El lunes, en Madrid, la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez , aseguró que el compromiso asumido por Chile el año 2009 respecto de la reducción en un 20% de las emisiones contaminantes al año 2020 fue una "declaración de intenciones motivada por la emoción del momento"... tras lo cual, añadió, "queremos tener información documentada para definir nuestro compromiso" y crear un nuevo modelo para detectar cuáles son las descargas atmosféricas susceptibles de rebajar y el costo asociado a ellas, a partir de los niveles de crecimiento económico y consumo energético.

Aunque de manera tácita, la ex ministra del ramo Ana Lya Uriarte fue aludida por Benítez, pues fue ella quien -a nombre de nuestro país- asumió en 2009 el compromiso durante la cumbre mundial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada en Copenhague.

El miércoles, la ex ministra de Michelle Bachelet sacó la voz para responderle a su sucesora en la cartera.

-¿Estaba usted emocionada al momento de asumir el compromiso de reducir en un 20% las emisiones contaminantes?

-A ver. En junio del año 2009 constituimos un comité interministerial de Cambio Climático y la posición chilena fue adoptada tras muchos análisis y reuniones. Llevamos una declaración formulada desde Santiago, para la COP15 ( United Nations Climate Change Conference ) en Copenhague, de manera que la posición chilena respondió a una elaboración de mucho tiempo, sobre la base de antecedentes técnicos y científicos. Y cuando Chile formaliza un compromiso internacional, lo hace de acuerdo a lo que ha sido su política exterior histórica, en forma seria, responsable y con buena fe respecto de que va a cumplir esos compromisos.

-Y ese compromiso, además, lo ratificó la propia ministra Benítez el año 2010, ¿o no?

-Eso es lo más desconcertante. Ella, el año 2010, en la COP16 en Cancún, ratificó el compromiso tomado por Chile el 2009. Por lo tanto es inexplicable este cambio de postura que está teniendo y que pone en entredicho los compromisos internacionales adquiridos por Chile, poniendo en cuestión la seriedad de la palabra empeñada.

"No le hace bien al planeta"

-¿Por qué cree usted que la ministra cambió su discurso?

-No tengo una explicación lógica. No entiendo por qué ella relativiza un compromiso asumido con absoluta seriedad, respecto de la desviación a la baja en un 20% de la línea de proyección de emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que hay que preguntarse es ¿a quién le hace bien el cambio de posición de Chile? Y la verdad es que no les hace bien ni a los chilenos, ni al planeta, ni a la seriedad de nuestras relaciones internacionales. Es incomprensible. No se entienda que ella quiera hoy, a tan poco tiempo de terminar el Gobierno del cual ella forma parte, relativizar el compromiso de Chile.

-¿Qué efectos puede tener este cambio de posición que usted acusa?

-Por ejemplo, tendrá que darles explicaciones a los suizos, que generan cooperación internacional para ayudar a Chile a cumplir el compromiso. Ese acuerdo ella misma lo firmó, en la Cancillería chilena.