Una nueva arista en la investigación por la muerte del dirigente sindical de la empresa Azeta, Juan Pablo Jiménez, surgió en las últimas horas.

Y es que tras constituirse en las dependencias de la compañía, el equipo investigativo compuesto por personal de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI y la Fiscalía Sur, se enteró de que en el lugar trabajaban ex uniformados que poseen armas de fuego inscritas.

La información fue confirmada por el jefe (s) de la zona metropolitana de la BH, Francisco Orellana, quien precisó que los pertrechos serán solicitados a sus propietarios para ser periciados y comparados con la munición extraída de la cabeza de la víctima.

Según el informe del Servicio Médico Legal (SML), el sindicalista falleció producto de un "traumatismo craneoencefálico por bala", que se produjo a las 15:56 horas del jueves pasado, mientras Jiménez se encontraba sentado en una banca, revisando su celular. En ese momento un proyectil -que supuestamente fue disparado desde el sur-oriente- le cayó al dirigente, ingresando por la parte frontal superior izquierda de la cabeza, quedando alojada casi en la nuca.

Si bien la presencia de ex uniformados en Azeta es un antecedente nuevo, Orellana precisó que esta es una de las tantas líneas investigativas que está trabajando la PDI. "Hay 20 efectivos trabajando en este caso, pero no porque haya tomando tanta fuerza mediáticamente, ya que siempre ponemos todos los medios para aclarar el crimen", recalcó el oficial.

Agregó que para aclarar más los hechos se han realizado diligencias, empadronando a todos los vecinos de los sectores aledaños a la empresa. "Además, se está chequeando con la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) quiénes de los que trabajan en la empresa tienen armas inscritas", dijo, subrayando que "la PDI no está cerrada a indagar sólo la tesis de la bala loca".

Respecto a los cuestionamientos que han realizado cercanos a la víctima, quienes indicaron que la BH llegó horas después a realizar las primeras indagatorias, el detective explicó las razones.

"A las 15:56 Jiménez queda sentado solo en la banca por 27 segundos. Luego recibe el impacto de bala y se desploma", indicó Orellana, quien apuntó que después de eso pasaron 2 minutos hasta que uno de los compañeros de trabajo se dio cuenta de que la víctima no reaccionaba.

"Llamaron a la Asociación Chilena de Seguridad, pero como la ambulancia se demoraría, decidieron llevarlo en el pick up de una camioneta", agregó el detective.

Según la cronología de los hechos, en el hospital los médicos establecen "muerte por enfermedad", sin percatarse del impacto de bala. Aun así, por procedimiento, llamaron a personal de la Brigada de Investigación Criminal, quienes ante las extrañas circunstancias se contactan con la Fiscalía Sur, donde se decide entregarle el caso a la BH. "Por eso nos constituimos a las 22:00 horas en la empresa. No por otras razones", aclaró el oficial.

Sin perjuicio de eso, fue el viernes de la semana pasada que en el SML -y mientras el cuerpo de Jiménez era sometido a rayos X-, se percató de la presencia de una bala al interior del cráneo de Jiménez.

Perito: Bala pudo recorrer hasta 2 kms.

El perito balístico de la PDI, Juan Indo , aseguró esta mañana que según la literatura especializada, una munición de un arma 9 milímetros (o superior) con una trayectoria parabólica de 45 grados sí podría recorrer una distancia de 1,5... y hasta 2 kilómetros. Ello, avalaría la primera tesis de que una bala loca -disparada en un enfrentamiento en La Legua- fue la que acabó con la vida de Jiménez. Sin embargo, aclaró que todo eso se podrá dilucidar cuando se pericie la munición extraída del cuerpo de la víctima, diligencia que será realizada con un microscopio de barrido electrónico.