por:  Soychile/Emol

miércoles, 29 de mayo de 2013

Felipe Berríos en el programa El Informante.

Foto TVN

El sacerdote jesuita Felipe Berríos realizó una fuerte crítica a la cúpula de la Iglesia Católica chilena, planteando que “ha caído en el lenguaje del secretismo y las verdades a medias”, situación que adjudica a que “los líderes eclesiásticos que tenemos han sido puestos justamente por su carácter de no quebrar ningún huevo".

“La Iglesia real, la de las viejitas que están en las primeras filas de los templos, la de la gente que vive en poblaciones; los solidarios, los curas jugados, existe, pero está la Iglesia jerárquica que no dice nada, no responde”, dijo en el programa El Informante de TVN.

El ex capellán de Un Techo Para Chile expresó que por ese motivo “la gente se ha acostumbrado a ver entre líneas, ver complots y cosas por el estilo” en la institución religiosa, señalando que para que dé un giro es necesario “que se la juegue más por Jesucristo y viva realmente en la pobreza”.

"Todos los obispos nombrados en los últimos 20 años, y no sólo en Chile, no son líderes: se escogieron voceros del Vaticano. Por eso al actual Papa le va a costar mucho lograr un cambio real", estimó.

Agregó que quienes integran la actual jerarquía "son gente muy buena que no ha hecho nada malo, pero tampoco ha hecho nada bueno en el sentido que no son capaces de jugársela por los que sufren, por los pobres".

"Son líderes sólo de un grupo de católicos, y con eso dejan de ser pastores. Eso lo percibimos los curas: estamos solos en este momento, no tenemos pastores", advirtió.

"Si bendigo el anillo de una persona separada que se casa por segunda vez, al día siguiente tengo un llamado del arzobispo o desde Roma. Si, en cambio, voy a bendecir la sucursal de un banco que está chupándole la sangre a los chienos, nadie reclama. No puede ser", agregó.

Esperanza en los jóvenes

Berríos se mostró esperanzado en que sean los jóvenes los que lideren un cambio social en el país, asumiendo que muchos de ellos están alejados de la Iglesia “porque les hemos mostrado un Dios, por usar un término juvenil, tan rasca, tan insípido, que es más bien sólo una moralina”.

“Por eso estoy muy contento al ver que estos dos chiquillos que lideraron las manifestaciones, Giorgio Jackson y Camila Vallejo, se metan en política. Esta fuerza de cambio hay que transformarla en movimientos políticos para que los cambios sean reales", aseguró.

En términos más generales, el sacerdote expresó que hoy se están viendo las consecuencias de las políticas del pontificado de Juan Pablo II, las que a su juicio coartaron "una Iglesia que era viva y pujante, como la de la Teología de la Liberación, que pudo tener errores, pero con ella se eliminaron las comunidades de base y la participación del laicado”.