Nacional
Compartir | | Ampliar Reducir

"Mi hijo es el matón del curso": Cuando el sufrimiento es por tener un niño que maltrata a otros

Madres entregaron su testimonio a "La Segunda", en momentos en que aumentan denuncias por maltrato escolar. Sicólogos señalan que no hay causas únicas, pero es clave el trabajo mancomunado entre la familia y el colegio.  

por:  La Segunda
sábado, 22 de junio de 2013
Imagen
Imagen
Imagen
jQuery Carousel
"Yo todos los días le decía: ¡por favor pórtate bien!, ¡deja de molestar!, pero no hubo caso. Después las cosas se salieron de control y los demás le empezaron a pegar a él. Una vez lo golpearon entre cinco en el patio del colegio"...

Así recuerda Teresa (sin apellido) su experiencia con su hijo alumno de un colegio particular subvencionado, al cual tuvo que cambiar de establecimiento porque pasó de ser el matón del curso a sufrir en carne propia el bullying.

El tema adquirió dolorosa actualidad luego de que el sábado pasado falleciera Benjamín Apablaza, de nueve años. Según la denuncia del padre, su hijo era objeto de bullying por parte de compañeros en la sala de clases. Y mientras estaban sin el profesor en la sala terminó con un lápiz enterrado en su ojo izquierdo, en medio de un confuso incidente. Un caso extremo que sigue en investigación por parte de las autoridades educacionales...

El menor que supuestamente habría empujado al pequeño no fue identificado, para no estigmatizarlo. Sin embargo, trascendió que proviene de una familia desestructurada y que actualmente vive con su abuela.

En un gesto doloroso y altamente significativo, el padre de Benjamín dijo, enviándole un mensaje al niño: "Te perdono y estoy aprendiendo a amarte".

Según informó esta semana la Superintendencia de Educación, en lo que va del año se han registrado 1.526 denuncias por maltrato escolar. En el mismo periodo del año pasado hubo 1.216 denuncias.

Mamá: "Dejé pasar muchas cosas"

"La Segunda sábado" indagó en la otra realidad relacionada con el bullying , la que afecta a las familias donde está el niño "matón". No fue fácil, en primer lugar porque cuesta mucho que un padre reconozca a su hijo en el rol de malo. Luego, porque nadie quiere identificarse como parte de un problema tan complejo.

El caso de Teresa ocurrió el año pasado, cuando su hijo tenía nueve años. Siempre fue un revoltoso en el curso, cuenta ella, quien prefiere no identificarse para que no estigmaticen a su hijo en el nuevo colegio.

Y recuerda que "cuando me llamaban para reclamar porque no quiso hacer la tarea o porque le había pegado a alguien, al comienzo no pesqué mucho. Lo castigaba y retaba cuando la profesora me avisaba. Me desesperaba porque yo trabajo todo el día y recibir quejas, ver sus cuadernos con anotaciones, era cansador. Dejé pasar muchas cosas".

Pasó un tiempo y el escolar comenzó a llegar con escupos en su mochila y signos de que se había peleado con alguien. Lo más grave ocurrió un día en el patio, cuando cinco compañeros de curso se alinearon para golpearlo. "Fui a reclamarle a la profesora y ella me dijo que entendía, pero que siempre era mi hijo el que se lo buscaba", dijo Teresa.

Luego, una de las apoderadas con quien tenía más afinidad le contó que su hijo molestaba a todos. "Me dijo que todos los días les pegaba a sus compañeros, sobre todo a los hombres... y después, entre todos se desquitaban con él. Todos los días le hablaba, pero era chispita; si alguien le decía algo, se enojaba con todo el mundo y al primero que veía le aforraba... Tuve que cambiarlo de colegio porque no podía permitir que le pegaran entre varios", finalizó esta mamá.

"El trataba de hacer amigos así"

Verónica tiene dos hijos. Cuando uno de ellos tenía nueve años empezaron los problemas en el colegio particular donde estudiaba. "Los profesores se quejaban y los compañeros lo acusaban de que era violento, que tiraba manotones y los empujaba".

Ahí a la madre se le produjo una lucha interna, "porque yo creía lo que me decían, pero a la vez me negaba a creerlo. Uno dice: Mi hijo no es así, pero igual veía que su comportamiento no era el normal. La situación me daba rabia y pena. Rabia porque no quería que fuera un niño problemático y pena por él, porque estaba aislado y solo".

-¿Qué hizo para tratar de ayudarlo?

-El colegio tiene sicólogo y lo citó para conversar algunas veces, y en el fondo me pidieron que lo llevara a un sicólogo particular. Pero estoy convencida de que lo que más le ayudó fue que conversáramos con él, que le explicáramos que ser matón no era la forma de conseguir amigos. Porque en el fondo él quería demostrar que era bacán, pero logró el efecto contrario, que todos se alejaran. Lo que realmente lo salvó fue el apoyo familiar.

-¿Hubo un minuto en que debió castigarlo por conflictivo?

-No, porque sólo se lograba que fuera más violento y que se taimara. Ahora ya tiene 13 y ese problema, que duró como dos años, quedó atrás. Al crecer se le fue pasando y ahora está súper bien, sin cambiarlo de colegio.

-¿En algún minuto sintió alguna culpa como madre?

-Todo el tiempo me preguntaba que había hecho mal para que él fuera así, qué valor no le había inculcado.

"Le dije que la iban a echar del colegio"

Esa desesperación también la vivió Eliana Salazar, quien se hizo cargo de los dos hijos de una sobrina que está en la cárcel. Tuvo problemas con su sobrina nieta de 11 años que quedó repitiendo en quinto básico

-Me enteré por la mamá de la niñita afectada que mi sobrina la amenazaba con golpearla, igual que hacía con otras alumnas. También hacía que las compañeras no se juntaran con esta niñita para dejarla sola. Nosotros somos de hablar fuerte, de gritar harto, y soy bien estricta con los niños para que no se porten mal. Pensé que se habían confundido, porque no me dijeron nada en el colegio. Pero la niña agredida me confirmó todo.

Ahí Eliana decidió hablar con su pupila para frenar la situación. "Le hablé fuerte, le dije que la iban a echar del colegio si seguía así, que la iba a cambiar a un colegio malo donde podía terminar como ladrona, drogadicta y qué sé yo. Le pregunté bien clarito si eso era lo que ella quería, terminar como sus papás. Que me dijera nomás y yo dejaba de gastar plata en el colegio y la ponía en uno público... Le repetí: si no quieres seguir ese camino tienes que cambiar y comportarte".

La mujer asegura que sus advertencias resultaron, porque no ha vuelto a recibir reclamos de la mamá de la niñita afectada. "Yo soy la única persona que se ha hecho cargo de ellos y como pensó que la podía dejar, se asustó", reflexiona Eliana.

Orientadores y sicólogos

La encargada de orientación educacional del Instituto Alonso de Ercilla, Macarena Ruiz indica que es un hecho objetivo que "el amor como papás nos enceguece y cuesta ser objetivo". Por eso muchas veces cuesta reconocer que el hijo es quien tomó el rol equivocado. Pero, "cuando toman conciencia pueden hacer cambios muy significativos en favor del desarrollo de su hijo. Si ello no se logra es complejo modificar conductas". Una alianza entre el colegio y la familia "es más fácil y a corto plazo genera buenos resultados".

El orientador del Liceo Amanda Labarca, Hernán Chamorro , recalca que "la labor del colegio es indagar primero, consultar y ver cuáles son las causas de la agresión, porque el problema siempre es compartido". También es importante conocer la realidad de los padres. A veces ellos trabajan o las mamás están solas y falta contención.

Por eso, en el colegio se hacen "consejerías para poner al niño en la situación de que si él estuviera en el otro lado de la vereda lo vería distinto. Hacerle comprender que lo que hace puede impactar en el otro".

"Todo el tiempo me preguntaba qué había hecho mal para que él fuera así, qué valor no le había inculcado".

 Psicólogo Clínica Las Condes: "Hay padres que se ven sobrepasados"

El psicólogo infantil de la Clínica Las Condes, Alejandro Maturana , relata que "hay padres que se ven sobrepasados, porque no saben cómo manejar esta situación (tener un hijo acusado de hacer bullying ). Y es probable que por sí solos no puedan hacerlo, porque los retos, castigos o conversaciones no surten efecto y deben buscar el origen del problema. Lo importante es que se trabaje en conjunto con ambos padres, porque la mayoría de las veces son las mamás las que consultan al especialista, pero el ideal es que el problema se trate primero en familia y luego con el colegio, que puede intervenir en la dinámica escolar".

Otro tema, dice, es que hay padres que "de una u otra manera niegan el problema. Normalmente son papás que optan por resolver sus conflictos de forma violenta o agresiva, y ponen a la víctima como la provocadora de dificultades, o al colegio como el responsable de resolver el problema".

Maturana aseguró que ante acusaciones de este tipo lo primero siempre tratar los reclamos del colegio de forma calmada y sin alterar a los niños sindicados como abusadores, porque de por sí "tienen temperamentos difíciles, no se adaptan con facilidad a los ambientes. Algunos desde muy pequeños no tienen buena interrelación con los pares o con las normas, no incorporan al adulto como autoridad".

Si bien no hay un patrón único, explica que "el tema del bullying es transversal. Normalmente son chicos que han recibido maltrato, ya sea físico o psicológico, con agresiones permanentes a su autoestima".

Queremos conocerte. Por favor, responde esta encuesta.
Redes sociales
Redes sociales
Portada

Cerrar

img