Con dos horas de retraso a lo que se había presupuestado, llegó al aeródromo de Tirúa el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, para supervisar en terreno las labores de rastreo de la avioneta Cessna 172 que se perdió con cinco pasajeros hace dos semanas.

En esta oportunidad lo acompañaba el comandante en jefe de la FACh, general Jorge Rojas, quien también participa de la supervisión.

Una vez que pisaron el terreno del aeródromo se reunieron inmediatamente con los familiares de los cinco desaparecidos, en el refugio del lugar y sin acceso para la prensa. En total, fue cerca de media hora de conversación.

Tras la reunión, Hinzpeter declaró que "les contamos a los familiares que hay un compromiso del Gobierno de seguir buscando, y de seguir poniendo todos los recursos que sean necesarios. Pero también de que son importantes sus corazonadas, si hay algún lugar que quieren que se busque o que se ponga énfasis, que lo digan".

Recalcó que lo más importante para los familiares es que se continúe con la búsqueda más allá del actual plazo que se termina este viernes, y que aún están a tiempo para reflexionar dicha extensión de acuerdo a cómo se desarrolle la búsqueda duranto estos días.

Además, puntualizó que "el Presidente tiene previsto viajar a la región y los familiares me contaron que a ellos les gustaría mucho tener una conversación cercana con él, como la que tuvieron conmigo. Yo le comentaré acerca de esta situación".

Pero "aquí hay un dolor muy grande y los excesos de presencia se pueden malentender".

Actualmente en la zona trabajan más de 500 personas entre personal de la FACh, Armada, Ejército, Carabineros y Bomberos. Ayer se sumaron un segundo robot submarino y un cuarto sonar de barrido lateral.

Experto: "No sabemos más"

"Las condiciones del tiempo han sido muy malas, lo que ha impedido una adecuada visualización", afirma el ex presidente de la Federación Aérea de Chile y actual presidente del Instituto Chileno de Derecho Aeronáutico y del Espacio, Tito Muñoz.

El oleaje, corrientes y falta de luz hacen además que "la visibilidad en el agua en esta época del año no sea de más de 5 metros", lo que se suma a las reducidas dimensiones del Cessna 172: Sólo 11 metros de ala a ala, 8,5 de largo y menos de tres de alto.

"Todo eso hace difícil la búsqueda, pero confiamos en la FACh", señala.

Considerando la autonomía de la aeronave, de hasta cuatro horas -unas 300 millas-, afirma que "no se puede desechar ninguna alternativa" sobre dónde pudiera estar el aparato.

Muñoz, que conoce personalmente al piloto Mario Hahn y voló la ruta entre isla Mocha y Tirúa, comenta que lo habitual es hacerlo al menos a 3.500 pies, "lo que permite llegar planeando si hay una falla de motor".

No obstante, por la falta de pistas desconoce como estos factores pudieron influir en el vuelo de Hahn. "Simplemente no sabemos más".