Está "sorprendidísimo".

Pasó un fin de semana "muy trabajado", con oficios de Semana Santa, confesiones y misa de Resurrección.

Y este lunes -día de descanso para los sacerdotes-, también se le viene "movido". Y es que tal como confirmaron a "La Segunda" desde el obispado de San Felipe, el padre Juan Roberto Julio ya no es párroco en el balneario de Zapallar. Y eso lo tiene "plop", dice, porque "nadie me lo ha dicho de manera formal".

Julio -quien he enfrentado denuncias de "apropiación indebida" de terrenos del cementerio, entre otras polémicas- respondió esta mañana a nuestras preguntas:

-El vicario general de San Felipe, Roberto Gilbo, nos acaba de confirmar que el nuevo párroco de Zapallar es el padre Hernán Acuña.

-¡¿No me diga?! No tenía idea. Yo no he recibido información de ninguna naturaleza. Desde el obispado no me lo han informado ni con un aviso, ni decreto, ni nombramiento, ni llamado telefónico, ni e-mail... ni siquiera una paloma mensajera. Por lo tanto, lo que usted me dice me sorprende.

-Ayer fue comentario obligado a la salida de misa: se decía que usted fue trasladado, como vicario parroquial de Santa Rosa de Los Andes.

-Lo encuentro insólito. Le agradezco la información que me entrega. Pero le digo la verdad, de todo corazón, no le estoy mintiendo: yo no sé nada. Y sigo siendo párroco de Zapallar hasta que me avisen formalmente, por los conductos regulares, otra cosa. Yo también escuché el rumor, pero no puedo hacer un comunicado en base a eso.

-¿Y usted no tendría problemas en dejar Zapallar?

-Ninguno. Yo voy donde me manden.

-Porque el rumor también decía que usted está "en rebeldía"... que no se quiere ir.

-No. Si me quieren enviar a la parroquia de La Bandera, yo voy feliz. O a la parroquia más pobre de Chile, me voy encantado. ¿Cómo voy a estar en rebeldía? No tengo edad para estar en rebeldía, eso es propio de los 15 años, de la adolescencia.

-El vicario me dijo que su situación no está definida porque usted no se presentó cuando se le quería entregar el decreto en el que se informaba el cambio.

-¡Ah, bueno... sí! Me citaron un día, pero yo estaba enfermo, en cama, con amigdalitis. Entregué un certificado médico que acreditaba tal condición. Yo no me podía mover de la cama, estaba con fiebre. Presenté mis excusas, y ahora me estoy recuperando. Y si me quieren decir que me van a trasladar, hay otros medios, como una carta o un llamado.

-¿Está enojado?

-No, ¿cómo me voy a enojar por estas cosas? Pregúntenle al obispo de San Felipe de dónde sale este rumor, a qué se debe esta anómala, extraña e insólita situación, que está fuera de todo protocolo por el cual nos regimos nosotros, que es el marco del Derecho Canónico (...) Para que usted se dé cuenta del estado calamitoso en el que se encuentra nuestra Iglesia.

-¿Y el padre Acuña ya llegó a instalarse como nuevo párroco de Zapallar?

-No, no, no.