"Por lo transparente que fue siempre mi hijo, estoy obligado a perdonar al otro niñito y empezar a quererlo. Mi hijo no tenía rencor con nadie. Y al niñito le digo que te voy a empezar a querer de a poco, y tal vez te llegue a amar. Anda tranquilo".

Quien así habló esta mañana es Pedro Apablaza, padre de Benjamín, el menor de 9 años que falleció el viernes pasado luego de que en un confuso incidente, en el colegio Rafael Valentín Valdivieso de Recoleta, se enterrara un lápiz en el ojo, lo que finalmente le causó la muerte.

Aunque aún no está claro cómo ocurrió el incidente, los padres del pequeño aseguran que su hijo había sido víctima de bullying sistemático por parte de otro menor y que justamente ese chico lo habría empujado sobre una maqueta y encima del lápiz. Según el relato familiar, al pequeño lo habían estado molestando y unos compañeros "le dijeron a la profesora que los estaban haciendo llorar, le quitaban sus lápices y se los devolvían".

El caso impactó profundamente a la opinión pública y autoridades. La Superintendencia de Educación anunció que a partir de mañana se realizará una investigación para verificar si en el colegio se estaban cumpliendo los protocolos anti violencia escolar (en caso extremo las sanciones pueden llegar a multas de $40 millones) y el municipio instruyó la realización de una investigación en el establecimiento y también un sumario al cuerpo directivo.

Desde la Superintendencia de Educación Superior se informó que entre enero y mayo de este año ya han recibido 1.526 denuncias por maltrato al interior de establecimientos educacionales, lo que implica un aumento de 24,6% respecto del mismo periodo del año pasado (ver recuadro).

Padre del menor: "Ojalá ahora ayuden al niño"

Esta mañana, mientras realizaba los trámites para el funeral, el padre de Benjamín insistió en que no busca culpables, pero si esclarecer la verdad "para calmar este dolor. Hay gente que faltó al profesionalismo", dijo, reiterando que en una reunión de apoderados hace tres meses fue testigo de de una agresión a su hijo, y lo hizo ver a la profesora. Según su versión, el director del colegio, Eduardo Flores, y la inspectora general, también estuvieron al tanto.

Sobre el presunto agresor, afirmó que "está perdonado. Necesita cariño, pero no se lo dieron. Ojalá ahora lo ayuden".

Para el jefe de la Dirección de Educación Municipal de Recoleta, Adrián Medina, con los antecedentes recogidos hasta ahora "no podemos levantar la hipótesis del bullying". Dijo que por entrevistas con los profesores y revisión de actas y libros de clase se sabe sólo de hechos menores, y nada que hiciera presagiar un desenlace de este tipo.

No obstante, señala que se abrió una investigación interna, de la que espera tener resultados en una semana, y hoy informó al director de la apertura de un sumario a su gestión. De comprobarse abandono de funciones, puede ser destituido

Aunque han optado por no entregar más información, para no estigmatizar al menor que ha sido señalado como agresor, Medina confirma que su familia, así como otras 23 de entre los 36 compañeros de Sebastián, era objeto de programas sociales de ayuda. "Y ninguna de esas redes de apoyo, como Chile Previene o programas de apoyo a la infancia, detectó tampoco algún problema", indicó.

El seremi metropolitano de Educación, Alan Wilkins, afirmó que "extraoficialmente lo que hemos sabido es que el otro niño tiene una familia donde no hay mucho apoyo, y que está en tratamiento especial por parte de otro órganos de la municipalidad, para ayudarlos a enfrentar los problemas que presenta, pero la información oficial se debe recoger mañana, en la fiscalización de la Superintendencia de Educación".

También dijo que se apoyará a la familia afectada y que se verá dónde sigue estudiando el hermano menor del fallecido.

Esta mañana, la ministra de Educación, Carolina Schdmith, recalcó que el hecho debe ser investigado.

Mientras, el superintendente de Educación, Manuel Casanueva, dijo a "La Segunda" que se enviará un equipo especial al colegio de Recoleta con una sicóloga y un abogado dentro del grupo, ya que "entendemos que también para el liceo es un problema importante saber cómo afrontar el problema al interior comunidad escolar. También queremos apoyar a la familia".

Recalcó que "hay que revisar cuáles son los antecedentes, pero claramente una situación como ésta es gravísima y deben ser erradicada".