Municipio se comprometió con los vecinos a tener una "política de permisos de alcoholes". Mañana el concejo municipal analizará el problema. La situación, incluso de día, es caótica: jóvenes ebrios protagonizan desórdenes en las plazas.
Esa es, según el vicepresidente de la junta de vecinos de calle República, Juan Carlos Meneses , la realidad que viven los residentes del barrio República (más conocido como "universitario"), en la comuna de Santiago.
El sector, por donde a diario circulan cerca de 150 mil personas, se ha deteriorado en extremo durante los últimos meses.
La lista de reclamos es amplia: "Después de tomar alcohol por varias horas, los jóvenes que circulan por acá orinan las calles, se ponen a consumir drogas en las plazas y a generar una bulla insoportable, sobre todo en las noches. También hay mucho comercio ambulante que trae mucha delincuencia en la zona", dice Meneses.
¿Los responsables de este problema? La gran cantidad de expendios de bebidas alcohólicas en el barrio. Según personal municipal, hay 104 patentes de alcoholes sólo en la zona.
"En el último tiempo han proliferado varios locales que han tirado para abajo el barrio. Lo peor es que venden por $500 o $600 pesos un schop o una piscola... y desde las 11 de la mañana. Eso te genera mucho consumo de marihuana en plena vía pública, peleas y un gran bullicio. Ante esto, la municipalidad está superada, ya que no tenemos inspectores suficientes para fiscalizar", cuenta el concejal Felipe Alessandri (RN) .
Las calles críticas
Un miembro del equipo de fiscalización de la municipalidad cuenta que la mayoría de los problemas comienzan incluso antes del mediodía: "Muchos estudiantes entran a un local y comienzan a tomar; cuando se aburren, porque no pueden fumar debido a la nueva ley, salen... y van a comprar más alcohol a las botillerías. Luego se instalan en una plaza o en la calle".
A esto se suma la gran cantidad de robos a automóviles en el sector, en especial cuando hay eventos en el Club Hípico o en el Movistar Arena y los estacionamientos de esa zona no dan abasto, lo que obliga al público a dejar sus vehículos en las calles adyacentes... como República.
Para la junta de vecinos del barrio, los principales puntos críticos se concentran al sur, en las calles Sazié, Grajales, Echaurren y Salvador Sanfuentes. También mencionan la plaza Manuel Rodríguez (en Grajales, entre Abdón Cifuentes y Almirante Latorre). Estas escenas se producen a pesar de la inversión que se ha hecho en el último tiempo en la zona. En noviembre pasado, por ejemplo -y sólo en el mejoramiento de las fachadas de cinco edificios-, el Ministerio de Vivienda gastó $42 millones.
La preocupación de Tohá
Debido a las constantes quejas de los vecinos, el tema se ha transformado en una de las principales preocupaciones de la administración de la alcaldesa Carolina Tohá . Ya han existido varias reuniones entre las juntas de vecinos, los concejales y funcionarios de la municipalidad... en algunas incluso los vecinos se han retirado, indignados por la falta de soluciones. Mañana por la tarde, el concejo municipal volverá a analizar la situación, para planificar una "intervención integral" del barrio y recuperarlo.
En la sesión del 20 de marzo, los concejales rechazaron el cambio de ubicación de la patente de alcoholes de la fuente de soda «Saciedad» desde calle Frankiln a Sazié 2097. En aquella oportunidad, la alcaldesa Tohá hizo un crudo diagnóstico de lo que se vive en el barrio universitario: "Los que conocemos esa zona, sabemos que hay una saturación de negocios que expenden alcohol, que ha perturbado el funcionamiento del sector por mucho tiempo. Y esto se ha acumulado y ha llegado a un punto que requiere de parte nuestra una actitud más proactiva en al menos evitar que esto siga profundizándose".
También reconoció que hay "hay una gran inquietud ciudadana y vecinal, en el entendido de que no hay un control de las patentes que se han otorgado por años en estos barrios y que no tienen un buen comportamiento".
Ataque de nervios
Ante esta situación, la municipalidad ya adoptó algunas medidas.
Por lo pronto, según señala el director de Seguridad Vecinal de Santiago, Antonio Frey , habrá una "política de patentes de alcoholes": "El compromiso de los concejales es que se va a intentar, primero, no aprobar traslados de patentes y también no otorgar ninguna otra nueva. Y en el caso de los procesos de fiscalización, en aquellos locales que incumplen la normativa reiteradamente, revocar algunas".
En esta línea ya se han coordinado cuatro operativos de fiscalización entre el municipio y Carabineros. Desde enero se han pasado 700 partes por estacionar en lugares no autorizados y otras 50 infracciones a locales establecidos (principalmente por ocupación de bienes nacionales de uso público, distribución de volantes y funcionamiento sin patente).
La intención del municipio es "trabajar con mapas para detectar problemáticas específicas que nos permitan focalizar los recursos y realizar proyectos de pequeña envergadura, como la instalación de luminarias", apunta Frey.
"Este es un proceso que no es corto. Estamos al tanto de la situación... Yo he recibo a gente que me dice que no puede dormir y que está al borde de un ataque de nervios", finaliza Frey.
