Al año se consumen 4 millones de cajas, siendo el cuarto país de Latinoamérica donde más se acude a este tranquilizante. Médicos alertan que no debiera ser tomado por más de tres meses, pero la facilidad para comprarlo ilegalmente aumenta el riesgo de estas patologías.
El problema es que hoy su uso se ha masificado entre personas más jóvenes, debido a la mayor competitividad y exigencia laboral, estiman los expertos.
El presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, Mauricio Huberman , afirma que en los últimos años su consumo ha crecido "principalmente entre los jóvenes de 25 a 30 años, que están recién ingresando al mundo laboral, debido a la fuerte competencia existente, que genera graves cuadros de angustia y ansiedad entre los jóvenes".
La neuróloga de la Unidad de Trastornos Cognitivos de Clínica Alemana, Andrea Slachevsky, ratifica que "hoy la gente se estresa más, y el camino fácil para sentirse bien es consumir una benzodiazepina. En Chile es fácil conseguir este tipo de medicamentos, se adquiere sin problemas en las ferias libres".
El problema es que este medicamento -indicado como ansiolítico, inductor del sueño y relajante muscular- debiera venderse sólo con receta retenida y su uso no prolongarse nunca más allá de tres meses.
Los efectos secundarios más conocidos son la somnolencia, disminución de los reflejos y problemas de concentración, que desaparecen cuando se suspende su consumo.
Pero hay problemas más graves aún. Un estudio de la Universidad de Burdeos en Francia, publicado en 2012 en la revista British Medical Journal, demostró que las personas que consumen estos fármacos por un largo periodo presentan un riesgo de demencia e incluso la enfermedad de Alzheimer, cuyo riesgo es superior en 50% respecto de aquellos que no los utilizan.
La neuróloga de la Unidad de Trastornos Cognitivos de Clínica Alemana, Andrea Slachevsky , dice que "este es el primer estudio que establece de manera directa la relación entre el consumo de este tipo de fármacos y el riesgo de desarrollar demencia. Pese a que la investigación no es concluyente, ya que las demencias son multifactoriales, demuestra que existe un riesgo permanente, y eso es lo importante".
El neurólogo de la Red Salud UC, Jorge González, advirtió que debido a la correlación estadística que existe entre el uso de las benzodiazepinas y las probabilidades de alzheimer, "es mejor tener precaución y utilizarlas por periodos cortos de tiempo".
Agregó que "aunque no existe explicación sobre los resultados del estudio realizado en Francia, que constata mayor probabilidad de alzheimer por el consumo de estos tranquilizantes, se puede especular que las benzodiazepinas actúan a nivel del hipocampo y de la amígdala del cerebro, que son las partes donde parte el alzheimer".
El director de Psiquiatría de Sonepsyn (Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía), Daniel Martínez, coincide en que las personas que consumen benzodiazepinas por periodos mayores a cinco años tienen mayor riesgo de presentar deterioros cognitivos denominados "cuadros de seudodemencia, que se manifiestan en problemas de concentración y de retención".
Eso sí, aclara, son muy efectivas cuando se utilizan bajo supervisión médica y por periodos que no superen los tres meses. El problema -dice- se produce cuando las personas abusan del medicamento y corren el riesgo de convertirse en un dependiente crónico de este tipo de fármacos, al punto de llegar a "no poder vivir sin ellos". Eso es lo que jamás debe ocurrir".
