no en cargos clave. Fue el caso del diputado Jorge Burgos (DC) que llegó a Defensa, pese a que su partido lo promovió para la Segpres. Y el del ex alcalde Alberto Undurraga (DC), quien arribó a Obras Públicas.
La propia Mandataria electa tras presentar a los rostros que la acompañarán en La Moneda a partir del 11 de marzo destacó que el denominador común de su gabinete es que están comprometidos 100% con su programa de gobierno. "El equipo fue seleccionado en base a sus condiciones y características de liderazgo, a sus capacidades técnicas, su experiencia y su profundo compromiso con el programa de Gobierno", indicó.
En su intervención ante periodistas nacionales y extranjeros, Bachelet también admitió que el camino para implementar las grandes reformas que quiere llevar adelante en su gobierno como educación, tributaria y constitucional será complejo. "La lista de desafíos es larga y estamos conscientes que no será fácil iniciar cambios que son resistidos por algunos sectores que ven en la gratuidad de la educación, en mayores derechos laborales o en el fortalecimiento de la salud pública, amenazados sus propios intereses", sostuvo la presidenta electa.
Por otro lado, aunque no explicó las razones de por qué las designaciones sólo incluyeron a los ministros y dejó pendiente para la próxima semana el anuncio de subsecretarios e intendentes, sí realizó un mea culpa porque no logró configurar un gabinete paritario, como apuntó durante la campaña. "Me hubiera gustado que este equipo fuera totalmente paritario, pero no ha sido así", se lamentó.
La mañana de ayer Bachelet realizó los ajustes de última hora que dejaron a varios nombres fuera de carrera. Ese fue el caso del ex director de la OIT y asesor durante la campaña en temas internacionales y en materia laboral, Juan Somavía (PPD), quien según trascendió no aceptó el ofrecimiento por problemas de salud de su esposa.
Otra de las figuras que tampoco quedó en el gabinete fue José Goñi quien era favorito para asumir como ministro de Relaciones Exteriores. Altas fuentes del PPD afirmaron que el ex ministro de Defensa en la anterior administración bacheletista dio un paso al costado por problemas de salud.
El gran ausente y que el PS esperaba ocupara una cartera en el comité político o Defensa fue el senador Camilo Escalona, quien a mediados de esta semana había confidenciado a sus cercanos que tenía las cajas embaladas para mudarse al palacio de gobierno.
Por otra lado, tras el anuncio, la Mandataria electa festejó ayer junto a sus ministros el inicio del gobierno con una cena que ofreció en el mismo Hotel Plaza San Francisco.
Mientras la mayoría de sus colaboradores se quedó a la celebración, la única ministra del PC, Claudia Pascual, se retiró a los pocos minutos de iniciado el cocktail. En tanto, los nuevos ministro del Interior y el vocero Álvaro Elizalde fueron los últimos en retirarse del lugar, cerca de las 20:30 horas.
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