Autoridades de Salud lo atribuyeron a un mayor nivel de complejidad.
Apenas el 8,25% de los médicos extranjeros logró aprobar la versión 2013 del Examen Unico de Conocimientos de Medicina (Eunacom), que se rindió en todo Chile en diciembre pasado.
En cuanto a los chilenos, el 11,2% de los profesionales que rindió el test único no logró un nivel adecuado de conocimientos. De hecho, se produjo una drástica alza en las reprobaciones, ya que en 2011 de los 1.293 egresados nacionales que rindieron la prueba sólo 38 tuvieron mala evaluación. En 2012, de 1.324 que rindieron, hubo 47 reprobados y ahora, de 1.426 examinados, a 161 médicos les fue mal. Esto se traduce en un aumento de 242% en la reprobación, respecto del año anterior.
El año pasado hubo un escándalo por la filtración de preguntas en el examen, lo que obligó a las autoridades que elaboran el test a aplicar medidas correctivas.
Los resultados fueron entregados esta mañana por el director ejecutivo de Eunacom, Beltrán Mena, y el subsecretario de Redes, Luis Castillo. Según indicaron, el aumento en la reprobación responde a la dificultad del examen, ya que este año se desarrollaron preguntan más largas, que implicaron un mayor nivel de complejidad para los estudiantes.
Además, creció el porcentaje de preguntas de casos clínicos —el médico debe plantear soluciones en un problema de salud— y bajó la cantidad de preguntas directas.
De los 727 médicos titulados en el extranjero que rindieron el test, 60 lo aprobaron, es decir, 8,25% del total. De estos, 47 egresados corresponden a extranjeros y 13 a chilenos que estudiaron medicina fuera de Chile.
Por países, el mayor porcentaje de profesionales que pasaron el examen provienen de España, ya que el 71% de los médicos de ese país pasó el test. A estos le siguen los egresados de universidades bolivianas, ya que el 9% aprobó, y en tercer lugar los profesionales ecuatorianos con un 8% de aprobación.
En La Asociación de Facultades de Medicina se atribuyeron los malos resultados a “señales ambiguas respecto del test 2013 que desincentivó el estudio por parte de los estudiantes”. Mencionaron por ejemplo “el proyecto de ley enviado por el Ministerio de Salud que dejaría el examen sin efecto por tres años; con lo que los estudiantes apostaron que el examen se eliminaría o se reduciría su uso”.
