Desde Alsacia, la empresa más afectada, señalan que el escaso avance en la mayoría de las investigaciones genera una "sensación de impunidad". Intendente: "Estamos esperando los resultados de las investigaciones".
Así quedó un bus quemado en julio pasado en Villa Francia.
La intersección de avenida Grecia con Macul, Villa Francia y el frontis de la Universidad de Santiago.
Esos tres fueron los puntos donde este año se registraron más ataques incendiarios contra buses del Transantiago y en todos los casos la Intendencia Metropolitana presentó acciones legales contra quienes resultaran responsables.
En total fueron 12 querellas. Cinco más que en 2012 cuando la autoridad regional concurrió 7 veces a la justicia. Gracias a esa labor, el año pasado los tribunales condenaron a tres sujetos: Sebastián Fajardo Silva a 3 años de libertad vigilada y una multa de dos Unidades Tributarias Mensuales (UTM), por lanzar una molotov contra un bus. El menor J.B.C.C, quien participó en la quema de tres buses. Debía cumplir internación provisoria en un hogar del Sename, pero la pena fue sustituida por firma quincenal y arraigo nacional. Finalmente, Raúl Ponce Gutiérrez, quien junto a los menores D.A.S.M. y F.I.S.P. fueron sorprendidos tras atacar un bus frente al ex Pedagógico. Los tres están sujetos a la cautelar de firma mensual.
Este año, sin embargo, las indagatorias no han tenido los mismos resultados en tribunales. En palabras del intendente, Juan Antonio Peribonio, "estamos esperando los resultados de las investigaciones. Como Intendencia hemos trabajado fuertemente para que quienes hagan este tipo acciones sean atrapados y castigados debidamente, pues creemos que es inaceptable que los delincuentes se crean con el derecho de quemar los buses, arriesgando la vida de personas inocentes y destruyendo los bienes públicos".
La autoridad anunció que "la Intendencia se querellará cada vez que ocurran este tipo de hechos, pues debemos dar una señal de que nadie está por sobre la ley y los delincuentes no pueden seguir creyendo que tienen la libertad para causar daño sin tener castigo".
Una de las empresas más afectadas por este problema es Alsacia Express. Según señala el gerente de Ingresos y Servicio a Pasajeros de Alsacia Express, Sergio Soza, en estos dos últimos años se ha interpuesto un total de nueve querellas por atentados a buses de esa empresa.
-De ellas, sólo tres han dado lugar a procesos penales en que se han podido establecer identidades de algunos de los responsables. Sin embargo, los otros seis casos no han tenido mayor avance y esa sensación de impunidad puede actuar como aliciente para que otras personas sigan la moda de quemar buses, ya que no ven peligro de ser castigados.
Soza añadió que el perjuicio económico de estos ataques asciende a más de $900 millones para Alsacia Express. "El valor de un bus de nuestra flota oscila entre $ 100 millones (no articulado) a $ 150 millones (tipo oruga o articulado)", apuntó el gerente.
No obstante, el daño no es sólo monetario. "Nuestro costo más significativo es el impacto en el servicio, ya que el tiempo requerido para reponer un bus no es inmediato. Además, está la inseguridad que afecta en términos de la integridad física y sicológica de los operadores de buses y pasajeros", recalcó Soza.
Otro dato importante es que "un bus realiza en promedio unas 10 a 12 salidas diarias, trasladando entre mil a mil 200 pasajeros cada jornada, sólo tomando en cuenta la cantidad de demanda en horario punta. Es decir, por cada bus destruido unos mil usuarios del sistema se ven afectados".
Algo con lo que coincidió el intendente Peribonio, quien afirmó: "Un bus quemado afecta la calidad del servicio, perjudicando a personas inocentes que nada tienen que ver con la violencia".
Desde Carabineros, en tanto, declinaron referirse al tema.
