La Academia Americana de Pediatría acaba de publicar una guía: los niños menores de 2 años no deben exponerse a las pantallas.
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Se trata de la denominada "generación touch", niños entre 1 y 5 años que comienzan a interactuar con la tecnología a una edad temprana, incluso antes de comenzar a hablar o leer. "A mi hija le encanta las aplicaciones de rompecabezas que tengo en mi iPad y ver videos de Mickey Mouse en YouTube. No sé cómo aprendió, pero maneja mi celular mejor que un adulto. El problema es que llora descontroladamente si le pido el teléfono", cuenta Adolfo Venegas, padre de una niña de 2 años.
Actualmente, existen más de 40 mil aplicaciones para niños en iTunes y otra cantidad similar en Google Play y Amazon. Una muestra de esto son los puzzles animados, aplicaciones para colorear y juegos, como Candy Crush, Angry Birds, Turbo y Fruit Ninja.
La oferta puede ser infinita. No así debe ser el tiempo que se exponen los niños a las pantallas. Al menos eso es lo que planteó recientemente la Academia Americana de Pediatría, la cual dio a conocer las nuevas guías con recomendaciones sobre el tiempo de exposición de los niños a la televisión, smartphones, consolas, internet y redes sociales. ¿La clave? Límites claros y mucho ojo.
"Los niños no deben permanecer frente a las pantallas por más de dos horas al día. Los menores de dos deben mantenerse alejados de la televisión o internet, ya que puede interferir en su desarrollo", sostiene la organización. Y agrega que "al momento de las comidas y a la hora de dormir se deben apagar por completo todas las pantallas".
En ese sentido, destaca la importancia de no instalar televisores o dispositivos con acceso a internet en las habitaciones infantiles.
Otro punto clave: predicar con el ejemplo. Los padres no deben estar "enchufados" todo el tiempo.
Recién en 2010 el "mundo touch" irrumpió en los hogares. De ahí que aún no existan demasiados estudios científicos sobre sus riesgos.
Pese a esto, los expertos coinciden en que los efectos de una sobreexposición a estas pantallas son similares a la de una de televisión tradicional. El neurólogo infantil de la Clínica Alemana, Marcos Henríquez, señala que los más pequeños no deben estar frente a una pantalla por más de media hora. De no ser así, dice, "pueden presentar dificultades para conciliar el sueño, tener conductas agresivas, problemas de concentración, malos resultados académicos, dificultad para interactuar con otros, hiperactividad cuando son inquietos, sedentarismo y obesidad". Agregó que la calidad "portátil" de estos dispositivos facilita su uso indiscriminado: "favorece la seudo adicción por parte de los niños... En vez de dormir, puede estar jugando con un teléfono en cama".
Otro problema de salud asociado, son las malas posturas. "Los dispositivos móviles facilitan las malas posiciones y en consecuencia, los dolores de cuello, hombros y de espalda, entre otros", sostiene el traumatólogo de la Clínica Las Condes, Manuel Méndez.
Y si el ámbito educacional genera un amplio debate. Por ejemplo, un estudio realizado con un iPod Touch, y patrocinado por la organización detrás de Plaza Sésamo, reveló que niños entre 4 y 7 años mejoraron su vocabulario tras usar la aplicación "Martha habla".
Pero la idea tiene sus detractores. Cecilia Yaikín, subdirectora del Jardín Infantil Barrie Montessori de La Reina, señala que "los menores de cinco años deben tener la menor exposición, no más de media hora al día, y siempre bajo la supervisión de un adulto", dice.
Según explica "en base a mi experiencia , los niños que pasan muchas horas frente a una pantalla touch se caracterizan por ser más desconectados de la realidad y con dificultad para desarrollar empatía. Suelen adoptar roles de ficción, con conductas impulsivas y, en algunos casos, hasta violentas".