Nacional
Compartir | | Ampliar Reducir

Estudio de la Superintendencia: Isapres cubren sólo el 30% del valor de las atenciones de salud mental

Por primera vez se midió cuánto de lo que pagan los usuarios en sus planes a las isapres se está destinando a estas enfermedades. Aseguradoras establecen "doble tope": restringen la cobertura por atención y por año.

por:  Marjory Miranda O., La Segunda
viernes, 09 de agosto de 2013
Imagen
Imagen
jQuery Carousel

Una de cada tres personas en Chile sufre algún trastorno mental en algún momento de su vida y las isapres cubren sólo un 30% del valor de una atención de salud para este tipo de patologías.

Así lo revela un estudio de la Superintendencia de Salud, que en 2012 midió -por primera vez- cuánto de lo que pagan los usuarios por un plan en una isapre se está destinando a la salud mental.

Para ello se tomaron en cuenta todos los planes vigentes que el año pasado tuvieron movimientos por atenciones de este tipo, concluyendo que, en promedio, del valor total de una prestación (atención con un psiquiatra o sicólogo, algún tipo de examen u otra atención ambulatoria) la isapre bonifica sólo el 30% de lo que se paga... el 70% restante lo debe desembolsar el paciente de su bolsillo.

Esto, dice el informe, "deja en evidencia las importantes restricciones existentes para este grupo de prestaciones de salud, las cuales no son muy distintas entre las isapres".

El problema resulta preocupante si se considera que la última Encuesta Nacional de Salud -realizada en 2009- muestra que en Chile hay un problema creciente en esta área: un 17,2% de la población chilena mayor de 15 años ha presentado síntomas depresivos, la tasa de suicidios en personas entre 20 y 44 años concentra el 12,8% de las defunciones y que la pérdida de productividad por años de vida no saludable (AVISA) es de 23,2%.

18% de licencias es por este tipo de patologías

Según el estudio, las aseguradoras que muestran las coberturas más bajas en salud mental son Masvida, Colmena y Consalud, ya que todas ellas tienen una cobertura promedio menor a 30%, mientras que las que exhiben mayores coberturas son Cruz Blanca, Vida Tres y Banmédica que, en promedio, llegan a 35% de bonificación.

Las razones son varias, señala el informe, ya que en la mayoría de los casos la persona no usa la red de prestadores (clínicas, centros o institutos) que la isapre destinó para la atención de salud mental, los diagnósticos son difíciles de comprobar, los tratamientos son caros y prolongados en el tiempo y hay un uso creciente de las licencias médicas.

Según datos oficiales (de 2011), estos permisos representan el 18% del total que ingresa al sistema privado "y son el segundo diagnóstico en importancia después de enfermedades respiratorias", explica el director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes .

Pero, además, el estudio detectó que las isapres aplican un "doble tope" en este tipo de prestaciones que varía según el plan contratado, definiendo valores máximos (por lo general en UF) de cobertura, por atención y año calendario.

Por ejemplo, la isapre estipula en su plan que para la atención con un psicólogo -cuyo valor es de $45 mil- cubrirá un 30% con tope de 0,35 UF ($8.046) por consulta. Ello quiere decir que por cada atención cubrirá sólo ese monto y el diferencial deberá pagarlo el usuario de su bolsillo.

Asimismo, el plan establece que tendrá un tope anual de devolución de 1,75 UF por este tipo de atenciones ($40.230), lo que significa que cuando llegue a ese monto, no devolverá más dinero al paciente.

Santiago versus regiones

Según el académico del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Manuel Inostroza , el mayor problema se produce con las enfermedades que no están en los listados GES (ex Auge): "Aunque son cubiertas por el sistema, establecen copagos altos, generalmente mediante reembolsos. Y en el sector público (Fonasa) el problema son las altas listas de espera por falta de especialistas".

El psiquiatra y director de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn), Juan Maass , agrega los altos costos que implican estas enfermedades para los pacientes, ya que "el pago libre elección de una o dos sesiones semanales fácilmente puede significar entre $200 mil y $400 mil mensuales, lo que en una economía de clase media resulta prohibitivo, más aún si agregamos medicamentos".

El profesional dice que en la clase media sólo "gracias a (la implementación del) GES se han logrado realizar tratamientos completos a patologías mentales severas como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o las depresiones".

Pero advierte que aún "hay mucho que mejorar. Por ejemplo es más fácil lograr atención en Santiago por la alta concentración de especialistas, pero la realidad en regiones es muy distinta".

El presidente de Agrupación Nacional de Usuarios de Servicios de Salud Mental, Jorge Chuaqui , agrega que en el servicio público "la internación de urgencia es muy difícil, porque cuesta conseguir camas disponibles. Y aunque hay especialistas en algunos hospitales (como en Viña del Mar) no es fácil conseguir hora... hay muchos esperando atención".

Los altos costos económicos, familiares y laborales que enfrentan los pacientes

Altos costos en dinero, en la vida familiar y en el trabajo son algunos de los problemas adicionales que deben enfrentar quienes padecen alguna enfermedad mental. Y de eso bien sabe el presidente de la Agrupación Nacional de Usuarios de Servicios de Salud Mental, Jorge Chuaqui , quien desde joven tiene esquizofrenia.

El sociólogo de 60 años -encargado del programa de salud del Centro de Investigaciones Sociológicas de la Universidad de Valparaíso- cuenta que antes no había AUGE (enfermedad cubierta por este sistema) "y como no podía trabajar, mi familia costeaba mi salud. Tuve varias crisis por las que me debieron hospitalizar, así que había que pagar eso y las consultas con los especialistas. Incluso, estando en Fonasa, el copago -lo que el usuario termina pagando por una atención- era carísimo".

Cuenta que a eso se debían sumar los medicamentos, que tampoco eran cubiertos por las isapres.

Tras controlar su enfermedad, logró un trabajo estable y tranquilidad familiar. "Pero esa no es la regla. Hay casos de pacientes que deben pasar por muchos médicos antes de un diagnóstico adecuado. Imagínese una persona que no se puede controlar porque está en crisis y debe ir de un médico a otro...", dice.

Cuenta que "el 10% de quienes padecen esquizofrenia no tiene trabajo competitivo ni pareja, por lo que para ellos es imposible solventar los gastos de la enfermedad".

Los desembolsos

Una experiencia distinta vive Franco, un psicólogo de 37 años que también vive con esquizofrenia.

Inició su tratamiento con su isapre apelando al GES, pero los medicamentos contemplados por esta vía no funcionaron y debió usar la cobertura que le ofrecía su plan de salud. "Hay algunos problemas con el AUGE, como que los remedios no siempre funcionan para todos y que las sesiones con el psiquiatra duran sólo 30 minutos. Cuando uno está en crisis, no es suficiente. El protocolo es bueno, pero se necesita más flexibilidad porque por la rigidez se pierde calidad", dice.

Franco debe controlarse cada dos meses, desembolsando $55 mil por cada consulta con el psiquiatra (con la cobertura de la isapre ya aplicada) más $42 mil por medicamentos cada 20 días.

Si se atendiera vía AUGE, los costos bajarían a $38.600 si se está tratando por primera vez y $11.410 si el tratamiento es a partir del segundo año, con medicamentos incluidos.


Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img