El sacerdote Andrés Moro está preocupado. Como vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, mañana celebrará el Día del Trabajo... con una inquietud: "No basta con el pleno empleo, necesitamos buen empleo".
En la previa al 1 de mayo, el padre Moro pone el dedo en la llaga: "No podemos quedarnos en la alegría de que haya más de 7 millones de chilenos trabajando. Hay que preguntarse si esos son siempre buenos empleos. Y en la vicaría creemos que no. De hecho, la última encuesta Casen mostró que hay un 70% de los más pobres que son asalariados. Pleno empleo no significa necesariamente salir de la pobreza... sino que incluso puede ser mantención en la pobreza.
-¿Cómo define usted un buen empleo?
-Un trabajo decente, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es aquel que permite ahorrar, desarrollarse en otras áreas y contar con un ambiente laboral positivo, dignidad en el trato, respeto y diálogo. El año pasado desde el Gobierno se dijo que era imposible un aumento del sueldo mínimo, y ahora nos topamos con la sorpresa de que esa subida del sueldo es una propuesta del mismo Gobierno. Eso es bueno. Tenemos un ambiente más positivo.
-¿Cómo cree que lo ha hecho la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei?
-Ella ha puesto todo el entusiasmo que puede. Tiene un carácter fuerte, confrontacional, con el que ha logrado mucho, aunque a veces su genio la ha traicionado. Los ministros tienen que estar al servicio del país, y Chile les pide una mirada de entendimiento y no de enfrentamiento. Por eso valoro la forma de relacionarse de la nueva presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, que nos permite avanzar. A nuestro país no le hace bien que sus autoridades peleen.
-¿Qué empresa es ejemplo de buen trato y salario digno para sus trabajadores?
-A la vicaría no le corresponde hacer rankings o dar ejemplos. Pero sí puedo decir que cada día son muchas más las empresas, grandes y pequeñas, que quieren dar una mirada positiva.
