El aumento en todos los procedimientos relacionados con abusos sexuales fue lo que motivó a que Carabineros de Chile tomara la decisión: crear una división especializada para investigar este tipo de delitos.

En octubre de 2012, el general director de la institución, Gustavo González Jure, le encomendó a Marcia Raimann -quien encabeza la Dirección de Protección a la Familia (Diprofam)- la tarea de echar a andar la 35 Comisaría de Delitos Sexuales .

"Nos demoramos dos meses en establecer los lineamientos y el 26 de diciembre empezamos a trabajar aquí", dice la generala, sentada en una de las oficinas de la nueva dependencia ubicada en el 1100 de la avenida Italia, en Providencia. A su lado, un grupo de maestros carpinteros trabaja a toda máquina, afinando detalles de las nuevas dependencias.

Y es que antes de que termine abril la comisaría debe contar con dependencias de características especiales, como la sala "Gesell", una habitación acondicionada para observar la conducta de niños abusados. Esta debe contener cámaras que graben la declaración de la víctima y vidrio espejo -como el que suele verse en las películas-, que permita observar su comportamiento.

Chequeo a los funcionarios

La comisaria Berta Robles, encargada de la repartición, relata que a dos horas de iniciado el trabajo ya habían recibido tres denuncias... y al día de hoy ya han llevado adelante más de 450 investigaciones. En 2011, el "fono niños" de Carabineros (147) recibió 15 llamadas denunciando violaciones. En 2012 atendió 23, lo que se tradujo en un aumento de 53,3%. En lo que abusos sexuales respecta, el mismo teléfono atendió 120 casos en 2011 y 125 en 2012, lo que constituye una modificación del 4,2%.

Todo esto, sostienen en la institución, da cuenta de la verdadera dimensión de esta problemática, algo que en la policía uniformada califican como un "problema transversal" en nuestra sociedad.

Pese a que sólo se demoraron dos meses en concretar el proyecto -que todavía continúa en marcha blanca-, Carabineros se preocupó de que todos quienes trabajaran allí tuvieran características especiales. Para eso se llevó a cabo un intenso chequeo de los perfiles de los funcionarios. Además, señala la generala Raimann, todos siguen en "una constante capacitación".

Enseñan con títeres

"En total aquí trabajan 53 personas, entre oficiales y personal especializado, como psicólogos", comenta la comisaria Robles.

Para que se produzca un abuso sexual, dicen las carabineras, suelen conjugarse otros factores, como la violencia intrafamiliar. De ahí que la labor de las funcionarias de la Diprofam esté enfocada también en la prevención.

"Hay una demanda de servicios policiales y un requerimiento cuidadano que nos obliga a recorrer el país enseñándole a la gente para que aprenda cuáles son los límites", explica la generala Raimann. Por eso visitan colegios, juntas de vecinos y sedes comunitarias con obras de teatro y títeres que grafican lo que es un ataque sexual.

A la fecha, han sido capacitados unos 20 mil niños en temas como el maltrato, el abandono, el bullying y, por cierto, los abusos.