Con el rechazo de los trabajadores del medio y de los accionistas minoritarios de la Empresa Periodística La Nación S.A, el Fisco -dueño del 69,2% de la firma- decidió esta mañana aprobar las bases de licitación para la venta del tradicional edificio del Diario La Nación , ubicado en Agustinas 1269, frente a la Plaza de La Constitución.

De esta forma el inmueble, que data de 1930, podrá ser adquirido por un valor mínimo de 192 mil UF, unos $4.425 millones. Sin embargo la venta dice relación sólo con una parte del edificio: cuatro pisos más el subterráneo que hasta el año pasado albergaban las oficinas del matutino -hoy convertido en un portal web- y el Diario Oficial. El resto de la construcción no está a la venta, ya que es ocupado por la Dirección del Trabajo.

La venta, eso sí, ya desató una fuerte polémica fuera de los ámbitos de la empresa. Así, quien primero salió a cuestionar duramente la decisión fue la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá .

"Estamos aquí para protestar por la decisión de la Junta de Accionistas de La Nación. Queremos exigir que esta medida se retrotraiga y se respete este patrimonio que es todos los chilenos. Este es un edificio que queda en pleno barrio cívico, que es una Zona Típica protegida. Nos parece que un edificio de este tipo, con esta ubicación, con este valor patrimonial, debe ser preservado como un bien público", dijo la jefa comunal.

Elevando el tono, Tohá agregó que "nos parece realmente una aberración del punto de vista del Patrimonio Nacional que se enajene un bien como este".

A esta mirada se suman las voces que critican, además, el bajo valor de la puesta en venta. El presidente del sindicato de trabajadores N°1 de La Nación, Víctor Pérez , explicó que "la tasación que realizó un experto que contrataron fue de mínimo $15 mil millones por el edificio, que además tiene valor patrimonial".

El representante de los accionistas minoritarios -Inversiones Colliguay-, el abogado Juan Pablo Hermosilla , agregó que "antes de fines de septiembre se iniciaran acciones civiles en contra de los controladores, para impedir que se produzca la venta del edificio. Pero además queremos que se discuta el proceso completo (...) Ni siquiera protege los intereses de mismo fisco".

¿Un edificio nuevo?

Pero la polémica no termina ahí.

Desde la Municipalidad de Santiago se cuestiona uno de los "ganchos" publicitarios que se han puesto sobre la mesa para facilitar la venta: Un "potencial desarrollo inmobiliario" en ese lugar.

De acuerdo con el managing director de Colliers, Jaime Araya -encargados de la venta del edificio-, "estudios desarrollados en el terreno en el año 2006, determinaron que podría ampliarse el actual edificio construyendo un nuevo edificio de 11 pisos, 3 niveles de subterráneo y 7 locales comerciales, de 13,400 m2 aproximados en el sector norte de la propiedad, donde se ubica la placa que da hacia el pasaje Sótero del Río".

Sin embargo, para la municipalidad esto no es posible ya que el edificio fue declarado "Inmueble de Conservación Histórica" en 2008, por lo que cualquier proyecto anterior a esa fecha debe ser reingresado a la Dirección de Obras del municipio y debe contar la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (porque está inserto en una "Zona Típica") y de la Seremi Metropolitana de Vivienda.