Al principio eran las casas cuyas ventanas daban a la calle. "Pero después empezaron a asaltar a los conserjes de los edificios. Les quitan plata o intentan llegar a la oficina de la administración, incluso a algún departamento".

El relato pertenece a la presidenta de la Junta de Vecinos del barrio Blas Cañas, Patricia Silva , y da cuenta de la angustia con que viven los vecinos de este sector, ubicado entre Alameda, Santa Isabel, Portugal y San Rosa. En ese cuadrante está ubicado el Centro de Readaptación Abierto Manuel Rodríguez, lugar de reclusión nocturna para delincuentes. Y son esos "vecinos" -cuentan en el sector- la explicación de sus constantes miedos.

"Queremos una reunión con Carabineros, porque necesitamos más vigilancia y más iluminación. Aquí, cuando anochece y al amanecer, la situación es complicada. Es por la gente que llega a dormir ahí", relata la mujer, quien -como otros residentes del barrio- alude a las personas que cada madrugada (entre las 5:45 y las 6:45 de la mañana) dejan el centro propiedad de Gendarmería.

"También hay problemas en la noche. Se juntan a tomar en una botillería. Entran ebrios a la reclusión" a las 21:00 horas, dice Patricia, quien maneja a la perfección los horarios más peligrosos del sector.

La mujer añade que, además de los frecuentes asaltos que sufren departamentos, en el último tiempo los conserjes de tres edificios han sido asaltados a la hora de la salida de los reclusos.

Y los atracos no se han limitado a los edificios. Los pequeños comercios del lugar son otra víctima.

El administrador de un bar lounge de la zona -quien prefiere identificarse como "Oso" para evitar represalias- llegó el martes pasado a su local y se encontró con la sorpresa: "La cortina izquierda estaba doblada. Apenas para entrar. Pero supongo que fue más de uno, porque adentro descubrí 4 cervezas de litro vacías sobre una mesa. Había tres vasos también... tuvieron tiempo hasta de servirse unos tragos. Me robaron un computador portátil".

Municipio: Habrá más rondas policiales

"La gente piensa que aquí llegan a dormir sólo los 'papito corazón' (quienes no pagan las pensiones alimenticias), pero eso ya no es así. Llega de todo. Los que están por hurto, los por manejo en estado de ebriedad", dice Carmen Soto , dueña de una tienda de abarrotes asaltada tres veces en los últimos dos meses.

"Aquí entraron a robar en la madrugada. No sé si son los mismos que llegan a reclusión o si ellos le pasan el dato a alguien que viene cuando el local está cerrado. Al lado tengo una tienda de ropa americana, que también ha sido asaltada", se lamenta la vecina.

En su caso, recuerda que presentó una denuncia ante el Ministerio Público, "pero un tiempo después, por el primero de estos asaltos, me indicaron que habían dejado de investigar porque no habían encontrado ningún testigo ni ninguna evidencia que los llevara hacia algún sospechoso".

"Por aquí Carabineros pasa, porque está cerca la Comisaría de Fuerzas Especiales, pero no se detiene. Es como si no estuviera", apunta.

El director de Seguridad Vecinal de Santiago, Antonio Frey , indica que "efectivamente hemos tenido algunas situaciones de conflicto en el sector, denunciadas por los vecinos. Nuestra idea es programar a la brevedad posible una reunión con Gendarmería, para ver cómo podemos minimizar el impacto que esta oficina tiene en el sector. También haremos las coordinaciones con Carabineros y la comunidad, de manera tal de poder realizar, junto a nuestro personal, rondas preventivas en el sector".

El concejal Felipe Alessandri (RN) indica que hace menos de un mes el Concejo de Santiago tocó el tema: "Los ilícitos han aumentado. Estas personas dejan cosas en los arbustos, elementos con los que no pueden entrar a reclusión (...) La municipalidad tiene mucho que hacer. Hay pendiente un trabajo de iluminación, una mayor conexión con los vecinos, citar a los carabineros a cargo del sector. También podemos ocupar los planes que se están desarrollando desde el Ministerio del Interior".

Sus denuncias a cronica@lasegunda.cl