La instalación de la jefa comunal ha agitado las aguas al interior del municipio. Funcionarios y concejales reclaman: "Lo que ha hecho la alcaldesa es revolver el ambiente de manera innecesaria". Sus asesores, y la propia Josefa, sacan la voz para defender el nuevo estilo.
Hoy al mediodía la Asociación de Empleados Municipales de Providencia esperaba reunirse con la alcaldesa, Josefa Errázuriz .
¿Para qué? Según el presidente del organismo, Mario Osorio , "vamos a plantearle algunos temitas..."
La reunión es botón de muestra del agitado proceso de instalación de la jefa comunal -y su equipo de asesores- en el Palacio Falabella, sede del gobierno municipal. Ya lleva poco más de 100 días al timón... y el cambio de administración, luego de 16 años de mandato de Cristián Labbé, ha traído más de una polémica.
Así, la cita de hoy entre la jefa comunal y los funcionarios se centrará, entre otros temas, en las declaraciones que hizo Errázuriz al portal feminista «La Mansa Guman» en las que catalogaba a la gestión de la municipalidad como "de utilería", criticaba el "machismo" imperante en la cultura de trabajo y se quejaba de ciertas "desprolijidades... que nos han causado horrores".
Sus palabras no cayeron nada de bien entre los funcionarios y dieron pie para un primer enfrentamiento al interior del Concejo Municipal (del 12 de marzo), cuando los concejales Pilar Cruz y Manuel José Monckeberg (ambos RN) criticaron en durísimos términos los dichos de la alcaldesa. La réplica no se hizo esperar: el concejal PPD Rodrigo García dijo que le sorprendía "esta epidermis tan delicada" frente a una opinión "dada con respeto" por Errázuriz.
En el entorno de la alcaldesa ponen paños fríos a la situación, dicen que sus declaraciones fueron "mal interpretadas", porque se dieron en el contexto de una "conversación informal" con la directora del medio, sostenida en diciembre del año pasado: "Y ni siquiera hay grabación de ese diálogo", apuntan.
Más allá de este incidente, sin embargo, hay quienes plantean que la opinión pública sólo conoce "la punta del iceberg" de los problemas internos, que la "olla de grillos" es grande... que, por ejemplo, han comenzado a circular correos electrónicos entre los trabajadores del municipio con "pelambres" y burlas contra Errázuriz, a quien llaman "Josefina"... a sabiendas de que a la alcaldesa no le gusta que le digan así.
¿Contratos que duran días?
Uno de los principales temas de discusión durante los tres meses de gestión de Errázuriz ha sido la desvinculación de funcionarios, supuestamente -y según han denunciado ellos mismos- sólo por ser cercanos al ex alcalde Labbé.
Según la concejal Pilar Cruz, "lo que ha hecho la alcaldesa ha sido revolver el ambiente de manera innecesaria, despedir a gente buena, despedir 'en mala' a mucha gente, porque si bien lo hizo legalmente, moralmente deja mucho que desear. A gente que llevaba 12 años trabajando a honorarios las llamaron en enero para renovar el contrato... y se encontraron con que ese nuevo contrato duraba pocos días. No se les pagó vacaciones ni se les advirtió lo que venía".
Y agrega: "Le hemos pedido a la alcaldesa que nos entregue información al respecto, pero no nos han transparentado las cifras. Nosotros creemos que son alrededor de 40 personas en esa situación".
Una de las personas a las que se refiere Cruz es María Yolanda Bisquert , hasta comienzos de año encargada del Centro Integral del Adulto Mayor "Eliodoro Yáñez", dependiente de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la municipalidad: "El 26 de enero me llamaron para firmar el contrato, que se suponía era anual, y me encontré con que mi contrato terminaba el 31 de enero. Después de eso, recibí un e-mail donde se me citaba a una reunión con el administrador municipal (Lautaro Contreras). Ahí me dijo que estaba desvinculada por mi 'cercanía a la antigua administración'".
Caso similar es el de Isabel Montt, encargada de otro centro para adultos mayores (Santa Isabel). Con 12 años en el municipio -y hermana de la ex secretaria de Labbé en la alcaldía, María Teresa Montt-, cuenta que cuando la despidieron "le mandé una carta a la alcaldesa para pedirle una audiencia, cuando ella estimara conveniente, para que me contara las causas de mi despido. Pero hasta hoy no me contesta".
"La forma no corresponde. Hay que tenerle respeto a la gente que ha dado tantos años de su vida al municipio", se lamenta.
Desde la municipalidad, en todo caso, sostienen que estas acusaciones no reflejan la realidad. El director de Dideco, José Gabriel Alemparte , explica que los alejamientos se deben al proceso natural de cambio de administración: "Acá hay 10 unidades donde trabajan 560 funcionarios y yo le solicité la renuncia a cinco personas, cuatro de ellas que ostentaban cargos de confianza. Y se les dio el tiempo para salir".
El concejal Nicolás Muñoz (DC) agrega que el asunto de los despidos "ha sido muchas veces preguntado en el concejo y la respuesta ha sido siempre la misma: que ha existido la voluntad de trabajar con los que estaban, y eso se ha cumplido, salvo en el caso de los trabajadores de confianza del anterior alcalde".
"Ahora bien -agrega-, si hay personas que trabajan en áreas sensibles, como lo es la del Adulto Mayor, y que de verdad no cumplen con el perfil que se busca, hay que encontrar gente ad hoc a los objetivos que tiene el municipio".
Un alto cargo directivo de Providencia, recién llegado al equipo de Errázuriz, sale en defensa del "nuevo estilo" con que se está trabajando: "En esta municipalidad el control de asistencia de los trabajadores era manual, se hacía con lápiz y cuaderno. Los datos, después, se traspasaban a una planilla Excel. No existe un control automatizado, como se hace hasta en la empresa más chica del país".
Funciones duplicadas
El director de Dideco, Juan Gabriel Alemparte, relata que "me encontré con un señor que era asesor del área del Adulto Mayor. Con el paso de los días nos percatamos de que no venía, que tampoco estaba de vacaciones... pero cobraba un sueldo de $1.800.000. Nunca respondió a nuestros llamados y, cuando descubrimos algunas de sus asesorías, nos encontramos con informes que eran ininteligibles. Obviamente era un operador político".
En esta línea, uno de los principales problemas que han detectado las nuevas autoridades es la gran cantidad de funciones "duplicadas". En la oficina de comunicaciones aseguran que "el municipio tiene 9 páginas web. Aseo y Ornato tiene una, el programa de Adulto Mayor tiene otra... y así. ¡Es ilógico y más caro! Las gestionan distintas empresas, con diseñadores distintos, en vez de tener una sola página contratada a una sola compañía".
El concejal del PRO, Jaime Parada , añade que "había ciertas personas cuyo trabajo no era del todo claro, no sabíamos qué hacían. Y cuando se indagó, nos encontramos con sueldos fantasmas. Eso se catastró y ahora se está solucionando".
Otra queja -"detalle" que la alcaldesa Errázuriz ha denunciado en varias ocasiones- es que las reparticiones son verdaderos "compartimientos estancos" que no se comunican entre sí.
"La tienen fondeada..."
El problema que mayores dolores de cabeza ha traído en el municipio es el fin del convenio que unía a la municipalidad con la Corporación Cultural de Providencia, decisión tomada por Errázuriz a fines de enero.
Por estos días, y según lo indicó esta semana su presidente, Javier Leturia, la Corporación está tratando de que el municipio le entregue cerca de $450 millones correspondientes al aporte municipal para 2013 (unos $250 millones menos de lo que pedían en un comienzo) para cubrir los compromisos con los 28 trabajadores que fueron despedidos el 4 de marzo por el director ejecutivo de la entidad, Osvaldo Rivera.
Este "despido masivo", según sospecha uno de los concejales más cercanos a Errázuriz, sería una "medida de presión" de Rivera: "Los despidió sin pagarles el finiquito y les dijo que fueran a conversar con la alcaldesa, que ella era la responsable de las platas. Una mentira más, porque el único responsable es la Corporación, ya que es de derecho privado".
Antes que eso, en todo caso, "hay otros temas por resolver", aseguran en el municipio. Uno de ellos, tratado en el concejo del 5 de marzo, es que la Corporación aún no explica ciertos gastos, como los $150 millones que la municipalidad les traspasó para la realización del Festival de Jazz. $44 millones todavía no son rendidos. Y hay más: de la subvención 2012 hay $7 millones que todavía no son justificados... y $1.700.000 de la "Fiesta Dieciochera" del Parque Inés de Suárez.
Sin embargo, la polémica con la Corporación Cultural le ha significado una ola de críticas a la alcaldesa: cuestionan su rol en la negociación de los dineros para cultura y, en general, su gestión cotidiana al mando de la comuna.
"Hay serios problemas de conducción. Se ha negociado mal el tema con la Corporación Cultural y además se han cometido otros errores como la cruzada para tener una estación del Metro, que se hizo sin ningún resguardo legal ni licitación alguna para comprar los materiales de esa campaña", denuncia un funcionario, disparando dardos contra el círculo de asesores más estrecho de la jefa comunal.
La misma fuente añade que situaciones como la anterior afectan directamente a Errázuriz: "La tienen fondeada y, muchas veces, no le informan de todo lo que pasa en Providencia".
Juntas de vecinos están felices: Se sienten parte de las desiciones... "no como con Labbé"
Antes de ser alcaldesa, Josefa fue dirigente vecinal.Y eso se ha notado.
"Lo hemos notado", dicen sus ex colegas a cargo de juntas de vecinos: todos coinciden en que se ha avanzado en el "trabajo en equipo", en que ahora -a diferencia de antes- "se nos pide la opinión".
"Hemos sentido la llegada de la nueva administración", dice la presidenta de la junta de vecinos de Pocuro, María Eugenia Vergara , quien recuerda que durante los periodos en que Cristián Labbé dirigió la comuna "la planificación se hacía dentro de las cuatro murallas de la municipalidad (...) Ahora se creó el programa «Piensa Providencia», en el que se les pide la opinión a los vecinos para hacer el plan que va a sostener a la comuna durante los cuatro años siguientes". Además, Vergara cree que el mayor plus del nuevo gobierno local es "su manera de hacer las cosas, la mirada que tiene ella (Errázuriz) sobre las organizaciones sociales".
Similar opinión tiene Elena Matus , presidenta de la junta de vecinos San José, convencida de que la "renovación" que ha llegado a Providencia les ha permitido trabajar mejor, "de manera más abierta, más comunicativa y sobre los temas que a nosotros nos importan". Y añade: "También es bueno que, si no estamos de acuerdo con algo, lo podamos decir sin problemas".
Y si bien no tiene problemas en admitir que la administración anterior "también hizo muchas cosas buenas", hoy siente que "se está trabajando mucho más en equipo... ¡y eso que estamos recién comenzando! Ojalá siga así".
Sergio Astaburuaga , presidente de la junta de vecinos de Los Estanques, también valora la llegada de Josefa Errázuriz a la alcaldía: "Ahora tenemos más posibilidades de acercarnos a la municipalidad. Antes, con el alcalde Labbé, que hizo una buena gestión, la municipalidad estaba totalmente desapegada de las juntas de vecinos". Sorpresa y alegría le produjo, por ejemplo, "el cabildo donde se nos consultó sobre el plan regulador en el barrio Las Flores, donde se aprobó limitar las alturas". Y agrega Astaburuaga: "Ahora no es como con Labbé que, en 14 años de gestión, jamás nos llamó a una reunión para consultar alguna medida. Sólo nos llamaban para contarnos los proyectos ya aprobados".
"Por lo que se ve ahora, tengo la plena convicción de que las cosas van a cambiar", remata.
Josefa hace un positivo balance
La alcaldesa accedió a responder, vía e-mail, algunas preguntas. En primer lugar asegura que su balance de estos 3 meses de gestión "es positivo" porque, entre otras cosas, "se ha logrado una buena interacción entre las distintas direcciones del municipio, con colaboración entre ellas y una fluida transferencia de información".
¿Sus principales problemas? "Es evidente que nos hemos encontrado con una dificultad para poder desarrollar un programa cultural amplio en los espacios de que dispone el municipio y que actualmente son ocupados por la Corporación Cultural", dice, y apunta que "para nadie resulta comprensible que las decisiones sobre las políticas culturales estén en manos de una corporación de derecho privado".
Sobre la polémica por los despidos, es tajante: "Hasta ahora las desvinculaciones propiamente tales se relacionan con cargos de confianza y no son más de 8 personas en todo el municipio, incluido un ex funcionario de la CNI".
Y admite, asimismo, que "es importante mejorar los mecanismos de información a las vecinas y vecinos (...) En materia de transparencia (queremos) ir más allá de lo que la ley pide. Tenemos una relación fluida con los funcionarios y nuestras puertas están abiertas para el diálogo. Estamos dispuestos a escuchar las críticas".
