Ex Fiscal Peña pidió al tribunal que se entreguen los nombres de sus defendidos, en aras de la "transparencia".
Una serie de irregularidades en el control de su ingreso al país y en su detención, así como una posterior oferta de entrar un supuesto cargamento de 1.000 kilos de droga, de parte de efectivos del OS-7 de Arica, relató este martes ante el tribunal uno de los testigos en la investigación contra los policías.
M.R.C., boliviano de 35 años, es uno de los cuatro extranjeros detenidos en los procedimientos efectuados por los carabineros hoy formalizados, y que fueron liberados tras el inicio de las indagatorias. Tras dos suspensiones la semana pasada, finalmente este martes comenzó la que se preveía como una extensa audiencia de prueba anticipado, ante el juzgado de garantía ariqueño.
La audiencia partió con 40 minutos de retraso, luego de que el ex fiscal Alejandro Peña pidiera un receso para revisar nuevas copias de declaraciones de los testigos que comenzaron a comparecer ante el estrado y que fueron entregadas por el Ministerio Público.
Otro detalle que respondió al estilo mediático del abogado fue que pidió levantar la prohibición de publicar el nombre y mostrar los nombres de los tres policías que representa, lo cual fue concedido por el tribunal. Su explicación fue que quiere enfrentar el caso "de forma transparente".
En sus respuestas al interrogatorio de la fiscal regional, Javiera López, el camionero M.R.C. relató que ingresó al país en agosto con una carga de harina de soya, contratado por la empresa RTV, con la que trabaja hace más de un año. Afirmó que el camión pasó sin problemas la frontera boliviana y los controles del SAG y la Aduana en Chile, pero aseguró que funcionarios policiales -que en ese momento dijo que ocultaron su condición- insistieron en revisar en repetidas ocasiones el vehiculo de carga, incluso con perros entrenados para la detección de drogas.
"Me tuvieron mucho rato, sólo hablaban por teléfono, y no me daban ninguna explicación", recordó. Y agregó que como los sellos que traía desde Bolivia estaban sin problemas, fue escoltado por los policías hasta la misma aduana del puerto de Arica. Dijo que ahí uno de los hombres que lo detuvo abordó el camión.
Durante todo este proceso el boliviano identificó al capitán Leonardo Vilches Sepúlveda del OS-7, uno de los cuatro policías formalizados, como quien dirigió el procedimiento. En el trayecto hacia la ciudad -relató- el funcionario que lo acompañaba en la cabina del camión le preguntó de forma reiterada si transportaba dinero o droga.
Una vez en la Aduana del puerto de Arica -señaló- fue instado a no pasar por la balanza. Luego de eso, dijo, lo trasladaron a dependencias del OS-7.
M.R.C. relató ante el tribunal que llegó a permanecer 4 días retenido sin tener claridad sobre su situación procesal. Dijo que lo hicieron entregar la llave del vehículo y que le preguntaron en varias ocasiones sobre su viaje y sus contactos en su país.
Durante ese período, indicó también, llegó hasta el lugar su jefe, Renato Tarque Vega, pero no le permitieron hablar con él.
En ese punto de su declaración, el transportista indicó que durante los interrogatorios los efectivos le mostraron fotografías de un camión de matrícula chilena cuyo termo (el container refrigerado para la carga) estaba reacondicionado con un doble fondo.
Ahí, dijo que el capitán le ofreció enganchar ese remolque a su camión "e ir a Bolivia a buscar 1.000 kilos de droga", afirmando que "no había problemas" con su jefe. El testigo afirmó que el ofrecimiento incluía un pago en dinero. Asimismo, declaró que le ofrecieron traer a su familia e incluso un acuerdo que indicaba que "me podían meter 7 meses (a la cárcel) y después me liberaban".
Recién en ese punto -indicó- supo del fiscal del caso, Manuel González, quien se encuentra suspendido y sumariado, y que fue al cuarto día cuando fue pasado al tribunal.
Al inicio de su declaración, M.R.C. afirmó que antes de viajar con su cargamento a Chile -que salía sellado desde su empresa- se contactó con él otro presunto transportista de nombre "Pancho", quien sería F.A.Y., otro de los civiles implicados en el caso.
El testigo dijo que "Pancho" junto a otros extranjeros le ofrecieron trasladar de vuelta de su viaje, una importante cantidad de dinero desde Santiago a Bolivia, a lo que él finalmente se negó.
