José Miguel González (55) dice que ha sido víctima de 20 robos durante los últimos dos meses. "Acá han venido dos tipos de delincuentes: Algunos drogadictos que se llevan cosas chicas, como cañerías de cobre, y otro tipo de personas más especializadas, que han venido en vehículos para robarse materiales de construcción". Su letrero, por ahora, le ha traído buenos resultados.
"Estimados ladrones de mierda... la próxima vez no saldrán vivos. Dejen algún dato de sus viudas para darles una pequeña ayuda. Están contados sus días".
Esta es parte de la frase que se puede leer en un singular e intimidante cartel carretero, a un costado de la ruta troncal sur, en la comuna de Villa Alemana (región de Valparaíso). Y no se trata de una broma, si del desesperado llamado de atención de un empresario, "hastiado" por la delincuencia de la que ha sido víctima
Se trata de José Miguel González (55 años) quien en los últimos dos meses ha sufrido 20 asaltos.
Los atracos han afectado a un complejo de bodegas en construcción que González posee en Villa Alemana, que servirán como depósito de productos para la venta a través de internet y para insumos químicos.
El empresario explica su insólita idea: "Sé que es un poco ridículo y que a lo mejor los tipos que entran acá a robar se van a reír de mí, pero yo no lo veo por ese lado. Lo que pasa es que habíamos hecho las denuncias y no habíamos obtenido respuesta. Esta es una forma de llamar la atención".
González agrega que "en el cartel yo puse que me habían robado veinte veces, pero es sólo un cifra de referencia (...) Ya perdí la cuenta de las veces que entraron a asaltarme. Es casi un robo a la semana".
Cuenta que su original iniciativa nació el jueves pasado, luego de sufrir el más reciente de los robos.
En rigor, lo que le han robado al empresario son los materiales con que se están construyendo las bodegas. Así, relata que en uno de los primeros robos, hace dos meses, le desvalijaron completamente una bodega de 200 metros cuadrados, desde donde los asaltantes se llevaron los techos, las instalaciones sanitarias y las cañerías de cobre.
El total de pérdidas que ha sufrido, según una estimación propia, alcanza los $10 millones.
Cerco eléctrico... ¡y 10 perros!
"Yo esto no lo hago por el tema del dinero, es un tema del derecho a vivir en tranquilidad. Yo hice las denuncias, pero nunca fuimos citados. Esto es una ironía que hago, estoy representando mi molestia por el sistema, ya que me siento sobrepasado", explicó este mediodía el aproblemado empresario.
Además del llamativo cartel, González está tomando medidas más radicales para contener la ola de asaltos que lo afecta. Por estas horas, está terminando de instalar un cerco eléctrico que rodea toda la propiedad y ya tiene cerca de diez perros guardianes que se alborotan al más mínimo movimiento al interior de las bodegas. Además, aseguró, esta decidido a comprar un arma de fuego que le entregará al guardia que a partir de ahora vigilará sus instalaciones.
Según explica, los robos se han producido en horas de la tarde y de la noche: "Por lo que tengo entendido, acá han venido dos tipos de delincuentes: algunos drogadictos que se vienen a robar cosas chicas, como por ejemplo productos con cobre, y otro tipo de personas más especializadas, que han venido en vehículos para robarse materiales de construcción".
-¿Y el cartel funciona?, ¿le han entrado a robar de nuevo?
-No, no han vuelto a entrar.
