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10 mil demandas de paternidad se interponen en Chile cada año: Con el ADN es posible saber la verdad antes del nacimiento

Exámenes genéticos tienen valores que parten en $150.000 en los laboratorios privados. Precios suben a medida que el caso es más complejo. Resultados siempre son 99,9% o 0,0%. Existe la posibilidad de demandar a quien esté tratando de sacar provecho de una solicitud de paternidad.

por:  Patricio Meza S.
sábado, 13 de julio de 2013
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Hasta hace una década, probar una paternidad en Chile era una tarea casi imposible. Los antiguos tribunales de menores pedían "medios de prueba fidedignos", como cartas de amor con la madre, fotos, testigos, etc.

Es decir, el trámite era muy difícil y "normalmente esos niños se quedaban sin padres", apunta el abogado con más de veinte años de experiencia en temas familiares Rodrigo Vidal De Bernardis.

La situación empezó a cambiar con la Ley de Filiación, en 1998, que dio mayor validez al entonces incipiente test de ADN como prueba legal. Entonces los exámenes que realizaba el Servicio Médico Legal (SML) subieron de sólo 120 a 2 mil al año y han seguido aumentando.

Actualmente, cada año ingresan más de 10 mil demandas por presunta paternidad en la justicia de familia (ver tabla), donde los análisis genéticos son indispensables. Uno de esos requerimientos fue el que puso una mujer que alegaba ser la hija no reconocida de Ricardo Lagos Escobar. En ese caso, el tribunal ordenó pruebas de ADN en el SML y en un laboratorio particular. Este último test ya salió negativo.

A estas alturas la tecnología está tan avanzada, que incluso es posible saber la verdad antes de que nazca la guagua (recuadro).

Reconocer o impugnar

Desde el 2005 hay dos vías legales para iniciar el trámite de demanda de paternidad: el reconocimiento y la impugnación.

El primero es el más habitual: caso típico es la madre que demanda al supuesto padre de su hijo.

Al igual que en el pasado, si el hombre es notificado y no se presenta en dos ocasiones, se presume padre y el tribunal lo puede decretar como tal para todos los efectos legales.

Si concurre, puede negar la paternidad, manifestar dudas o asumirla. Siempre, la justicia ordenará el test. Así se pretende evitar, por ejemplo engaños para concretar adopciones saltándose pasos legales.

En la impugnación, en tanto, una persona tiene un padre legal pero existe la sospecha de que es otro el biológico. El reclamo lo puede hacer la madre hasta que el hijo sea mayor, el hijo tras cumplir los 18 años -lo que ocurre más habitualmente- o incluso el posible padre sanguíneo.

La impugnación es también el caso más complejo porque son "dos juicios en uno", explica el abogado. "Por un lado se impugna el apellido del padre legal y acto seguido se reclama el apellido del presunto padre biológico. Se cita a los dos y se les ordenan los exámenes de ADN a ambos", indica.

Por su mayor complejidad, estos son los casos que llegan mayoritariamente a los estudios privados, mientras los reconocimientos de paternidad son vistos en su mayoría por la Corporación de Asistencia Judicial.

Se puede usar sangre o saliva

El uso del ADN como prueba legal partió a mediados de la década de los '80 en Gran Bretaña. A fines de los '90 comenzó a usarse en Chile la tecnología tal como se conoce hoy.

Lo usual es que en un examen de paternidad se usen muestras de tres personas (madre, hijo y presunto padre), aunque pueden ser más.

El SML realizó el año pasado 5.732 exámenes de paternidad, con sangre extraída a 18.342 personas que pasaron por sus instalaciones.

La muestra se obtiene pinchando un dedo a la persona con una lanceta especial. Con una gota basta dice la jefa de laboratorio del SML, Ana Toyos.

"Esa gota se guarda en una tarjeta y nos permite repetir muchas veces el examen si es necesario, además de guardar esa muestra durante mucho tiempo sin alterar", afirma.

El organismo realiza las pericias en sus laboratorios de Iquique, Valparaíso, Concepción y Santiago. Este último recibe el 50% de las solicitudes.

Los tres centros de regiones, que también partieron el 2005, se dedican exclusivamente a estos casos de filiación. "Pero estamos con una meta exploratoria para el 2014 de enviar otros casos de mediana complejidad a regiones y descongestionar un poco a Santiago", señala Toyos.

Dado su restringida capacidad, el SML efectúa exámenes sólo por orden de tribunales. Pero como la ley permite solicitar un segundo estudio, el organismo ha acreditado a cuatro laboratorios particulares en Santiago para hacer el test de forma privada.

Uno de ellos es Biogenetics. Su director, Hugo Jorquera es un genetista forense que trabajó por más de una década en el SML. "Nosotros usamos una muestra de saliva, pero desde el punto de vista técnico no hay diferencias. La sangre y la saliva son idénticas para hacer una muestra de ADN, pero obtener la primera, implica un paso doloroso".

Jorquera explica que "la muestra habitual se toma con una especie de cotonito que se frota dentro de la boca y con el que se toman células epiteliales. De ellas podemos obtener ADN".

Aunque afirma que la mayoría de los laboratorios a nivel mundial hoy usan saliva, el experto cree que el SML sigue usando sangre por razones metodológicas. "Trabajan con una técnica probada y evaluada", señala.

El resultado, en todo caso, siempre es concluyente: 99,9% o 0%. En ocasiones puntuales (uno de cada 500) se pueden dar dudas por mutaciones genéticas. "O por ejemplo, un caso extremo, una paternidad donde los posibles padres son hermanos gemelos. Ahí es imposible determinar quien es el padre", afirma.

Los laboratorios particulares pueden en ocasiones hacer el examen sólo con muestras del posible padre y del hijo, prescindiendo de la madre.

Pero la mayor diferencia es el tiempo. Un centro privado puede tener los resultados en 24 horas o menos. "Técnicamente es posible tomar una muestra en la mañana y tener el resultado en la tarde", dice Jorquera.

Aunque ha mejorado notoriamente sus tiempos, el SML tarda meses. Con la avalancha de casos el 2005, llegaron a demorar 210 días, tiempo que han bajado a menos de 90.

Sobre precios, un examen privado estándar cuesta $ 150 mil, mientras el SML no cobra, aunque los jueces suelen sumar el valor a las costas del juicio, usando un precio de referencia.

Los clientes pagan un examen privado por rapidez y también privacidad. Los laboratorios hacen exámenes a veces sin saber los nombres de los involucrados. "Como política la única forma de que vaya el nombre de la persona en el informe es que la muestra sea tomada presencialmente en el laboratorio y nos conste que la persona vino y se chequeó su identidad", dice el director de Biogenetics.

Cuando no es el padre

Los juicios de paternidad, que antes tardaban años, hoy duran de ocho a seis meses "o tres si es con exámenes particulares", señala el abogado Vidal.

El costo es variable, pero puede llegar a varios millones de pesos.

El abogado afirma que desde el 2005 la demanda por estos servicios legales se triplicó y además se dieron pasos clave en jurisprudencia.

En especial destaca un caso que patrocinó y que el 2009 llegó al Tribunal Constitucional (TC). Su clienta de 42 años reclamaba paternidad a un adulto mayor de gran patrimonio.

La defensa de este alegó que, aunque Chile ratificó la Convención de Derechos del Niño (que establece el derecho a la identidad), no se justificaba que una persona adulta pidiera el examen de ADN porque ya no había pensión de alimentos y acusó interés.

Pese a ello,el TC dio la razón a su clienta, en un fallo que hoy se cita en libros. "Fue el primero en Chile que consagró el derecho a identidad para toda persona", indica. "Tanto que antes en las adopciones se cremaban las partidas de nacimiento, pero hoy se guardan y la persona, al llegar a la mayoría de edad, tiene derecho a saber quién es su padre".

Pero hay muchos casos en que examen y juicio son negativos. Si bien no hay cifras de tribunales (las causas son reservadas), en Biogenetics el 33% de los test descartan paternidad.

Aunque la ley contempla la opción de una contrademanda por daño moral, Vidal afirma que es muy poco común, porque es igual de extraño que una reclamación de paternidad se interponga sin ningún fundamento.

"Casi siempre hay un relato creíble, las personas se conocen, tuvieron intimidad, por lo que el examen confirma o descarta, y el demandado no quiere más publicidad. Ahora, si hay antecedentes falsos, si jamás lo conoció y hay un ánimo sólo de hacerle un daño de imagen o económico, ahí se justifica la demanda", sentencia.

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