"La Segunda" investigó cuáles son los más recientes avances tecnológicos en esta área de la medicina: con la ayuda de láser y ultrasonido hoy es más fácil modelar los cuerpos. Cuatro destacados cirujanos chilenos revelan aquí cuáles son las nuevas tendencias estéticas.
Poco a poco, junto con el frío, comienzan también a desaparecer las capas de ropa. Se guardan los chalecos. Desde el fondo del clóset es necesario rescatar las poleras de manga corta. En pocas semanas más, incluso, aparecerán los trajes de baño... y los fines de semana de playa o piscina.
Esa es la principal razón por la que octubre, según explican los expertos, bien podría ser llamado "el mes de las cirugías plásticas": de aquí a diciembre -según datos del gremio- aumentan hasta en un 50% las operaciones que buscan arreglos estéticos. Se trata de un verdadero "boom". En algunos casos las liposucciones se transforman en el regalo de Navidad perfecto.
"La Segunda" conversó con cuatro afamados cirujanos chilenos para conocer las últimas novedades en este mercado que va en alza. Roy Sothers, Marcela González Malatesta, Daniel Jacubovsky y José Zahri aseguran, además, que dos nuevas "tendencias" se comienzan a apoderar de la industria: solicitudes de "menos volumen" y "combos" con varias operaciones.
15 mil operaciones al año
"Ahora hay un aumento de entre un 30% y un 50% en las cirugías, en comparación con el resto del año", cuenta la doctora González.
Si bien dependen del "ritmo de trabajo" de cada médico, "si en promedio alguien hace 10 cirugías al mes, esto aumenta perfectamente a 15, 16 o incluso más", añade la cirujano.
El doctor Sothers cuenta que la mayoría de "los tratamientos buscan mejorar el contorno corporal porque la gente se comienza a sacar la ropa y se empiezan a notar los defectillos".
En sus dos clínicas-spa -una en Santiago y otra en Viña del Mar-, Sothers atiende entre 15 y 20 personas diariamente. ¿Cuáles son las consultas preferidas en esta época del año? Las que se centran en las mamas, el contorno del abdomen, los glúteos y las caderas.
Según José Zahri -quien a esta altura del año opera a unas 6 o 7 personas cada semana-, "octubre y noviembre es una época donde se hacen más lipoaspiraciones y muchas abdominoplastias".
Si bien no hay cifras oficiales, se estima que en Chile se hacen unas 15 mil operaciones estéticas al año.
Ultrasonido para "facilitar" lipos
Y así como la tecnología avanza rápidamente en la telefonía y la computación, en cuanto a las cirugías estéticas los procedimientos también se modernizan a gran velocidad. Así, los procedimientos son cada vez más efectivos... y menos invasivos.
En ese escenario, la doctora González asegura que una de las principales innovaciones que se ofrece hoy en el país es el uso del ultrasonido en las liposucciones.
Explica: "Es lo que se llama lipoaspiración 'asistida', mediante algún elemento que trate la piel y la grasa antes de la aspiración propiamente tal. Esto es lo que hoy está más en boga. Lo que se hace es aplicar una energía, a través de ultrasonido subcutáneo , en la piel, para que la grasa esté más suelta. Así, cuando se llegue al proceso de aspiración de la grasa, se hace con menos fuerza, menos sangramiento y obviamente con menos dolor para el postoperatorio".
González acota, en todo caso, que la lipoaspiración clásica todavía se hace "con buenos resultados".
El uso del láser también es otra innovación que hace poco llegó a Chile.
Según Roy Sothers, una de las novedades que más contentas ha dejado a su clientas es el tratamientos que genera colágeno a través del láser, el que se aplica durante varias sesiones, que es indoloro y que no deja ninguna marca o lesión en el cuerpo del paciente. ¿Para qué se usa? "Principalmente para combatir la celulitis", asegura Sothers. "El láser también genera una reducción de volumen, porque al mismo tiempo destruye células grasas, por lo que se puede modelar el cuerpo en áreas específicas. Esto se conoce como Laserlipólisis", cuenta.
¿Cómo funciona? El rayo se introduce en la piel a través de una cánula, y va disolviendo la grasa, transformándola en un líquido semiaceitoso, que va a parar a unos recipientes.
Los avances también han llegado al mundo de las prótesis de mamas. Según el doctor José Zahri hoy existen nuevos implantes que reducen al mínimo (sólo un 2%) el riesgo de "encapsulamiento" (reacción del cuerpo ante la introducción de un cuerpo extraño y que genera dolorosas 'durezas' a la mujer).
"También se ha estado cambiando el líquido interior de las prótesis. Ahora se hacen con un gel 'cohesivo', que es más elástico, más firme y no tan frágil", dice el especialista. Esta última tecnología reduce las "ondulaciones" o "pliegues" que se pueden producir en los implantes y que podrían generar un efecto antiestético en el pecho de la mujer.
Anestesias más largas
En lo que todavía no logran "perfeccionarse" a niveles deseados es en lo doloroso que pueden ser estas cirugías. Lo de "para ser bella hay que ver estrellas" sigue plenamente vigente.
"Todas son dolorosas (...) Si hablamos de cirugía corporal, lo habitual es que en el período postoperatorio vas a tener que usar una malla compresiva, un 'body elástico', para mantener la piel fija y en la mejor posición. Si tú sacas esa malla te vas a encontrar con hematomas", reconoce la doctora González.
Y agrega: "Otro tema es la inflamación que producen estas cirugías y que suelen mantenerse las primeras dos semanas. Recién a la tercera ya se empieza a notar menos moretones y la paciente se siente menos hinchada". Esto, añade, porque en una liposucción, por ejemplo, el traumatismo produce una inflamación con la que el paciente podría aumentar de volumen"
El cirujano plástico de la Clínica Las Condes, Daniel Jacubovsky, sostiene que es mejor no hacerse ilusiones cuando se trata de las molestias: "El dolor es proporcional a lo agresivo que sea el procedimiento".
Eso sí, el facultativo aclara que en comparación con los procedimientos más frecuentes de medicina general -como las operaciones a hernias y vesículas- son menos peligrosas.
"Son cirugías que no invaden más allá de la piel, el tejido o el músculo. No operamos sobre órganos vitales. Donde nosotros aumentamos el riesgo es en la longitud de la cirugía, porque nuestras anestesias son más largas. Por ejemplo, una operación de liposucción puede durar entre dos a tres horas y un procedimiento de hernia, sólo una hora. Lo que pasa es que la técnica de la cirugía requiere más tiempo, en algunos casos hay que rotar al paciente y lipoaspirar espalda, brazos, muslos y piernas", indica Jacubovsky.
El ejemplo de Diana
Pero no sólo los procedimientos quirúrgicos y la tecnología han sufrido transformaciones a lo largo de los últimos años. Una de las principales modificaciones -incluso a nivel mundial- han sido las preferencias de los usuarios.
Ahora las pacientes piden que todo se note "lo menos posible". Uno de los ejemplos que más usan hoy las mujeres en las consultas, según comentan los cirujanos, es el caso de la animadora Diana Bolocco quien se hizo un implante mamario más "discreto" de lo que acostumbraban pedir las figuras de la TV.
De acuerdo al doctor Jacubovsky, hoy "lo que tiene relevancia es la naturalidad. Los pacientes lo piden y lo exigen (...) Mejorar la apariencia facial y corporal pero sin caer en anormalidades, sin exagerar el volumen de las mamas y glúteos o respingar las narices en exceso".
Roy Sothers apunta que hace unos tres años el promedio del tamaño de los implantes mamarios bordeaba entre los 300 cc y 350 cc. Hoy, en tanto, el volumen que más piden las mujeres está dentro del rango de los 200 cc a los 250 cc. De hecho, agrega, hay "muchas mujeres que tenían implantes grandes que se los han cambiado por otros más pequeños".
Otra tendencia que ha ganado terreno son las llamadas "policirugías". Según la doctora González, "como las operaciones son cada vez más seguras, las pacientes piden cumplir todos sus sueños en una sola operación". Lo que antes se hacía por separado -abdomen y mamas, por ejemplo- hoy se hace como un "combo", todo en uno.
Sothers agrega que además, de esta forma, se logra un importante "ahorro" en el costo de las operaciones.