La reflexión la hace el obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González , a propósito del caso de Belén, la niña de 11 años que fue violada por su padrastro y quedó embarazada. A raíz de su situación es que diferentes voces han pedido que en nuestro país se legisle en torno al aborto terapéutico. "Todos sabemos que un mal, una injusta agresión de una persona, no se arregla con un mal aún mayor: quitar la vida a un inocente. Hago un llamado a no aprovecharse de un drama para plantear caminos cuyo fin no conocemos. Y me gustaría saber el pensamiento de los candidatos en este caso", añadió González.
-¿Cuál es la visión de la Iglesia en torno a los embarazos que son producto de una violación?
-La enseñanza de la Iglesia -y de la justicia- rechaza cualquier atentado a la integridad de una persona. Pero ese rechazo no puede implicar legitimar quitar la vida a un inocente. En la solución de estas situaciones límites se prueba la coherencia de la sociedad con los principios esenciales. Si se cree en la existencia de valores esenciales, como el respeto a toda vida humana, siempre, entonces la solución no puede ser, en este caso, legitimar un aborto.
Monseñor González pidió "respeto por el drama de esta niña". Y es que, según dijo, "hay un cierto aprovechamiento. Debemos actuar como sociedad y como nación, salvaguardando tanto la dignidad de esta persona, como la de aquella que lleva en su seno. Para mí, personalmente, su situación es un llamado fuerte a alumbrar con la verdad lo que es la familia, la vida sexual, etc.". El obispo también planteó una inquietud: "¿Hasta dónde llegaremos en la erotización de nuestra sociedad, de la TV y de las publicidad? Es una pregunta que nadie quiere responder de verdad".
-¿A quiénes se refiere con ese "aprovechamiento"?
-Hay un aprovechamiento mezquino e ideológico, y hemos de reaccionar con fuerza. No se puede imponer la lógica de que un mal se ataja con otro. ¿Acaso no conocemos -y la Iglesia particularmente- los efectos del aborto sobre la mujer? Son dramas que duran hasta el fin de la existencia y que es muy difícil curar. Pido, humildemente, un poco más de reflexión y responsabilidad.
-¿Por qué para la Iglesia no existe el "aborto terapéutico"?
-Porque la vida es un don que no nos pertenece. Y porque "terapia" significa "curación" de un mal, una enfermedad, y una vida humana nunca es un mal y menos una enfermedad. Es un don, es un bien, y para los cristianos un regalo de Dios. Este término, terapéutico, es un caballo de batalla que engaña a muchos y logra confundir.