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Jubilaciones: AFPs calculan pagos con una tabla que estima que chilenos pueden vivir hasta los 110 años

Tema salió a la luz pública con madre de 80 años que recibirá en 120 cuotas el bono por hijo. Para una mujer que jubila a los 60 se estima que vivirá otros 28,4 años. En el caso de un hombre que deja de trabajar a los 65, la sobrevida estimada es de 19,1 años. Tablas al banquillo: "Son necesarias", "perversas", "absolutamente irreales", indican expertos.

por:  Marjory Miranda O.
viernes, 30 de agosto de 2013
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El caso sorprendió... e incluso fue motivo de chistes.

Graciela Valenzuela, de 80 años, pidió que la AFP le cancelara su bono por haber tenido tres hijos nacidos vivos. En total: $891 mil.

Grande fue su sorpresa cuando en la administradora le informaron que el dinero le sería entregado mes a mes... durante la próxima década.

Aunque al principio muchos pensaron que se trataría de un error administrativo, lo cierto es que el cálculo es completamente exacto, ya que el bono no es de libre disponibilidad, sino que se suma a la cuenta previsional de la beneficiaria para mejorar la pensión.

Por eso el monto del bono se debe dividir en función de la expectativa de vida de la persona.

Como según las tablas por las que se rigen las AFP una mujer de 80 tiene aún 11,6 años más de sobrevida, el bono se divide por 120 meses.

Fácil. Para la señora Graciela, $8.400 mensuales durante los próximos diez años.

Y si ella está viva a los 89 años, el saldo de su cuenta se redistribuirá en otros seis años y tres meses más, porque a esa edad esa es la expectativa de sobrevida para las mujeres.

Las diferencias entre INE y AFP's

Según el INE, hoy la esperanza de vida de un chileno promedio es de 79 años y un mes (76 años los hombres y 82 las mujeres). Y más chilenos mueren antes de los 80 años que después de esa edad (ver tabla).

Pero las AFP (y compañías de seguros que venden rentas vitalicias) funcionan con tablas de expectativas de vida distintas, que varían anualmente y son elaboradas por la Superintendencia de Pensiones y de Valores y Seguros.

La asesora de la Subsecretaría de Pensiones, Mónica Titze , explica que se determinan "de acuerdo a la experiencia (edad de muerte de los pensionados que registran las compañías de seguro de vida y las AFP, así como datos INE) y a las proyecciones de ellas".

El asesor previsional y miembro del Colegio de Corredores de Seguros, Adolfo Fuentes, agrega: "Si un niño pasa el primer año, significa que sorteó todos los riesgos de salud y por eso su expectativa de sobrevida es mayor que si tuviera días de nacido. Este mismo razonamiento se aplica a edad más avanzada en el cálculo de las pensiones".

Así, por ejemplo, si la persona llegó a los 60, ya sorteó con éxito una serie de posibles adversidades. Entonces se calcula que una mujer a esa edad todavía puede vivir 28,4 años más (un hombre 23,1).

Y a los 70, el sistema considera que una mujer puede vivir 19,5 años más (un hombre 15,4). (Ver tabla en pág. 8).

Con esas tablas de extrema longevidad se hacen los cálculos para asignar las pensiones. Y, como es obvio, a más plazo por cubrir, menor el monto que recibe el jubilado.

Titze lo explica con peras y manzanas: "Si tengo ahorrado $500.000 para salir de vacaciones, y voy a salir 5 días, puedo gastar $100.000 diarios, pero si voy a salir 10 días, sólo puedo gasta $50.000 diarios".

No es todo, porque al extenso plazo de cálculo que impone el sistema se debe considerar otra baja que sufre la pensión por los impuestos. "Como los descuentos que hace la AFP son antes de que se aplique el gravamen a la renta en el sueldo, sí se carga el impuesto cuando la administradora comienza a pagar la pensión", dice Fuentes.

Mientras más viejo, menos plata

Además, dice Fuentes, si un hombre jubila a los 65 años, los cálculos se hacen estimando que vivirá otros 19,1 años. "Pero si a los 84 años sigue vivo, tiene todavía capital en su fondo y el sistema le agrega otros seis años de sobrevida".

Según explicó el gerente general de la Corporación de Investigación, Estudios y Desarrollo de la Seguridad Social (Ciedess), Nicolás Starck , la pensión "depende de tres factores: saldo acumulado hasta el momento de pensionarse, expectativas de vida de la persona y de su grupo familiar protegido, y la tasa de interés que se considerará para el período futuro".

Con eso se genera un pago mensual, pero se reanaliza cada año según las expectativas de vida. La idea es que la persona tenga siempre un monto remanente en su fondo mientras siga viva. Y según las tablas, incluso a los 110 años todavía se considera que un chileno puede vivir cinco meses más.

Starck detalla que "los saldos que van quedando se van reinvirtiendo a cierta tasa, pero el fondo se va achicando por la pensión entregada mensualmente. Cuando este gasto es mayor que lo que se gana en intereses, disminuye la pensión al año siguiente".

Fuentes asegura que una opción de mantener una jubilación fija en el tiempo es optar por una renta vitalicia a través de un seguro y no una AFP. Las primeras calculan -usando las mismas tablas- una pensión que no varía, independiente de los años que uno viva "pero eso es porque tú estás comprando una pensión y el dinero pasa a propiedad del seguro que lo invierte, con ciertos resguardos y límites legales, y busca mejorar la rentabilidad".

Pero Starck advierte que "las aseguradoras distribuyen el riesgo de sobrevivencia entre todo su pool de asegurados -incluyendo reaseguros en el exterior- por lo que tienen mayores instrumentos para abordar este fenómeno. (Pero) tienen como desafío la inversión y la rentabilidad de sus reservas, las que han bajado de manera considerable, disminuyendo por tanto el monto de las pensiones".

¿Cuánto viven realmente los chilenos?

Es decir, se protege a la persona para tener pensión incluso hasta los 110 años, pero con montos siempre decrecientes.

Starck dice que "las tablas permiten a las administradoras y a las aseguradoras incorporar los datos de longevidad más representativos de los años de vida de una sociedad. Ignorar esta realidad implica pagar beneficios que no se financien con los fondos generados (...) El problema no es de una tabla. Es de baja previsión en el ahorro".

Recalca: "En el actual sistema de pensiones, cada persona asume el riesgo de longevidad, por lo que parece pertinente potenciar el nivel de ahorro sobre todo a las generaciones jóvenes para que cuando ellas lleguen a la tercera edad tengan mayor capacidad de enfrentar períodos mayores de longevidad".

Pero el senador PPD y presidente de la Comisión Especial para reformar el sistema de AFP, Eugenio Tuma (ver nota aparte), tiene otra opinión. "Si bien las personas están viviendo más y hay que ajustarse a esa realidad, no es menos cierto que las AFP hoy día están con tablas que son absolutamente irreales. Lo que hace la administradora es dosificar los recursos de la persona que se jubila en un mayor número de años, pero nunca va a llegar a esa edad para recibir el total de sus pensiones. Esas tablas no están destinadas a garantizar un justo sistema previsional".

Para el economista y gerente de Aserta Consultores, Hernán Frigolett , "las compañías y AFPs tienen que enfrentar la situación de una forma social y no individual, porque las curvas de sobrevivencia no son individuales, son de grupos etarios. Efectivamente hay un sistema perverso que podría ser mejorado protegiendo los intereses de los pensionados y no de los seguros y las AFP, que es lo que prima acá. El actual sistema no permite un componente solidario entre afiliados para reasignar los recursos de un usuario que falleció a otro pensionado que sobreviva más".

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