Un evento de "alto vuelo" pero "dentro de la legalidad" es lo que promete la «ExpoWeed 2013».
Un evento de "alto vuelo" pero "dentro de la legalidad" es lo que promete la «ExpoWeed 2013».
Es la primera vez que se hace en Chile... y en el continente.
Durante este fin de semana se desarrollará en el Parque O'Higgins la "feria del cáñamo sudamericana" -con más de 60 stands- que busca promover la cultura cannábica. Se trata, según sus organizadores, de "un encuentro informativo y social" donde "estarán las empresas más importantes del sector, los mejores bancos mundiales de semillas y todas las tiendas del sector grow ".
El evento replica la experiencia de otras latitudes, como las exposiciones que ya se han montado en Barcelona, Madrid, Amsterdam, Praga y Los Angeles. La idea de la muestra, explicó Felipe Binfa -organizador del evento y director de la revista "Cáñamo"- "es aterrizar el fenómeno de la marihuana en Chile informando a la población sobre sus diversos usos, tanto médicos, industriales como lúdicos (...) No queremos hacer una apología sobre la cannabis, sólo se trata de una exposición comercial y cultural que permitirá generar un debate sobre su legalidad".
Binfa fue enfático al advertir que estará prohibido fumar o portar marihuana, alcohol u otro tipo de droga: "Esta es una feria familiar, donde sólo se van a vender productos legales derivados de la marihuana".
Entre los invitados extranjeros estará el galés Howard Marks -más conocido como "Mr. Nice"- un ícono de la contracultura cannábica mundial. También expondrá José Carlos Bouso (de España), psicólogo y PhD en farmacología, estudioso de la cannabis como medicina; la alemana Mónika Brümmer , arquitecto y experta en bioconstrucción con cáñamo, y Martín Barriuso , presidente de la Federación de Asociaciones Cannábicas de España (FAC). Las dos jornadas serán acompañadas con música en vivo de algunas bandas nacionales y djs, como Ana Tijoux y Los Tetas . Se trata, tal como lo presentan en la web del evento, de "un panorama imperdible para disfrutar en familia (...) Dos días de entretención, educación, cultura y relajo en torno a la cultura cannábica".
Los menores de 12 años, apunta la invitación, "no pagan" la entrada ($5.000) y deben estar acompañados por un adulto.
Es precisamente este punto -la presencia de menores de edad en la feria- lo que encendió las alarmas al interior del Gobierno. Este jueves la directora del Senda, Francisca Florenzano , sostuvo a "La Segunda" que en la institución existe "preocupación" al respecto:
-Los adultos tenemos espacios y libertades diferentes a los menores de 18 años. No digo que haya que taparles los ojos a los niños, para que no sepan. Pero es muy distinto llevarlos donde evidentemente se va a estar promoviendo la cultura cannábica, presentándola como positiva... Salvo que me digan que habrá espacios especiales para menores, con stands de información preventiva, donde sean muy claros en que la marihuana no es aconsejable.
-¿Ese es su único reparo?
-Hay un grupo de activistas que buscan reivindicar su cultura cannábica. Es un grupo que existe hace tiempo en nuestro país, que puede presentar legítimamente su punto de vista. Mi gran temor en este tema es que muchas veces, en esta búsqueda por reivindicar ciertos derechos como cultivar y consumir, cruzan ciertos límites en cuanto plantean todo de una manera mucho más inocua de lo que es. Insisto: lo que me preocupa son los menores de edad. El consumo de marihuana en adultos es algo muy diferente a lo que sucede en menores de edad. Ellos son el principal foco de nuestras políticas y la evidencia es concluyente: el consumo de marihuana, así como de otras sustancias y el alcohol, tiene un impacto negativo en su desarrollo, en el cerebro, y en otro tipo de habilidades.
Respecto de los reparos del Gobierno, Binfa agregó que "ellos deberían estar igual de preocupados que en las Fiestas Patrias, cuando los niños van a las fondas y ven a sus padres tomar alcohol".
Tal como hicieron ver los organizadores, la feria se inaugura justo en la semana en que el capellán del Hogar de Cristo, sacerdote Pablo Walker , abrió un encendido debate al proponer que el consumo de la hierba sea despenalizado.