"Mira niñita"... el basural que quedó en el Parque Forestal.
Con un aroma más propio de un vertedero que del más tradicional punto verde de Santiago, amaneció hoy el sector del Museo de Bellas Artes, tras el recital callejero con que el grupo musical chileno «Los Jaivas» celebró ayer sus 50 años de trayectoria.

El panorama, esta mañana, era dramático: latas de cerveza, kilos y kilos de plásticos y papel, botellas de vino rotas, orina, fecas, cartones... y perros hurgueteando entre los restos.

Los organizadores del evento aseguraron que el espectáculo congregó a 70 mil personas, aunque las cifras de Carabineros hablan de unos 25 mil. Si bien cerca de las 10:00 horas una buena parte de las 20 toneladas de desechos estaba recolectada, los vecinos y automovilistas todavía reclamaban por el panorama: la circulación vehicular era dificultosa en José Miguel de la Barra e Ismael Valdés Vergara.

Tal fue el caos, que al cierre de esta edición, la propia alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá , dijo que "vamos a evitar autorizar eventos de esta magnitud en este lugar. Y a futuro, dado que llegó un público muy superior al esperado por el organizador, no hay que simplemente hacer el permiso en base a la estimación que hace el organizador. Se requiere de un ente autónomo, porque la estimación aquí fue fuera de la realidad". Además, aseguró que "lo otro que sucedió, que no es normal, que una parte del público tuvo una actitud desmesurada, de descontrol en la ingesta de alcohol".

Tal como relató Alejandra Kantor , una de las dueñas del restaurante del tradicional "Castillo" del parque (que aún no se inaugura), al edificio se encaramaron algunos fanáticos de «Los Jaivas» para "disfrutar" del concierto: "Llegué ayer como a las 17:00 horas porque le habían pegado al guardia que teníamos. Estaba en la comisaría con un ojo morado e hinchado. No pudo impedir que la gente rompiera las barreras y los cierros de madera y se instalara en el segundo piso".

Una puerta de fierro fue arrancada de cuajo y en la terraza del segundo piso las sillas del local lucían arrumbadas junto a decenas de latas de cerveza. "Le habíamos mandamos un correo a la alcaldesa porque con los tres guardias que nos pusieron, además del nuestro, no sería suficiente. Al Museo de Bellas Artes le pusieron hasta Carabineros", se quejó.

Vecinos estudian querella

La indignación por lo sucedido cundió entre los vecinos.

Ricardo Loebell , quien reside desde 2004 en un edificio en plena esquina de José Miguel de la Barra con Ismael Valdés Vergara -prácticamente enfrente del escenario- dijo que estudiará con los otros habitantes del lugar la presentación de una querella por los daños.

"Anoche no sé lo que pasó, porque pese a que ésta es mi casa, me fui a dormir a otro lado. Me dolía la cabeza. El ruido había empezado a las 10:00 con las pruebas de sonido", relató. "Me asombra que la municipalidad no haya previsto esto. Es natural que si viene gente, beba y coma y ande con guaguas a las que hay que mudar...", añadió Loebell. "Lo mismo pasó en diciembre con un acto de las represas de Aysén. Pedimos que este sitio no se ocupe para esto, porque no tiene las condiciones", remató.

Francisco Ramírez , otro vecino, se quejó de que "la Municipalidad tiene convertido este sitio en una área de conservación histórica. Aquí si un vecino cambia una ventana, le ponen una multa, pero ¿quién responde por los rayados que nos hicieron en el frontis?".

Andrés, otro vecino de Ismael Valdés Vergara quien prefirió no dar su apellido, dijo que "la basura la limpian hoy y el pasto lo van a volver a plantar... supongo. Pero lo realmente grave es la salud mental de las personas. Aquí cuando hay un concierto los vidrios retumban. Vivo aquí hace 25 años, y los últimos 6 la situación ha ido empeorando. Hay gente que se está cambiando".

Tohá: "Vamos a evitar eventos" en el barrio

Frente a los hechos, el director de Aseo y Ornato de Santiago, Fernando Vallejo -quien inspeccionó esta mañana la recolección de basura-, indicó que "hubo mucho más de la gente que la municipalidad esperó. En todas las coordinaciones esperábamos una cantidad mucho menor. Llegaron 3 ó 4 veces más".

"Desgraciadamente nos vemos siempre enfrentados a situaciones que se sobrepasan por la cantidad de gente. Cuando hay 60.000 o más personas congregadas, evidentemente que es difícil controlar todas las situaciones", dijo, y añadió que "tengo 30 años en la Municipalidad y nunca había visto el parque con tanta basura. La gente se portó mal en este caso. Faltó mucha cultura de la gente", aseguró Vallejo.

 Botellazo en el rostro a un carabinero
El balance de Carabineros tras los incidentes es de un suboficial de Fuerzas Especiales herido por un botellazo en el rostro, y tres hombres adultos detenidos por desórdenes graves, que quedaron citados.

El reporte policial señala que durante el evento se produjeron desórdenes en el Castillito, donde personas rayaron muros y se subieron al techo. Al término encendieron barricadas con la misma basura dejada en las calles, rayaron muros y quebraron vidrios del Museo de Bellas Artes.

Según el coronel Alvaro Fuenzalida , prefecto de Santiago centro, en las reuniones previas con los organizadores "se nos hablaba de una concurrencia aproximada de unas 6 mil a 7 mil personas".

Debido a que se trataba de un feriado, asegura, de todos modos dispusieron servicios para 30 mil asistentes: "Llegaron entre 20 y 25 mil". Por eso, apuntó el uniformado, los incidentes fueron "menores y focalizados", considerando además la notoria ingesta de alcohol en la vía pública, algo "que cuesta mucho fiscalizar en estos eventos al aire libre".