El Jefe de la Zona Metropolitana Oeste de Carabineros fue atacado mientras intentaba dispersar una turba en Cerro Navia. "Mientras avanzaba en un vehículo blindado vi en un pasaje a un sujeto con 5 o 6 molotov. Me bajo del jeep y el tipo me alcanza a tirar una molotov". Otros siete carabineros también permanecen internados en el hospital institucional. Uno de ellos con "una gran destrucción de su cara".
"Afortunadamente esta bomba molotov impactó en mí y no en un ciudadano inocente ni en uno de mis carabineros, que me acompañaban".
La frase corresponde al general Rodolfo Pacheco, quien actualmente ocupa el cargo de Jefe de la Zona Metropolitana Oeste y resultó herido anoche mientras encabezaba un grupo de efectivos que intentaba dispersar a unas 200 personas que atacaban la 45 Comisaría de Cerro Navia, en el marco de los disturbios por la conmemoración del "Once".
El oficial tiene 34 años de servicio en la institución y fue visitado esta mañana en el hospital institucional por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, el ministro del Interior Andrés Chadwick y el general director de Carabineros, Gustavo González Jure (ver pág. 4).
Desde la habitación en la que permanece internado en el Hospital de Carabineros, relató a La Segunda lo ocurrido, que lo dejó con lesiones en el rostro y los ojos llenos de vidrio molido.
"Ayer después de varios desórdenes concurrí a Cerro Navia y cuando llegué, había 200 tipos frente a la comisaría tirando piedras y molotov", recordó el oficial.
El general, quien antes del incidente sobrevoló Santiago para monitorear la situación, decidió organizar a los efectivos de la comisaría para dispersar a los manifestantes.
"Avancé con una sección para alejarlos y neutralizarlos. Mientras iba en un vehículo blindado vi en un pasaje a un sujeto con 5 ó 6 molotov y digo paren , me bajo del jeep y el tipo me alcanza a tirar una molotov", afirma Pacheco.
En ese momento, agregó, el individuo se parapetó en una casa y desde un pasaje aparecieron tres más y empezaron a tirar más molotov. "Con mi escopeta realicé unos disparos al aire para disuadirlos, pero siguieron tirando bombas", cuenta el general, quien se resguardó tras la puerta del carro blindado.
-Fue ahí cuando una de las bombas me cayó en el casco y la otra reventó contra la puerta del jeep. Los vidrios que se quebraron me cayeron en los ojos y perdí la visión.
La lluvia de artefactos explosivos incendiarios seguía cayendo sobre el vehículo y el general yacía en el suelo mientras los atacantes seguían acercándose.
"Me agarraron a piedrazos y después como pude subí al jeep", recordó Pacheco, quien fue trasladado con la cara ensangrentada hasta la comisaría de Cerro Navia.
Allí, insistieron en llevarlo de inmediato hasta el hospital institucional en helicóptero, sin embargo, él se negó. "Les pedí que llenaran un lavamanos con agua y ahí metí la cabeza completa para disminuir el daño ocular. Gran parte de los trozos de vidrio de mayor tamaño salieron", relató.
Tras ese procedimiento, los subalternos trasladaron al general hasta el hospital donde permanece internado.
"En 34 años de servicio, todos en la calle, es primera vez que sufro una lesión. Sentí un poco de temor cuando caí el suelo y vi que caían más molotov, pensé que se incendiaría el jeep o yo... Doy gracias a Dios", confiesa.
Tras una revisión esta mañana, el oftalmólogo del Hospital de Carabineros señaló que no tiene lesiones graves en sus ojos.
"Después de esto lo único que queda es hacer un llamado a los padres que son responsables de acciones de los hijos", dijo Pacheco, quien recordó que mientras realizaba los recorridos por la capital le tocó ver mucho menor haciendo barricadas y tirando piedras.
