La noticia no le sorprendió.

El obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González, es experto en Derecho Canónico, conoce al revés y al derecho el procedimiento para elegir a un nuevo Papa y durante estos últimos 8 años ha seguido muy de cerca el pontificado de Benedicto XVI, leyendo todas sus encíclicas, libros... oyendo todas sus homilías.

Esta mañana, cuando "La Segunda" lo contactó vía telefónica -está en sus días de descanso anual, cerca de la costa en la V región-, su primera reacción fue decir que la renuncia del Santo Padre "es algo casi inédito, pero no sorprendente".

-El único no sorprendido es usted...

-A ver: es un signo sorprendente, sí, pero viene de un hombre que siempre ha sorprendido a la Iglesia. ¿En qué? En la manera de enfrentar las cosas, las realidades... y sobre todo las dificultades. Fue sorprendente su forma de enfrentar el robo de documentos dentro del Vaticano, ha sido sorprendente y enérgica su manera de afrontar los casos de la pedofilia en Irlanda, Estados Unidos, etcétera. Y también es sorprendente la manera como asume su propia debilidad.

"Hasta el final"

-Juan Pablo II falleció siendo Papa, físicamente muy desgastado. En cambio, Benedicto XVI renuncia a los 85 años. ¿Cómo se explica este contraste?

-La enseñanza espiritual que deja Benedicto XVI es la humildad. "Yo ya no soy capaz de servir en lo que he sido llamado y, por lo tanto, doy un paso a un lado". Eso es una tremenda enseñanza para el mundo actual, donde sucede todo lo contrario: nos aferramos a las cosas, a los bienes, a los cargos, al poder. Es un estilo diferente al del Papa Juan Pablo II, que fue puesto ante un problema, era su salud o renunciar. Y su manera humana de resolver eso, también digna de alabanza, fue decir "yo llego hasta el final". El Papa actual, quizás por su carácter, dice "yo me hago un lado, para que venga uno más joven que pueda hacerlo mejor que yo". Son maneras distintas de resolver problemas difíciles.

-Que el Papa renuncie, ¿es un signo de crisis en la Iglesia?

-Me parece que fue el Papa Juan Pablo II quien dijo: "después de un Papa, viene otro". La renuncia del Papa no me produce la más mínima inquietud. El Señor tiene todo pensado. Esto se ve con sentido sobrenatural... o no se ve. Entonces vendrá otro Papa, habrá consistorio a principios de marzo, y a finales de ese mes tendremos otro Papa. ¿Quién será? ¡Qué se yo! Son 120 cardenales.

-¿En qué momento está hoy la Iglesia?, ¿está preparada para asumir este enorme cambio?

-Una cosa que fue una enseñanza de este Papa, es que necesitamos continuar este camino de profunda reforma, pero "siempre en la continuidad del único ser de la Iglesia, que es el que nos dio Cristo". Son palabras exactas del Papa. Hay que continuar cambiando cosas, mejorando otras, pero en profunda unidad y continuidad con lo que siempre ha sido la Iglesia.

"Caritas in Veritate"

-Juan Pablo II fue el Papa "peregrino", ¿cómo va a ser recordado este Papa?

-Yo pienso que va a ser doctor, un sabio, un santo. Va a ser santo de todas maneras. Quien lo conozca se da cuenta de que es un hombre profundamente arraigado en el Señor. Esa ha sido toda su enseñanza: la cristo-centralidad de la Iglesia. Cristo como el centro, la Iglesia mira a Cristo. Yo creo que el Papa es un maestro de la fe, que fue puesto en el lugar de Pedro en el momento más oportuno... y que estuvo ahí hasta el momento que lo consideró oportuno. Lo dice en su comunicado, que él ha meditado profundamente en la presencia de Dios.

-Tras la renuncia, ¿no queda la sensación de que el cargo de Papa es algo demasiado humano, casi como una ocupación laboral?

-A cualquier cargo de la Iglesia se puede renunciar. Pero en el caso del Papa, no hay nadie que pueda aceptarle la renuncia, ésa es la diferencia. Basta que sea de una forma pública, y que sea manifiesto el deseo de renunciar. Y yo creo que lo que ha hecho el Papa es decir: "antes de que me ponga más viejo, y que no sepa que lo que hago está bien o mal, en plenas condiciones, yo renuncio".

-¿Cuáles de sus libros o encíclicas representa mejor el sello de este Papa?

-Su primera encíclica, " Caritas in Veritate ". En ella hay muchas cosas esenciales para el mundo actual.

-¿Qué responde usted a quienes especulan sobre un eventual Papa negro, y con él, la llegada del Apocalipsis?

-(Se ríe). Es cosa de esperar, en un mes más esas inquietudes van a estar respondidas.