Se trata de establecimientos que -bajo el alero de congregaciones u organizaciones- permanentemente destacan por sus buenos resultados en el SIMCE y, así, siguen mejorando sus rendimientos. "La Segunda" les consultó la fórmula de su éxito en 2 Medio: las estrategias van desde evaluaciones permanentes hasta coach para profesores.
Buenos profesores, apoyo constante y una "cultura de evaluación". Así resume la gerenta general de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP) -más conocidas como las Escuelas Matte por su vínculo con esa familia- las claves que les permiten lograr buenos resultados en sus 18 colegios subvencionados, donde no hay selección de alumnos y atienden a población vulnerable.
"Evaluamos constantemente todos los aprendizajes para saber exactamente qué niños y en qué materias debemos reforzar", explica.
Detalla que dos veces al año -el mismo día- hay mediciones a los 19 mil alumnos que atienden, además de otras que hacen cada 10 o 15 días en todas las asignaturas. "A eso se suma un potente departamento pedagógico que respalda a los docentes y directores que tienen altas expectativas de sus alumnos", dice.
"Estamos sobre los 300 puntos en colegios que trabajan con la extrema pobreza, lo que es bien impresionante", agrega. Y cuenta, por ejemplo, que en el Elvira Hurtado de Matte (Quinta Normal) subieron 13 puntos en Lenguaje llegando a 309 y aumentaron 30 en Matemáticas logrando los 342.
Y aunque la mayoría de los colegios de la red elevó sus puntajes en Matemática, les preocupa que no ocurriera lo mismo en Lenguaje: "Aceptamos a todos los niños que llegan. Mejorar en Lenguaje es mucho más difícil, porque tiene que ver con el capital cultural con que vienen, pero es un desafío".
"Todo es gracias a un trabajo a largo plazo y en equipo, con mucha presencia de los padres y apoyados por coordinadoras generales de asignaturas y departamentos de asignaturas", cuenta la directora del Colegio Huelén, Carolina Allende, a la hora de explicar los buenos resultados de los 6 establecimientos del sector oriente de la red de colegios vinculados al Opus Dei, al que pertenecen el Tabancura, Cordillera, Los Andes, Los Alerces y El Huinganal.
Todos ellos superaron los 319 puntos en Lenguaje y 354 en Matemática, siendo el Huelén el que descolló en esta última asignatura con 376 puntos.
"Nos caracterizamos por el trabajo bien hecho, por proponer metas altas, y por incentivar a los alumnos para que quieran y aspiren a que les vaya bien", dice.
Agrega que "la prioridad es pasar los contenidos del año, además de hacer 2 o 3 ensayos al año porque creemos que las evaluaciones constantes son una herramienta de apoyo al proceso de aprendizaje. Siempre nivelamos hacia arriba y si alguien queda rezagado, lo apoyamos para que se nivele con trabajos extra dentro del mismo colegio".
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) administra 10 colegios pagados (Pumahue y Manquecura), además de 8 liceos técnico profesionales en comunas vulnerables. Los primeros no bajaron de 311 puntos, mientras que los técnicos se ubicaron en torno a los 280 puntos.
"La clave es el trabajo diferenciado con los alumnos, hacer evaluaciones constantes y perfeccionar a los profesores. Pero, además, tenemos una web con información permanente de clases, contenidos y guías de ejercicio por cada curso al que pueden entrar los alumnos y los apoderados", dice el gerente general de desarrollos educacionales, Víctor Barahona.
En el caso de los colegios técnicos, la gerenta general de la corporación educacional, Rosana Sprovera, explica que además de mediciones permanentes a los alumnos, "tenemos un sistema de coach para los profesores, una suerte de entrenadores expertos en Lenguaje y Matemáticas que visitan las salas y ayudan a los profesores a mejorar sus prácticas y a elaborar las pruebas semestrales". También hacen reforzamiento a los alumnos fuera del horario de clases, formando grupos de 15 estudiantes a cargo de un tutor.
"Siempre desarrollamos un trabajo segmentado, cercano y muy personalizado con los alumnos, que apoyamos con especialistas para que no haya alumnos rezagados".
Esa es la fórmula que detalla el subdirector del Colegio Cumbres, Tulio Barrios, para explicar las mejoras logradas en el plantel perteneciente a la red de establecimientos de los Legionarios de Cristo, de la cual también son parte los colegios Everest, Highlands, Instituto Zambrano, San Isidro, Colegio Los Maitenes y el Colegio La Cruz, todos sobre 300 puntos.
Agrega que "abarcamos toda la cobertura curricular del Ministerio de Educación, pero le vamos sumando nuestros planes propios con contenidos adicionales".
Y cuenta que en el caso de los 2° medios, "como son adolescentes, el gran tema es la motivación y que desarrollen un compromiso grupal. Para nosotros el trabajo motivacional es tan importante como el técnico".
Pese a los buenos resultados, Barrios señala que "como todo es perfectible, lo más importante es ir creciendo en relación con nosotros mismos: somos nuestra principal y mayor competencia".
JESUITAS: Una formación integral
El plantel es parte de la red de 12 colegios ignacianos en el país, que si bien comparten estrategias pedagógicas comunes, son autónomos en sus decisiones.
El director académico del San Ignacio de Alonso de Ovalle, Rodrigo Navarrete, explica que "estamos muy satisfechos porque mejoramos los resultados del año pasado y para ello hicimos una revisión académica por áreas. En base a eso establecimos un trabajo más articulado, incluyendo talleres para aquellos estudiantes con más dificultades y a los equipos docentes les propusimos metas, objetivos y estrategias muy claras a seguir".
Además, dijo, "contratamos estudios externos que nos entregan un año antes el nivel de los cursos que luego serán evaluados en el Simce, para así desarrollar estrategias individualizadas".
